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Un estudio demuestra que las personas que han padecido de cáncer colorrectal pueden reducir sus probabilidades de una recaída siguiendo un estilo de vida más saludable. La dieta y el ejercicio parecen ser factores claves.   

El cáncer colorrectal es el que se desarrolla en el colon o el recto, y a veces se conoce simplemente como cáncer del colon. Ocurre cuando unos crecimientos anormales, llamados pólipos, se forman en el recto o en el colon y muchas veces se vuelven cancerosos.

Según la Sociedad Americana del Cáncer, alrededor de 135,000 nuevos casos de cáncer del colon ocurren cada año tan solo en los Estados Unidos, y se estima que unos 50,000 pacientes en ese país mueren al año de esta enfermedad. De hecho, ocupa el segundo lugar en casos de muerte debido al cáncer en los Estados Unidos, y es el tercer tipo de cáncer más frecuente en los hombres y las mujeres. Las cifras son similares en el resto del mundo. Pero hay esperanzas.

Los resultados de un estudio reciente realizado en Michigan State University’s Breslin Cancer Center pueden servir de estímulo a los pacientes con cáncer colorrectal a la hora de mantener hábitos de vida saludables y con ellos evitar una posible recurrencia.

Los resultados del estudio se presentaron en una sesión de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO por sus siglas en inglés). En la investigación participaron 1,515 pacientes con cáncer del colon de los Estados Unidos, Polonia, Vietnam y Europa del Este. Este número incluyó a 188 pacientes que habían sufrido una recaída del cáncer colorrectal después del tratamiento.

Los investigadores les preguntaron a los participantes acerca de su dieta, sus hábitos de ejercicio, su consumo de alcohol y si fumaban. La idea era averiguar qué factores podían afectar la progresión de la enfermedad.

Al término del estudio, se llegó a la conclusión de que los pacientes que comían pescado menos de dos veces por semana, o hacían ejercicios menos de una hora a la semana, tenían 2.5 más probabilidades de sufrir una recaída de cáncer de colon.

Esos hallazgos relativos al consumo de pescado y al ejercicio coincidieron con estudios anteriores, que investigaron cuáles factores podían incrementar el riesgo de desarrollar cáncer del colon.

Aparentemente ningún otro alimento afectó el riesgo de una recaída del cáncer del colon, incluyendo el consumo de carne roja o de alcohol. Tampoco fumar aumentó el riesgo de una recaída. Los investigadores han planteado la hipótesis de que los ácidos grasos omega-3 que contiene el pescado podrían reducir, de algún modo, el riesgo de cáncer colorrectal.

Sin embargo, los resultados del estudio se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista de medicina revisados por profesionales. Por otra parte, la asociación entre el riesgo del cáncer del colon y el consumo de pescado y el ejercicio no prueba una relación de causa y efecto.

Para la Dra. Smitha Krishnamurthi, vocera de ASCO y profesora de Case Western Reserve University School of Medicine, en Cleveland, fue una sorpresa que no se hallara relación entre el consumo de carne roja y el cáncer del colon. Ella frecuentemente les aconseja a sus pacientes que eviten la carne roja y los alimentos procesados, ya que otros estudios han encontrado una asociación entre su consumo y un mayor riesgo de este tipo de cáncer. Según ella, sí existe una relación conocida entre el ejercicio y la disminución en el riesgo de recaída del cáncer del colon. Según ella “Se sabe que el ejercicio reduce los niveles de insulina en el cuerpo, y la insulina es un factor de crecimiento, tanto para las células normales como para las malignas”.

Además, el ejercicio reduce la inflamación del cuerpo y ayuda a combatir la obesidad, que es otro factor de riesgo para el cáncer del colon. Por ejemplo, un ejercicio moderado, como una caminata rápida o un paseo en bicicleta una hora a la semana, o repartido en 20 minutos tres veces por semana, es suficiente.

Si has padecido de cáncer del colon, los resultados de este estudio pueden serte útiles. Es posible que hacer algunos cambios en tu alimentación y tu estilo de vida disminuyan tus riesgos de una recurrencia.

Desde luego, lo mejor es prevenir, en lo posible, el cáncer colorrectal, y eso en la actualidad no es complicado. Idealmente debes tener revisiones periódicas con tu médico quien seguramente te recomendará examinar para sangre oculta en la materia fecal y, especialmente importante, una colonoscopia, que es la exploración para visualizar el interior del intestino, especialmente al llegar a los 50 años (o antes, si tienes algún síntoma o factor de riesgo). La colonoscopia permite la detección temprana de pólipos (que no causan síntomas), que pueden extraerse antes de que se vuelvan cancerosos.  Si tienes cualquier duda, consulta con tu médico.

 

Imagen © Thinkstock / decade3d

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