El 8 de abril es el día internacional de la Enfermedad de Cushing, una alteración hormonal extraña que se produce por el exceso de la hormona cortisol en el cuerpo. En www.vidaysalud.com nos unimos a las distintas campañas a nivel mundial para proporcionar información sobre esta condición que muchas personas desconocen. Aquí te contamos de qué se trata y cómo reconocerla.
La Enfermedad de Cushing es un trastorno poco común del sistema endócrino -se estima que cada año le ocurre a una o dos personas de cada millón en todo el mundo-, que se caracteriza por un exceso de cortisol, generalmente provocado por un tumor benigno o por un crecimiento excesivo en la hipófisis. La hipófisis es una glándula localizada en la base del cerebro (también se le conoce como glándula pituitaria) que produce la hormona corticotropina (ACTH, por sus siglas en inglés), que le da la señal a las glándulas suprarrenales (que se encuentran arriba de los riñones) para producir cortisol.
El sistema endócrino o endocrinológico cuenta con ocho glándulas importantes (el hipotálamo, la hipófisis, la tiroides, las paratiroides, las suprarrenales, la pineal, el páncreas y las glándulas reproductoras -que a su vez incluyen a los ovarios y a los testículos), que en conjunto liberan más de 20 hormonas que viajan a los tejidos y a los órganos a través de la sangre, afectando los procesos de todo el cuerpo. Por eso, este sistema tiene un rol decisivo en la regulación del estado de ánimo, el crecimiento, el desarrollo, las funciones de los tejidos y del metabolismo, así como la función sexual y los procesos reproductivos.
Cuando los niveles hormonales están elevados, bajos o ha un desbalance, entonces hay un problema endocrino. Un ejemplo muy conocido es el de la diabetes (ya sea diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 o diabetes gestacional), que se asocia con la hormona insulina (que es secretada por el páncreas). La Enfermedad de Cushing, en cambio, se produce por un exceso de cortisol, que es una hormona que normalmente se secreta en situaciones estresantes y que, además, tiene otras funciones importantes.
Entre ellas: contribuye al control de la presión arterial; ayuda a disminuir la respuesta del sistema inmunológico y contribuye al metabolismo del cuerpo controlando los carbohidratos, las grasas y las proteínas. Lo hace estimulando la producción de la glucosa (azúcar) del hígado cuando necesita producir glucosa para alimentar a las células del cuerpo y moviliza a ciertos aminoácidos (que son los precursores de las proteínas) de los tejidos, por otro lado, cuando el cuerpo necesita conservar energía para la absorción de la glucosa por las células, empieza a utilizar energía de los adipocitos (las células de grasa).
Por el momento, no se conocen las causas ni los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollar la Enfermedad de Cushing, pero se sabe que afecta tres veces más a las mujeres que a los hombres, y que en general aparece entre los 20 y los 50 años de edad.
Muchos de los síntomas que indican la presencia de esta enfermedad suelen confundirse con las de otras más comunes. Por ejemplo, entre las principales señales que te deben llevar directo a consultar con un(a) endocrinólogo(a) –que es el médico que se especializa en los trastornos hormonales- se encuentran:
- Aumento de peso y/u obesidad central (acumulación de grasa en el abdomen con brazos y piernas delgados)
- Cara de luna llena (redonda y enrojecida)
- Estrías (marcas de estiramiento) en el abdomen, los muslos y los senos
- Joroba de búfalo (colección de grasa en la parte de atrás del cuello)
- Acné o infecciones en la piel que vuelven una y otra vez
- Aparición de moretones (morados) con facilidad y heridas que tardan en sanar
- Crecimiento de vello en exceso y en lugares que no son típicos en las mujeres, así como también pérdida del cabello
- Debilidad muscular
- Depresión, ansiedad, irritabilidad
- Impotencia o disfunción eréctil
- Osteoporosis
- Menstruación irregular o ausente
- Enfermedad cardiovascular
- Fatiga severa
- Dolores de espalda (lumbalgia)
- Alteraciones en el apetito, en la memoria y/o en el sueño
Recuerda que muchos de los signos y los síntomas de la enfermedad de Cushing pueden ser causados por enfermedades más comunes. Por eso, antes de alarmarte, es importante que hables detalladamente acerca de lo que sientes con tu médico o asesor de salud, para que pueda solicitar los estudios necesarios para determinar la causa de tus molestias y pueda establecer el tratamiento adecuado.
Existen distintas formas para tratar la Enfermedad de Cushing, pero no hay medicinas aprobadas para combatir esta condición. En general, se trata con una cirugía y/o con radiaciones para eliminar el tumor en la glándula pituitaria. Sin tratamiento, la Enfermedad de Cushing puede provocar distintas complicaciones, como:
- Osteoporosis y fracturas relacionadas a la osteoporosis
- Diabetes
- Hipertensión o presión alta
- Alteraciones en los niveles de lípidos (grasas en la sangre)
- Infecciones
- Cálculos en los riñones
- Problemas cardíacos, como exceso de coagulación de la sangre
- Disminución en la función tiroidea (hipotiroidismo)
- Infertilidad
La Enfermedad de Cushing es uno de los tipos del llamado Síndrome de Cushing, que simplemente se refiere a un exceso de cortisol, pero en este caso puede ser provocado por distintos motivos. El más común es la Enfermedad de Cushing, que se refiere al exceso de cortisol debido a un tumor o una hiperplasia (crecimiento excesivo) en la hipófisis (o glándula pituitaria) que representa el 70 por ciento de los casos.
Otro factor que puede provocar el Síndrome de Cushing o exceso de cortisol puede ser el uso de algunos medicamentos que contienen corticoesteroides, como es el caso de algunas medicinas para combatir las alergias, ciertos problemas respiratorios como el asma y otras condiciones como la artritis reumatoidea o artritis reumatoide y el lupus.
Comparte esta información con tus familiares y amigos y, por supuesto, si tienes síntomas o dudas acerca de esta enfermedad, consulta con tu médico.
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