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Somos lo que comemos y si no ¡que le pregunten a nuestras arterias! Un estudio reciente encontró que en cada ocasión que comemos comida rápida de tipo chatarra, se perjudica a largo plazo al corazón pues disminuye la capacidad de dilatación de los vasos sanguíneos. A la inversa, éstos se dilatan mejor si nos sentamos a comer una comida saludable. La decisión de qué comer queda en tus manos, pero lo más inteligente es que optes por tu salud.

Falta de tiempo, vida agitada, largas horas fuera de casa o demasiado cansancio para ponerse a cocinar son algunos de los factores que pueden llevar a muchos a depender cada vez más de la comida rápida o chatarra, que en lugar de la excepción, se va convirtiendo en norma en muchos hogares. Pero si nos damos cuenta de que la calidad de nuestra vida y nuestra salud está directamente relacionada con lo que comemos, entonces hay que hacer un esfuerzo por sustituir esa comida chatarra por platillos saludables.

Por supuesto que lleva tiempo y esfuerzo planificar y preparar una dieta más sana, pero vale la pena, sobre todo para mantener una buena salud cardiovascular. Así lo confirma un estudio reciente, llevado a cabo por el Instituto Cardiaco de Montreal, afiliado a la Universidad de Montreal, en Canadá: una comida a base de verduras y salmón favorece el flujo sanguíneo, mientras que una comida de estilo rápido, a base de salchichas (hot dogs), o hamburguesas con papitas fritas, lo restringe, no mañana ni la semana que viene sino cada vez que se ingiere ya sea la comida saludable o la chatarra.

En el estudio, los investigadores incluyeron a 28 hombres no fumadores, que comieron primero una comida estilo mediterráneo que consistió en salmón, almendras y verduras cocinadas con aceite de oliva. Una semana más tarde, comieron una comida “chatarra” que incluyó un emparedado de salchicha, huevo y queso, junto con tres croquetas de papa. Luego de cada comida, los investigadores evaluaron cómo éstas afectaban la función del revestimiento interno de los vasos sanguíneos (el endotelio), que consiste en permitir la dilatación (o ensanchamiento) de dichos vasos (cuando la función del endotelio se dificulta, los vasos se estrechan y la sangre no puede circular apropiadamente, lo que a largo plazo puede provocar el desarrollo de la enfermedad cardíaca).

Las evaluaciones arrojaron lo siguiente: después de comer la comida chatarra, las arterias de los hombres que participaron se dilataron un 24 por ciento menos que cuando no habían comido. Sin embargo, tras ingerir la comida de tipo mediterráneo las arterias se dilataron normalmente y mantuvieron un buen flujo sanguíneo.

Además de la dilatación arterial, los investigadores midieron los triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre que puede provocar el estrechamiento de las arterias. En el estudio, los investigadores detectaron que los participantes con niveles más altos de triglicéridos en la sangre parecían beneficiarse más de la comida mediterránea, ya que sus arterias respondían mejor a la comida (se dilataban mejor) que las arterias de los hombres con niveles más bajos de triglicéridos.

Definitivamente, la dieta mediterránea le ofrece ventajas a tu corazón en particular y a tu estado de salud en general, haciéndote lucir más joven, tener más energía y a controlar mejor el peso.  Y para que puedas realizar los cambios necesarios en tu alimentación, te recordamos las principales características de este patrón de alimentación, característico de los países de la cuenca mediterránea:

  1. En ella abundan los alimentos de origen vegetal, como las frutas, las verduras y a base de granos integrales (pan, pasta, arroz, cereales y legumbres).
  2. Se utiliza el aceite de oliva como grasa principal, tanto para freír como para aderezar.
  3. Se consumen cantidades moderadas de queso y yogur.
  4. Se da preferencia a los alimentos de temporada, en su estado natural, y se escogen siempre los más frescos.
  5. La carne roja se consume sólo de cuando en cuando. Se consume más pescado (sobre todo el de tipo azul o graso), de carne de aves y huevos.
  6. Se consume vino (preferentemente el tinto) con moderación junto con las comidas.
  7. Las hierbas aromáticas se utilizan para agregar sabor a las comidas, como alternativa saludable a la sal.
  8. Otros alimentos básicos de la dieta mediterránea son las aceitunas, la miel y los frutos secos.

Ahora ya sabes en qué consiste y que resulta beneficiosa para ti. La próxima vez que te sientas tentado(a) a ordenar una hamburguesa o una pizza en un restaurante de comida rápida, recuerda que tus arterias y tu corazón se resentirán. ¿Vale la pena? Definitivamente no.

 

Imágen © iStockphoto.com / Sebastian Kaulitzki

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