Cuando hablamos de una visión saludable, nos referimos al cuidado y la protección de la visión tanto ahora como a largo plazo − se trata del sentido que te permite tener una exclusiva y personal visión del mundo. Mucho de lo que aprendes, experimentas y disfrutas te llega a través de tus ojos.
La visión saludable requiere vivir saludablemente, realzando la importancia de tu vista y protegiendo el bienestar de tus ojos. Significa hacerte exámenes de la vista con regularidad. También significa usar la graduación correcta en caso de necesitar anteojos o lentes de contacto. Significa saber cómo proteger tus ojos del resplandor, de los nocivos rayos solares UV, de las actividades de alto riesgo. Significa entender cómo tu estilo de vida, tu dieta y tus hábitos pueden afectar la calidad de tu visión − hoy y en el futuro.
Y la visión saludable significa además proteger la visión de tus niños.
Un cuerpo saludable. Hábitos saludables. Una visión saludable.
Tus ojos son parte de tu cuerpo. Algunos de los mismos hábitos saludables que protegen tu salud en general también promueven la salud visual:
- Consumir una dieta equilibrada rica en fibras, frutas y verduras
- Beber agua para hidratar tu cuerpo y tus ojos
- No fumar, y evitar la exposición prolongada al humo del cigarrillo
- Usar protección ultravioleta (UV)
Los antioxidantes tales como las vitaminas C y E y los carotenoides como la luteína y la zeaxantina han demostrado ser prometedores en los estudios de investigación para reducir el riesgo y el avance de las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad (DME). Pregúntale a tu doctor si estás consumiendo suficiente cantidad de ellos a través de los alimentos o si deberías considerar suplementos de los mismos. Recuerda que no tienes porqué gastar una fortuna en ellos. Se consiguen económicamente en el supermercado o en la farmacia.
Recordatorios adicionales para una visión saludable.
Los estudios muestran que una cantidad sorprendente de hábitos de salud visual se pasan por alto. Por ejemplo, es importante completar el tratamiento que te receten cuando tienes problemas oculares. Esto significa seguir las instrucciones al pie de la letra hasta que el medicamento se haya acabado, no dejarlo a medias porque crees que ya mejoraste.
Recuerda que debes informarle a tu profesional de la salud visual acerca de cualquier medicamento que te haya recetado otro médico, ya que pueden producirse efectos secundarios no deseados para tu vista cuando se combinan medicamentos oftalmológicos con otras recetas.
Resulta sorprendente cuántos de nosotros trabajamos con poca luz o en condiciones de escasa iluminación − procura utilizar iluminación adecuada y uniforme cuando leas o hagas algún trabajo que requiera concentración. Y adapta la iluminación de la pantalla de tu computadora al ambiente en el cual la usas.
Tanto el resplandor como la radiación UV presentan riesgos y peligros visuales. Tómate un tiempo para entender cómo reducirlos, ya sea con lentes protectores o lentes que reduzcan el deslumbramiento y bloquéen totalmente los rayos UV.
Hay más − mucho más − para tomar en cuenta si realmente deseas comprometerte a tener una vista sana. En esta sección encontrarás mucha más información que te permitirá disfrutar de todo lo que te brindan esos lindos ojos…