El realizarse o no la prueba sanguínea para el antígeno prostático específico (APE) a partir de los 50, o antes si hay factores de riesgo, se ha convertido en tema de debate entre los expertos, los médicos y los pacientes. Hay opiniones a favor y en contra, así que te corresponde informarte y tomar partido. Abstenerte no es una opción inteligente y puede tener consecuencias graves para tu salud.
El cáncer de la próstata es uno de los de mayor incidencia en todo el mundo. Sin contar algunas formas de cáncer de la piel, es el cáncer más común en los hombres. Según el Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) de los Estados Unidos, sólo en ese país se diagnostican más de 200,000 casos de cáncer de la próstata cada año, y unos 28,000 hombres mueren debido a él. De ahí la importancia de detectarlo en sus inicios, determinar su grado de agresividad y tomar a tiempo las medidas necesarias.
Reconociendo los síntomas: Aunque el cáncer de la próstata no siempre da síntomas, y éstos pueden ser diferentes de un hombre a otro, es preciso que estés alerta. Si experimentas algunos de los siguientes síntomas, consulta a tu médico, sin olvidar que pueden deberse también a otras condiciones.
- Dificultad al orinar.
- Flujo débil o interrumpido de la orina.
- Deseos frecuentes de orinar, sobre todo de noche.
- Dificultad para vaciar completamente la vejiga.
- Dolor o sensación de ardor al orinar.
- Sangre o semen en la orina.
- Dolor persistente de espalda, caderas o pelvis.
- Eyaculación dolorosa.
¿Conoces tus factores de riesgo? No hay manera de saber con seguridad si vas a padecer de cáncer de la próstata. En general, el riesgo es mayor después de los 50 años, si tienes un familiar allegado (padre, hermano, hijo) que lo ha padecido o si eres de raza negra. Al parecer, una dieta alta en grasa (sobre todo en grasa animal) también aumenta la posibilidad de desarrollar cáncer de la próstata.
En términos generales un hombre tiene un 16% de que se le diagnostique cáncer de próstata durante su vida, y un 3% de morir de esa enfermedad. Además, mientras más mayor seas, tu riesgo es más alto.
Las pruebas para detectarlo. Las que se utilizan normalmente para detectar el cáncer de la próstata son las siguientes:
• Examen Rectal Digital (ERD). El médico inserta un dedo enguantado en el recto para determinar el tamaño, la forma y la consistencia (firmeza) de la glándula prostática.
• La prueba del Antígeno Prostático Específico (APE). El antígeno prostático específico es una sustancia que produce la próstata, y esta prueba mide sus niveles en la sangre, que suelen ser más altos de lo normal si existe cáncer de próstata. Pero otros factores, como la próstata agrandada, las infecciones prostáticas o algunos medicamentos o procedimientos médicos también pueden aumentar los niveles del APE en la sangre. Una concentración elevada del APE puede indicar cáncer de la próstata, pero también un agrandamiento benigno de la próstata, inflamación, infección o simplemente la edad. Por lo tanto, una concentración elevada del APE en la sangre por sí sola no basta para determinar si el paciente padece de cáncer de la próstata agresivo o no, o de condiciones benignas de la próstata (agrandamiento, inflamación o simplemente se debe a su edad), que están lejos de ser letales.
Para realizar la prueba, se coloca una banda elástica en la parte superior del brazo. Luego se limpia el área con alcohol y se inserta una aguja para extraer sangre, que después se analiza en un laboratorio para averiguar la concentración del antígeno prostático específico (APE). En todo caso, la prueba del APE no puede determinar con seguridad la presencia del cáncer de próstata, sólo la posibilidad de tenerlo. Únicamente una biopsia de la próstata puede determinar si hay células cancerosas. El médico es la persona indicada para interpretar los resultados de tu prueba del APE.
Y ahora, el debate. Hasta hace poco tiempo, se recomendaba que los hombres mayores de 50 años se sometieran al APE en los exámenes físicos de rutina. Pero el U.S. Preventive Services Task Force, en la edición del 22 de mayo de la revista Annals of Internal Medicine, recomendó abandonar la prueba del APE en los hombres que no tuvieran síntomas. Según el panel, la prueba causa más daños que beneficios, ya que resulta en demasiados diagnósticos en muchos cánceres de crecimiento lento que no ponen en riesgo la salud de la persona, a la vez que fomenta un tratamiento innecesariamente agresivo, que puede dejar a esos hombres impotentes o incontinentes. El problema del APE, de acuerdo al panel, es que indica la posible presencia del cáncer de la próstata, pero no distingue el tipo, y no todos los hombres necesitan ni ser operados ni ser tratados.
Pero la Asociación Americana Contra el Cáncer (American Cancer Society), así como muchos urólogos y oncólogos (médicos especialistas en cáncer), ponen en duda esa teoría, y aconsejan seguir haciendo la prueba como se ha hecho hasta ahora. Según ellos, a pesar de que puede causar biopsias dolorosas e innecesarias en hombres sanos, no existe otra prueba confiable para detectar a tiempo el cáncer de la próstata. Dicen que el objetivo principal de los médicos es identificar a los hombres que pueden morir de cáncer de la próstata y salvar sus vidas, y aunque es cierto que el APE no puede determinar la agresividad del cáncer, sí permite salvar la vida de muchos. Dicen que, hasta que no existan pruebas nuevas que distingan los canceres de próstata agresivos de los menos nocivos, el APE sigue siendo, en su opinión, la mejor opción.
Creo que la opinión de estos especialistas se puede sintetizar estupendamente con las palabras del Dr. Matthew R. Cooperberg, del Departamento de Urología de la Universidad de California en San Francisco (UCSF): “El APE no se debe considerar aisladamente sino junto con varios otros factores: edad, antecedentes familiares, etc. Incluso existe una calculadora que está en inglés en donde los especialistas rutinariamente incorporan los datos. Los bio marcadores y los exámenes con imágenes que se están investigando serán muy útiles en el futuro para los hombres que tienen el APE elevado y en quienes se está considerando hacer una biopsia. Pero lo crítico y lo que se necesita clarificar en este momento es que el APE en este momento es lo mejor que tenemos para la detección de pacientes con cáncer de próstata que están en alto riesgo y que sin duda se benefician de terapia agresiva. Lo que es importante es que el diagnóstico se debe de separar del tratamiento, y la mayoría de los cánceres de próstata que son de bajo riesgo deben seguirse con vigilancia activa. Muchas de las lesiones de bajo riesgo quizá deberían de cambiar de nombre y no llamarse “cáncer”. Todos estos cambios son posibles y mejorarían la eficacia y la efectividad de la detección significativamente. Pero el simplemente parar de realizar la detección del APE condenaría a miles de hombres con cáncer de la próstata de alto riesgo a muertes dolorosas y totalmente prevenibles”.
Infórmate antes de tomar una decisión. No dejes tu salud en manos de una organización ni de una agencia. Es esencial que te informes bien acerca del problema antes de tomar una decisión. Lo primero es una conversación franca y abierta con tu médico, que te explique con claridad la naturaleza y los riesgos del cáncer de la próstata, y también los pros y los contras del APE en tu caso particular. Y en caso de que tu nivel de APE salga alterado, es muy importante que recibas la información adecuada en cuanto a cómo proceder. Si tienes dudas o consideras necesario, pide una segunda opinión. Compara los riesgos y los beneficios y busca el consejo de tus seres queridos. Después, entre tú y tu médico pueden tomar la decisión más conveniente en tu caso particular.
Imágen © iStockphoto.com / Alexander Raths