Si tienes diabetes y estás deprimido, quizá te has preguntado si existe alguna relación entre ambas condiciones. Se han realizado varios estudios al respecto y efectivamente es más frecuente el riesgo de depresión en una persona con diabetes. También es más frecuente al revés: que una persona deprimida desarrolle diabetes. Aquí en Vida y Salud te explico a qué se debe la asociación.
El riesgo de que una persona desarrolle depresión si padece de diabetes es casi el doble comparado con la población general. Existen varios factores. Por un lado, existen ciertos estilos de vida que comparten ambas condiciones, como son la obesidad, los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo y el tabaquismo. Por otro lado, las personas que están deprimidas tienden a tener elevado el cortisol en la sangre. El cortisol se conoce como la hormona del estrés. Los niveles altos de cortisol aumentan la resistencia a la insulina y elevan los niveles de glucosa (o azúcar) en la sangre. Esto contribuye a la obesidad y al depósito de grasa en el abdomen que contribuye al desarrollo de diabetes.
Asimismo, el tener que estar pendiente de visitas médicas, prestar atención a la dieta, horarios de los alimentos, tomar medicamentos y el manejo de una condición crónica de salud, puede llevar a que una persona se deprima. Por eso se piensa que la conexión es bidireccional. Pero la depresión, aunque depende de varios factores, como la predisposición genética, el resultado es una condición médica que altera el funcionamiento del cerebro que afecta los pensamientos, las emociones y, que cuando es severa puede afectar la habilidad de funcionar en la vida diaria.
De hecho, en un estudio que realizaron unos investigadores de Johns Hopkins en 6,000 personas de entre 45 y 84 años que pertenecían al estudio Multi-Étnico de Ateroesclerosis que se publicó en el medio profesional JAMA encontraron que, en la primera parte del estudio, los participantes con síntomas de depresión que no tenían diabetes, tenían 42% más probabilidades de desarrollar diabetes comparado con los participantes que no tenían síntomas de depresión. Sin embargo, el aumento en las probabilidades no era estadísticamente significativo una vez que se ajustaba de acuerdo a la dieta, la actividad física, si la persona fumaba y si tomaba alcohol. Lo que demostraba que los factores de estilo de vida tenían un papel más importante que la depresión misma.
Por otro lado, cuando evaluaron a los participantes que no tenían depresión con prediabetes, con diabetes sin tratamiento o con diabetes en tratamiento, los investigadores encontraron que los diabéticos en tratamiento tenían un riesgo 54% mayor de desarrollar síntomas de depresión comparado con las personas que tenían los niveles de azúcar dentro de límites normales, al controlar otros factores, en los siguientes tres años. Lo interesante es que el riesgo fue 21% menor para las personas que padecían de prediabetes y 25% menor para las personas que padecían de diabetes pero no estaban en tratamiento, comparado con las personas que tenían la glucosa dentro de límites normales. Los investigadores no saben a qué se debe.
La causa precisa entre la asociación entre la depresión y la diabetes se desconoce. Podría en parte deberse a factores metabólicos, podría en parte deberse a que simplemente el saber que se tiene diabetes, para algunas personas podría causar estrés y depresión.
La depresión misma, independientemente de la causa, disminuye la energía que se necesita para mantener la concentración y la atención que se necesita para el tratamiento de la diabetes. Y la diabetes mal controlada puede causar cansancio y otros síntomas, además de complicaciones a largo plazo. Por otro lado, ambas condiciones, cuando se tratan, pueden llevar a una vida larga y feliz.
Todos nos sentimos tristes de vez en cuando, es una parte normal de la vida, pero si te sientes desesperado, y sin esperanzas, podrías estar deprimido. La depresión dificulta la posibilidad de funcionar en la vida diaria o de disfrutar como lo hacías antes. Cualquier actividad podría ser abrumadora. Pero, con tratamiento, podrías salir adelante. Es muy importante que busques ayuda, ese es el primer paso para que salgas adelante.
La conclusión: lo que importa si te diagnosticaron con diabetes es que sepas que aunque en este momento no tenemos la cura, tenemos formas de controlar la diabetes y que puedes disfrutar tu vida a pesar de tu condición. Y si crees que podrías estar deprimido, habla con tu médico, él o ella te pueden ayudar y, si es necesario, te pueden referir con un profesional de salud mental calificado. La depresión es una condición que se puede curar. Es posible vivir una vida larga y feliz con diabetes.
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