La sabiduría popular da cuenta de un ilimitado número de remedios caseros para evitar la caída del cabello. Pero, ¿funcionan en realidad?
Las páginas del Internet están repletas de remedios caseros que prometen evitar la caída del cabello. Uno de los más llamativos consiste en licuar ajos, cebollas y unas gotas de limón y agua, frotarse la mezcla en el cuero cabelludo y dejar que actúe durante la noche. No hay evidencia científica que demuestre la efectividad del tratamiento pero quien tenga la valentía de realizarlo seguramente tendrá problemas conyugales o familiares debido a la olorosa mezcla.
Otra mezcla de remedios caseros que se considera mágica para evitar la caída del cabello son la ortiga, la albahaca o los berros, en preparación y aplicación similar a la anterior. O la mezcla de tomate y clavos de olor, leche con azafrán, claras de huevos y hasta leche de coco. Con base en estos elementos naturales se han desarrollado incontables productos que prometen la prevención de la caída del cabello e incluso su reaparición.
Pero lo más curioso es que también hay quienes creen que permanecer de cabeza y con los pies arriba, durante cinco minutos diarios, incrementa el riego sanguíneo y contribuye a conservar el cabello que aún no se ha caído.
Frente al truco de pararse de cabeza para evitar la caída del cabello, lo único que te puedo decir es que si funcionara, veríamos a los calvos caminando en sus manos por la calle. En cuanto a los otros remedios para combatir la calvicie, es importante decir que todos aquellos ingredientes funcionan mejor en las ensaladas o en cualquier otra receta culinaria que en el cuero cabelludo, pues no se ha demostrado científicamente que estos remedios caseros contribuyan a evitar la caída del cabello. Es posible que algunos de ellos retrasen la pérdida pero no eviten la caída, sobre todo cuando se trata de las personas que tienen la predisposición genética.
Para tratar la calvicie común o alopecia (el tipo más frecuente de pérdida de cabello entre quienes sufren esta condición y el único tipo que podría tratarse), la Administración de Alimentos y Medicamentos (conocida como FDA) aprobó una loción llamada Minoxidil para usos cosméticos que, aplicada dos veces al día en las cantidades indicadas, mejora el riego sanguíneo hacia los folículos –los diminutos espacios en donde nace cada cabello- y puede parar la pérdida de pelo. Estos resultados no se ven de inmediato, hay que esperar varios meses y si funciona, hay que continuar usándola para que siga surtiendo efecto. Tu médico también te podría recetar unas pastillas llamadas Propecia (finasterida), que es otro de los tratamientos con receta aprobados, pero sólo para hombres.
Pero, si las causa de la caída del cabello no se debe a la calvicie común sino a otra cosa (estrés, hipotiroidismo, otros cambios hormonales, efectos secundarios de tratamientos como quimioterapia, otros medicamentos o estrés) no hace falta entonces acudir a ninguno de los remedios caseros mencionados. Basta con acudir al dermatólogo, quien determinará si la pérdida del cabello es reversible o no y te indicará el tratamiento adecuado, sin que “te tomen el pelo.”
Teniendo en cuenta lo anterior, y si después de ver al dermatólogo ninguno de los tratamientos te funciona, el mejor “truco” para soportar (no para evitar) la pérdida del cabello es la resignación…y, desde luego, puedes preguntarle acerca de la posibilidad de hacerte implantes.
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