Descubre de qué se trata esta enfermedad infecciosa principalmente de los pulmones que actualmente afecta a un tercio de la población mundial.
El cine está lleno de películas en las que de un modo u otro hay alguien que tiene tuberculosis. Es lo que ocurre en Ana Karenina, Dash y Lilly, El Jardinero Fiel, Los Miserables, Moulin Rouge y Sangre y Vino, por nombrar algunos ejemplos. Pero no se trata solamente de casos de ficción: la tuberculosis es un problema de la vida real de nuestro tiempo, aunque nunca hayas oído hablar de esta enfermedad.
La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria (un bacilo) denominada Mycobacterium tuberculosis (que fue descubierta en 1882 por Roberto Koch), que una vez que entra al cuerpo circula por la sangre y el sistema linfático y suele afectar a los pulmones, aunque también puede afectar a otras partes de tu cuerpo.
Esta infección puede estar en el cuerpo de una persona sin que cause síntomas. Se dice entonces que la bacteria está inactiva, y así puede estar durante toda la vida. Pero si la tuberculosis se activa, entonces la persona notará los efectos que el bacilo de la tuberculosos puede provocar:
- Tos severa durante al menos tres semanas
- Pérdida de peso y del apetito
- Toser o escupir sangre o mucosidad
- Debilidad y/o cansancio
- Fiebre y escalofríos
- Sudores nocturnos
- Dolor de pecho al toser o al respirar
Para que te des una idea, se estima que 1 de cada 10 personas infectadas tendrá la tuberculosis activa en algún momento de su vida. Esto ocurre, en general, porque por algún motivo el sistema de defensa del cuerpo se debilita, como ocurre en los pacientes con VIH/SIDA o en los adultos mayores.
Como el bacilo de la tuberculosis se disemina por el aire, el contagio puede ocurrir cuando una persona enferma (con la bacteria activa) tose, estornuda o habla. Por eso, fue tan mortal en el pasado y hoy en día la tuberculosis sigue siendo un problema para la salud pública mundial que aún no se ha resuelto, tanto que en 1993 fue declarada una emergencia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Actualmente, un tercio de la población de todo el mundo tiene tuberculosis. Las regiones más afectadas son Asia, África y América Latina, donde se registra el 95 por ciento de los casos de tuberculosis (sólo el 5 por ciento restante se produce en los llamados países desarrollados).
Se estima que cada año hay de 8 a 10 millones de casos nuevos de tuberculosis. Además, hay muchas zonas en las que los registros son incompletos, por eso se cree que, en verdad, los afectados son muchos más. Muchas veces, esos registros no son completos por las condiciones socioeconómicas, pero en otros casos se oculta, porque esta infección suele ser vinculada con la pobreza, aunque la enfermedad no distingue entre clases sociales.
El problema es que, si no se trata adecuadamente (aun cuando la tuberculosis está inactiva, para evitar que se active), la tuberculosis puede ser mortal. El tratamiento consiste en tomar antibióticos durante varios meses. Por eso, a mediados de 1950, luego del descubrimiento de estas medicinas, esta enfermedad estaba prácticamente eliminada.
Sin embargo, la tuberculosis ha reaparecido con formas más potentes, más agresivas, que no se pueden curar con los antibióticos que conocemos, ya que la bacteria se ha vuelto resistente a los distintos medicamentos (como la temida tuberculosis multiresistente o MDR-TB, que según la OMS en 2010 representaba 650 mil casos en el mundo). Por eso, en la actualidad, para tratar la tuberculosis se usa una combinación de medicinas (generalmente cuatro medicamentos), y todas ellas están continuamente en investigación hasta que se descubra cuál es la que mejores resultados ofrece.
La tuberculosis puede prevenirse, incluso si has estado expuesto o en contacto con alguien enfermo. Por eso, si crees que ese es tu caso, es importante que hables con un especialista de inmediato para que te haga las pruebas necesarias y te indique qué hacer. En algunos países en los que hay más casos de tuberculosis, los niños reciben la denominada vacuna BCG (por el bacilo Calmette-Guerin). Pero en los países en donde los casos de tuberculosis no son tan frecuentes, como en Estados Unidos, la BCG no se recomienda para la población en general, ya que no es muy efectiva en los adultos y causa resultados falsos positivos en los resultados de los análisis.
Por todo esto, si tienes fiebre alta, pérdida de peso sin razón o que no se puede explicar fácilmente, sudor nocturno y tos persistente, es muy importante que consultantes a un médico lo antes posible. Estos síntomas también podrían deberse a otros problemas de salud, pero de igual modo es necesario determinar la causa para que recibas el tratamiento adecuado.
Algo muy importante. Si te diagnostican con tuberculosis, asegúrate de tomar las medicinas al pie de la letra y durante el tiempo que te indican aunque te empieces a sentir bien. Si no las tomas correctamente o las suspendes antes de tiempo, puedes no sólo contagiar a otros sino enfermarte de nuevo. Si te enfermas otra vez, ya no será tan fácil que respondas a las medicinas porque el bacilo puede volverse resistente a las medicinas.
Además, es importante que tanto las personas que viven contigo como las que trabajan contigo vayan con su médico o a un centro de salud para que les hagan una prueba para asegurarse que no se han infectado ya que de ser así ellos también deben de recibir tratamiento.
Por cierto, algunas personas que han estado expuestas a la tuberculosis pueden no desarrollar la enfermedad activa sino que la bacteria entra a su cuerpo y permanece inactiva. En esos casos, se puede dar un tratamiento profiláctico (preventivo) para evitar que esa bacteria se active en un futuro (si su sistema de defensas se debilitara).
Como ves tenemos mucho por hacer para ganarle la batalla a la tuberculosis. Por el momento, lo más importante es: que cualquier persona que tiene síntomas que sugieran tuberculosis vaya a que se establezca el diagnóstico de inmediato y tome el tratamiento correctamente y hasta que lo complete. Y que cualquier persona que piense que pudo estar expuesta a la tuberculosis vaya a que se determine si es así para que lo traten. Mientras tanto, los científicos en todo el mundo continúan sus investigaciones buscando el día en que podamos decir que hemos erradicado la tuberculosis.
Imagen © iStock / WILLSIE