El gobernador de California declaró estado de emergencia en California en enero debido a la sequía. De acuerdo a un estudio reciente del University of California, la sequía le costará al estado aproximadamente $2.2 mil millones de dólares y más de 17,000 trabajos. El impacto económico es aún mayor en el Valle Central conocido por su industria agricultora, que además es la fuente principal de algunos cultivos de frutas especiales y de las nueces de Estados Unidos. Pero el mayor costo es el costo humano. La sequía tiene un impacto importante en la salud. Los cambios del clima nos afectan a todos ¿Sabes cuánta agua gastas en diferentes actividades? Aquí te cuento.
Es interesante…. cuando se congelan los cultivos, se considera un desastre natural y los gobiernos ayudan a las personas afectadas. Cuando el clima causa lluvias torrenciales que causan inundaciones, con las terribles consecuencias que desgraciadamente vemos con frecuencia en las noticias, se considera un desastre natural y los gobiernos ayudan a las personas afectadas. Curiosamente, cuando ocurre lo opuesto, una sequía, aparentemente sin importar sus consecuencias, tanto a nivel económico y mucho más importante, a nivel humano, los gobiernos no parecen reaccionar de la misma manera.
La fotografía que ilustra esta columna no pertenece a un país en vías de desarrollo, aunque me recuerda algunos de los sitios más pobres en los países que no pertenecen al primer mundo. Es una fotografía que penosamente tomé en una visita hace un par de semanas en Fresno en el Valle Central de California, en Estados Unidos, en donde las personas y sus hijos están viviendo, bueno, “sobreviviendo” en casas hechas de cajas de cartón, y pasando hambre por la sequía. Han perdido todo, porque con la sequía se ha terminado el trabajo. En algunas comunidades del Valle Central el desempleo ha aumentado hasta el 50%. Esta región tiene el mayor desempleo en el estado de California.
Es una verdadera tragedia. Estas personas lo único que quieren es la oportunidad de trabajar para salir adelante. Muchos de ellos son latinos. Desde 1930 la tierra ha sido muy especial para las familias hispanas, no sólo es lo que ha permitido fortalecer la agricultura en el centro de California, sino es lo que ha permitido fortalecer a sus familias. De hecho, varias personas en la comunidad han creado un campaña sin fines de lucro llamada “Agua para la Tierra” para no sólo tratar de resolver el problema de la sequía, sino aumentar la oportunidad de trabajo y ayudar a las personas que se encuentran en situaciones desastrosas.
Si te estás preguntando qué hace esta columna en Vida y Salud, lo que sucede es que una situación como esta repercute en la salud.
Por un lado la sequía aumenta la incidencia de los problemas respiratorios: las alergias y el asma. Especialmente con las tormentas de arena. Y los niños son más vulnerables. El asma entre los residentes del Valle de San Joaquín se considera que está en niveles epidémicos – con uno de cada 6 niños afectados con asma.
Por otro lado, muchos padres quizá no tengan el dinero y/o la transportación para llevarlos al médico y en algunos lugares la farmacia más cercana queda a 25 minutos de distancia por carretera. Hay un hospital para niños pero no queda cerca (para algunos el viaje puede ser de una hora o más) y no todos los niños requieren servicios hospitalarios.
La calidad de vida es tan mala que cuesta trabajo atraer tanto a los médicos como a los especialistas. Muchas personas tienen que viajar cientos de millas a San Francisco o al sur de California para obtener los cuidados médicos que necesitan.
La falta de trabajo hace que muchos padres no puedan traer comida a la casa y, fuera de la época escolar en que los niños reciben un alimento en la escuela, sus hijos podrían pasar hambre o, si los padres pueden comprar algo, comprarán lo más barato y no necesariamente lo más nutritivo. Muchas veces sodas y galletas, o alimentos enlatados. La incidencia de diabetes es muy elevada.
Una de las alcaldes de área me dijo que ella y su esposo decidieron ir a comprar comida para los niños cuando los fueron a visitar en un evento de verano cuando se dieron cuenta que no estaban muy activos y estaban más delgados. Notaron que durante las vacaciones no recibían el almuerzo escolar que, frecuentemente, era la única comida diaria de estos niños cuyos padres estaban desempleados. También compartió conmigo que era una tristeza ver a los niños comer “cheetos” o “monsters” (que son nombres comerciales de comida chatarra) que podían obtener a menor precio, cuando en Fresno se producen frutas y vegetales.
De acuerdo a estadísticas que me proporcionaron en el Children’s Hospital en Fresno, 32.6% de los niños viven en la pobreza. Muchos no tienen suficiente comida, no tienen ropa. La sequía empeora esto. De los 120,000 niños que reciben en emergencias, el 50% que ven son para cuidados primarios. La violencia contra los niños y el descuido está aumentando debido a la sequía, el desempleo y la pobreza. Cuando hay cambios económicos los últimos en beneficiarse son los niños. A veces, cuando los hospitalizan, no quieren que los den de alta porque en el hospital les dan de comer 3 veces al día, alguien los atiende y hasta juega con ellos.
La falta de agua es tan terrible que las personas están teniendo que obtener el agua para beber de los pozos, que muchas veces está contaminada con arsénico (que proviene de las rocas) o de nitratos (proveniente de los fertilizantes). Esta agua debería de filtrarse, pero no cuentan con los medios para filtrarla y eso también va a afectar su salud. Y, por cierto, el tener que obtener agua de los pozos hará que eventualmente estos también se vacíen.
La falta de agua afecta la higiene y la higiene puede traer consigo otras enfermedades, como infecciones gastrointestinales.
La sequía también está afectando la educación de los niños ya que cuando las familias no pueden seguir los cultivos, varias se han ido a otros estados, como a Oregon. Esto hace que los distritos escolares pierdan dinero, que no puedan operar, y tienen que cerrar. Desde luego, esto afecta negativamente la salud mental de los niños.
Otro problema de salud muy importante es la coccidiomicosis o “Valley fever” que es una enfermedad que se contrae de respirar las esporas del hongo que la causa y para lo cual voy a dedicar otra columna ya que es un problema muy importante. Las esporas se encuentran en el aire especialmente cuando el ambiente está seco y hay viento. La sequía es un ambiente ideal. Por eso se recomienda evitar estar en exteriores especialmente en días secos si hace aire.
La falta de agua (o el agua contaminada de los pozos cuando no se filtra), la contaminación del aire, los pesticidas, y la pobreza están exponiendo su salud, poniendo en riesgo la vida de las personas del Valle y acortando su longevidad.
La falta de agua en esta área se debería de haber planeado desde hace varios años (construyendo plantas de desalinización, etc.). Obviamente no podemos volver el tiempo atrás, sólo podemos esperar que se implementen algunas de estas tecnologías, que se corrija la mala distribución y que se ayude a las personas que están pasando por este desastre natural en este momento en lo que mejoran las cosas. Por el otro lado, dadas las consecuencias de los cambios climáticos y el calentamiento global, todos podemos contribuir con nuestro granito de arena haciendo consciencia en el cuidado del planeta y la conservación del agua.
¿Te has puesto a pensar cuánta agua gastas? Se calcula que en estas actividades se gasta (1 galón equivale a 3.8 litros):
- En una ducha de 5 minutos – 10 galones
- En un baño de tina – 40 galones
- Jalando el agua del inodoro cada vez – 3 galones
- En la lavadora de ropa – 40 galones
- En la lavadora de platos – 10 galones
- Al cepillarnos los dientes con el agua corriendo – 2 galones por minuto
- Al cocinar – 7 galones
De acuerdo al US Department of Interior/ U.S Geological Survey y The Pacific Institute, la cantidad de agua que se necesita para ya sea crecer u procesar lo siguiente es:
- Una rebanada de pan – 1 galón
- Una naranja – 1 galón
- Una taza de café – 2 galones
- Una hoja de papel – 3 galones
- Una libra (450 gr) de acero – 4 galones
- Una libra de papas o patatas – 5 galones
- Una libra de carne de pollo – 10 galones
- Una libra de huevos – 20 galones
- Una libra de maíz – 50 galones
- Una libra de trigo – 60 a 100 galones
- Una camisa de algodón – 100 galones
- Una hamburguesa de ⅓ de libra (150 gr) – 150 galones
Lo que sucede es que una gran cantidad del consumo del agua se encuentra “escondido” y lo utilizamos para cosas que comemos, nos ponemos o para la energía que usamos. Y en realidad, aunque muchas personas le echan la culpa a los agricultores, en los Estados Unidos el 30% del uso del agua se debe al consumo de carne. Y, de acuerdo a National Geographic, en Estados Unidos el estilo de vida promedio se mantiene con 2,000 galones de agua al día, que es el doble del promedio mundial, de los cuales:
- 100 gal/día se gastan en casa
- 1,056 gal/día se gastan en la dieta
- 700 gal/día se gastan en energía
- 232 gal/día se gastan en “cosas”
- 2,088 gal/día se gastan en total
Lo bueno es que la mayoría de nosotros podemos hacer algo al respecto, podemos procurar gastar menos agua. Hay que recordar que hay lugares en el planeta en donde ni siquiera tienen agua corriente.
Ojalá que las cosas mejoren para tantas de las personas que viven en el Valle Central de California, que están viviendo las consecuencias de un desastre natural y que lo único que quieren es la oportunidad de poder trabajar.