A pesar de que no exista un tratamiento único para la comezón constante, existen terapias eficaces para la mayoría de los tipos de comezón constante.
Una comezón puede deberse a cientos de causas. De manera general, existen problemas de la piel que causan sarpullidos con picor y problemas internos que no suelen conllevar sarpullido. La comezón que se presenta con sarpullido puede obedecer a sequedad de la piel, reacciones alérgicas, trastornos de la piel o alguna enfermedad infecciosa, como la varicela o el herpes zóster.
Los tratamientos incluyen lo siguiente:
Medicamentos, como los antihistamínicos orales, que alivian la comezón fruto de las alergias o de la urticaria. Los corticosteroides ayudan con la comezón debida a la inflamación de la piel.
Compresas húmedas, que consisten en telas de algodón húmedas que se colocan sobre la zona donde primero se aplicó una crema medicada. Este método generalmente es eficaz cuando otras terapias no surten efecto.
Fototerapia, en la que se expone a la piel a luz ultravioleta de ciertas longitudes de onda varias veces por semana, durante el transcurso de algunas semanas o meses.
La comezón que se presenta sin sarpullido puede derivar de ciertas enfermedades (enfermedad del hígado, insuficiencia renal, anemia, algunos tipos de cáncer y muchas otras afecciones), de medicamentos (narcóticos para aliviar el dolor y algunos medicamentos para el cáncer), así como de una disfunción nerviosa (compresión o irritación de los nervios).
El tratamiento de la enfermedad subyacente puede brindar alivio, igual que realizar ajustes en los medicamentos. Los antidepresivos pueden ayudar cuando las demás terapias no surten efecto.
La mayoría de comezones responde bien al tratamiento, aunque el alivio puede no ser inmediato. Varias cremas y ungüentos de uso tópico alivian la comezón de forma inmediata; entre las alternativas están los anestésicos tópicos, como la lidocaína o la benzocaína y los ungüentos, y las lociones como las de hierbabuena, alcanfor o calamina.
Si la comezón persistiera, lo mejor es consultar con el médico para obtener un diagnóstico y el tratamiento correspondiente. La comezón constante puede conducir a insomnio, ansiedad, depresión o inferior calidad de vida. La comezón prolongada y las rascaduras pueden aumentar la intensidad de la picazón, conduciendo a una afección conocida como líquen simple crónico o neurodermatitis, en la que la piel se engrosa, endurece y torna más difícil de tratar.
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