La soledad es tal vez uno de los estados más temidos por el ser humano. Todo el mundo quiere huir de ella. Pero el simple hecho de estar con mucha gente alrededor no significa que no te sientas solo(a). En muchas ocasiones la soledad va mucho más allá de la compañía. Además, lo que afecta a tu mente y a tus emociones, repercute en tu salud física.
Además de la depresión y la ansiedad, el aislamiento social está asociado a un mayor grado de inflamación en el cuerpo. La inflamación está ligada a condiciones como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiacas, la enfermedad de Alzheimer y la artritis. La tristeza y el estrés producidos por el sentimiento de soledad, además afectan a la respuesta del sistema inmunológico o de defensas. Esto puede, por ejemplo, reactivar el virus del herpes latente en el cuerpo.
Hay remedios para la soledad: Extiende la mano hacia los demás. Participa en eventos comunitarios. Extiende y acepta invitaciones. Ofrece tus servicios como voluntario(a). Toma una clase de arte o de baile o de gimnasia. Sal a caminar y saluda a los vecinos. Adopta a una mascota. Una vida y una mente activas son el mejor antídoto para la soledad.
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