Las intolerancias digestivas están en boca de todos. Hay quienes ya no consumen gluten, incluso los que cambian la leche por alternativas vegetales. Es claro que cada vez más personas reportan problemas digestivos. Pero ¿realmente han aumentado o solo somos más conscientes? Hoy te explicamos por qué parece que cada vez hay más gente con problemas con algunos alimentos. Además, aclaramos la gran confusión entre intolerancia y alergia en los problemas digestivos.
Alergia o intolerancia: aprende a diferenciarlas
Es común confundir ambos términos, pero son muy distintos:
- Alergia alimentaria: es una respuesta inmunitaria. Al consumir un alimento, el cuerpo lo ve como una amenaza y reacciona. Se libera histamina y se ven síntomas como enrojecimiento o dificultad para respirar. Un ejemplo claro es la celiaquía, donde el gluten daña la mucosa intestinal por la reacción inmune.
- Intolerancia alimentaria: No hay reacción inmunológica. Al cuerpo tiene problemas para digerir o absorber ciertos alimentos. Un clásico es la intolerancia a la lactosa. Que es no poder producir lactasa, la molécula que la digiere. Se generan gases y malestar porque las bacterias de la microbiota lo hacen por nosotros.
Puedes ampliar esta diferencia con este artículo de Vida y Salud sobre síntomas de intolerancia alimentaria.
Las intolerancias digestivas más frecuentes
- Lactosa: afecta al 70% de la población mundial en algún grado. La buena noticia es que existen leches sin lactosa (que le agregan lactasa, por eso es más dulce). U otras alternativas vegetales.
- Fructosa: presenta síntomas como dolor abdominal y gases. La encontramos en frutas, miel y alimentos procesados. Aparece porque no se puede llevar la fructosa al torrente sanguíneo. Las bacterias otra vez hacen el trabajo por nosotros.
- Sensibilidad al gluten no celíaca: mientras que la celiaquía es una alergia, la sensibilidad al gluten no. Provoca molestias digestivas y fatiga ya que no se puede digerir.
Puedes ver recetas dulces para personas con intolerancias.
¿Qué pasa con las alergias?
Las alergias alimentarias también están en aumento. Solo en Estados Unidos, se estima que 1 de cada 13 niños y 1 de cada 10 adultos tiene alguna alergia alimentaria. Los culpables principales:
- Maní
- Mariscos
- Huevos
- Leche (en este caso la caseína, una proteína de la leche)
- Trigo (el gluten)
- Soja
Aunque parezca curioso, también influye cómo introducimos los alimentos a los bebés. Antes se recomendaba evitar ciertos alimentos alergénicos hasta los 3 años. Hoy sabemos que hacerlo puede aumentar el riesgo de alergias. Al contrario, si les damos de forma segura y de a poco, quizá podemos ayudar a ‘entrenar’ al sistema inmunitario.
Entonces, ¿por qué parece que hay más casos, de intolerancias digestivas y alergias?
La teoría de la higiene:
Vivir en ambientes demasiado limpios y con antibióticos, limita el contacto con microbios. Ellos entrenan al sistema inmunológico, con poco que hacer, este se ‘aburre’. No tiene enemigos reales (patógenos) que combatir.
El exceso de ultraprocesados:
La comida industrializada afecta nuestra microbiota. Aunque aún no terminamos de entender bien de qué manera lo hace. Se han visto que conservantes y colorantes podrían estar relacionados con daños en el intestino. Incluso, algunos son alérgicos a ellas.
Estrés y estilo de vida:
El estrés crónico perjudica la microbiota intestinal, favoreciendo la aparición de intolerancias digestivas. Si te interesa profundizar, puedes leer este artículo sobre el estrés y el sistema digestivo.
La deficiencia de vitamina D:
La vitamina D es clave para el sistema inmunológico. La falta de exposición solar o suplementos agrava los problemas digestivos. Aprende más en este artículo sobre vitamina D y salud.
Mayor conciencia y autodiagnóstico
Hoy tenemos acceso a un sinfín de información (¡y desinformación!) y todos tenemos un ‘Dr. Google’ en el bolsillo. Esto lleva a que muchas personas se auto diagnostiquen intolerancias sin pruebas clínicas o cambien su dieta.
¿Moda o realidad?
Un estudio estima que el 25% de las personas dicen tener intolerancias digestivas, pero no todos tenían un diagnóstico. El resto se basa en percepciones personales, dietas de moda o recomendaciones de influencers sin bata blanca.
“El autodiagnóstico y las dietas restrictivas sin base científica son peligrosas por desnutrición y genera pánico en la gente”, advierte el Dr. James Stuart Brown, alergólogo de Lakewood, Washington.
Por supuesto, si sospechas que algo te sienta mal, lo mejor es acudir a un profesional. Existen pruebas lactosa y fructosa, y análisis genéticos para predisposición a celiaquía o intolerancia a la lactosa. Si tienes algún familiar con intolerancia o alergia es probable, según como actúe el ambiente, que también lo tengas.
¿Podemos prevenir las intolerancias digestivas?
Aunque la genética influye, el estilo de vida juega un papel importante. Para prevenir o reducir las molestias:
- Prioriza alimentos frescos y evita ultraprocesados.
- Cuida tu microbiota con yogur, fermentados y fibra.
- Duerme bien y gestiona el estrés.
- No uses antibióticos sin prescripción.
Cada vez oímos más sobre intolerancias digestivas, y aunque una parte es moda o autodiagnóstico, también es cierto que nuestro estilo de vida contribuye. Si sospechas de una intolerancia, evita auto diagnosticarte y consulta con un especialista. Y, aunque limpiar es importante, quizás un poco menos de obsesión con la esterilización y un poco más de contacto con la naturaleza y alimentos reales nos ayudaría a tener menos tripas rebeldes.
Preguntas frecuentes
¿Qué son las intolerancias digestivas?
Son dificultades del organismo para digerir o absorber ciertos alimentos sin involucrar el sistema inmunológico.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Gases, hinchazón, diarrea, dolor abdominal y malestar general.
¿Se pueden curar las intolerancias digestivas?
No siempre, pero pueden controlarse con dieta y un buen manejo de la microbiota.
¿Cómo saber si tengo intolerancias digestivas?
Lo ideal es consultar a un médico que te indicará pruebas específicas.
¿Las intolerancias digestivas afectan la salud mental?
Sí. El eje intestino-cerebro puede verse alterado y provocar fatiga o cambios de humor.
¿La alimentación natural ayuda a prevenir intolerancias digestivas?
Sí. Dietas ricas en fibra, probióticos y alimentos frescos favorecen una buena salud intestinal.
Por Carlos Diego Ibáñez
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