Los suplementos de testosterona, de uso ampliamente extendido -sólo en el 2011 se emitieron más de 5 millones de recetas para su uso en Estados Unidos- podrían implicar un riesgo para la salud cardíaca, e incluso la vida, de los hombres mayores de 60 años, según indica un estudio reciente. Y como los efectos del uso continuado en el caso de hombres más jóvenes todavía se desconocen, es necesario evaluar muy bien las ventajas de la terapia del reemplazo de la testosterona y sus riesgos potenciales. Infórmate aquí y consulta con tu médico.
La testosterona, conocida como la hormona masculina, tiene funciones muy importantes en el cuerpo del hombre. La producen los testículos y de ella dependen las características sexuales típicamente masculinas. Además, se encarga de mantener la libido (el impulso sexual), la producción del esperma, la fuerza y masa muscular, así como la densidad de los huesos. Con la edad, los niveles de la testosterona comienzan a decaer, pero la reducción de la testosterona puede deberse a otras causas como a trastornos hormonales, a algunos tratamientos médicos (como la radiación y la quimioterapia), y al uso de ciertos medicamentos.
Se considera que el hombre tiene la testosterona baja cuando sus niveles disminuyen por debajo de los 300 nanogramos por decilitro (ng/dL) – según los parámetros de los Institutos Nacionales de Salud, NIH. Cuando los niveles de testosterona están bajos, con el tiempo, puede producir pérdida del vello corporal, disminución de la masa muscular y de fuerza, la fragilidad ósea o debilidad de los huesos (osteoporosis), cambios en el estado de ánimo y una pérdida general de la energía.
La deficiencia de testosterona, una condición conocida como hipogonadismo, puede perjudicar el desempeño sexual masculino y su fertilidad. Entre sus efectos se encuentran la reducción de la libido, la disfunción eréctil y disminución en la producción de esperma.
Todos estos efectos secundarios pueden contrarrestarse mediante la terapia de reemplazo hormonal que se realiza mediante geles, parches, pastillas e inyecciones cuyo uso y popularidad han ido en aumento: considera que las recetas de los suplementos de testosterona se han quintuplicado entre el 2000 al 2011 en los Estados Unidos solamente, ascendiendo a un total de 5.3 millones.
Pero no todo parece ser color de rosa. En el caso de los pacientes de más de 60 años, los beneficios de los suplementos de testosterona podrían pagarse a un alto costo: con ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y hasta con la vida.
Una investigación reciente, publicada en la Revista de la Asociación Médica Americana (JAMA, por sus siglas en inglés), evaluó a 8,709 hombres de edad avanzada con niveles bajos de testosterona, y que además se hicieron una prueba para determinar el grado de obstrucción de las arterias coronarias. El resultado de dicha prueba se tomó como base para determinar el grado de salud cardíaca al comienzo del estudio. Un tiempo después de la prueba, uno de cada siete hombres comenzó a recibir testosterona de reemplazo en forma de gel, parche o inyección. A los tres años de seguimiento, aquellos participantes que recibieron la testosterona fueron 29 % más propensos a sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco o incluso de morir.
“Nuestros resultados plantean cierta incertidumbre en cuanto a la seguridad potencial del uso de la testosterona en los hombres “, concluyeron los autores, un grupo de médicos y epidemiólogos en Colorado y Texas. El grupo de médicos aclaró que, aunque no están recomendando que los pacientes que toman testosterona dejen de usarla a como dé lugar, sí consideran importante informarles que los riesgos a largo plazo se desconocen “y de que hay una posibilidad de que la terapia con testosterona sea perjudicial.”
Este no es el primer estudio que habla de los riesgos que podrían tener los suplementos de testosterona. En el 2010, un grupo de investigadores suspendieron antes de tiempo una prueba clínica de suplementos de testosterona en hombres de edad avanzada y de salud frágil, muchos de ellos con enfermedad cardiovascular. Esto sucedió después de que detectaron una tasa notablemente mayor de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en el grupo que estaba recibiendo testosterona. Otras investigaciones sugieren que pueden empeorar los casos de apnea del sueño y el riesgo de cáncer de la próstata.
Como el estudio publicado en JAMA sólo incluyó a hombres mayores de 60 años, no es posible determinar los efectos que está teniendo el uso de suplementos de testosterona en los hombres menores de 60, un grupo que ha ido en aumento gracias a las campañas publicitarias.
Recientemente el Dr. Steven Woloshin de la Escuela Geisel de Medicina de Dartmouth en Hanover, New Hampshire, hizo la siguiente observación: “Hay todo tipo de anuncios promoviendo que los niveles bajos de testosterona en los hombres pueden ser la causa de casi todos sus problemas en la vida y del envejecimiento, y que el tratamiento (con testosterona) puede arreglar eso, aseguró. “Esa promesa va más allá de lo que sabemos y eso es lo que causa preocupación”.
De hecho, un estudio publicado en Reuters Health en junio de este año, encontró que la proporción de hombres de mediana edad que reciben terapia de testosterona se ha más que triplicado en la última década, y que incluso muchos de esos hombres ni siquiera se habían hecho las pruebas sanguíneas necesarias para determinar si realmente la necesitaban.
Por su parte, Anne Cappola, editora asociada de la Revista de la Asociación Médica Americana (JAMA, por sus siglas en inglés), mostró su preocupación por la forma en que se están promoviendo los tratamientos de testosterona en los hombres: “Algunos los están viendo como la fuente de la juventud”, dijo. “Muchos creen que va a devolverles el rendimiento sexual, la fuerza y la resistencia. Y el mercadeo directo de la testosterona juega con eso”. La experta recalcó la importancia de poner en una balanza los riesgos, y de que los médicos alerten a sus pacientes al respecto.
Si estás experimentando los efectos de un nivel bajo de testosterona y estás considerando la posibilidad de tomar suplementos, es vital que consultes con tu médico y que evalúen los riesgos y ventajas según tu edad y estado actual de salud. De igual forma, si ya los tomas, te conviene una conversación con tu profesional de la salud, especialmente si has pasado los 60 y quieres proteger tu corazón.
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