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  • El labio leporino es un conjunto de condiciones que involucran un fallo en la fusión del paladar y/o el labio de bebé durante el embarazo. Este puede variar en complicación y lugar de la afectación pudiendo ser en un lado o en ambos del labio superior (uni o bilateral).
  • El labio leporino, llamado hundimiento de labio y paladar, es la malformación congénita más común, afectando a 1 de cada mil bebés en Estados Unidos y a 1 de cada 400 en el mundo. Avances en imagen y cirugía han permitido tratar de mejor manera el aspecto físico, la cicatrización y reduciendo los fallos en el desarrollo maxilofacial.
  • Personas con hundimiento de labio y paladar, conocido como labio leporino, se enfrentan a desafíos emocionales y psicológicos relacionados con: el estigma, la creencia de fallos cognitivos o de interacción social. Además, pueden existir dificultades del habla, para comer y mayor presencia de caries.

Con el avance de la medicina y el bienestar de los seres humanos hemos podido trabajar hacia un mundo donde todos pueden insertarse en la sociedad, con sus diferencias, pero idealmente con las mismas herramientas físicas. Este es el caso del labio leporino: una enfermedad que se produce en la gestación a causa de un fallo en el cierre de las estructuras del paladar y el labio. En este artículo te hablaremos de la malformación más común en la región, pero sigue cargado de mitos y rechazo en muchas personas, revisando sus causas y avances en el tratamiento.

Hasta los emperadores

Joaquin Phoenix, un renombrado actor ganador del premio Óscar por su actuación en ‘Joker’ y que encarnó al emperador romano Cómodo, se hipotetiza, ya que no lo ha confirmado, que tiene una forma menor de labio leporino llamado microforma labial (que afecta a solo al 1% de todos los pacientes). Hace un tiempo una presentadora se burló de la cicatriz que tiene, recordando los estigmas que perduran e impiden la inclusividad.

Son muchas otras personas conocidas que lo tienen:

  • Carmit Bachar, de las ‘Pussycat Dolls’
  • El ex mariscal de campo Peyton Manning
  • Viggo Mortensen, quien hizo de ‘Aragón’ en ‘El Señor de los Anillos’
  • Incluso se piensa que el personaje bíblico Moisés también tenía un tipo de labio leporino.

Entendiendo el labio y paladar hundido

El labio leporino, como es conocido coloquialmente, es una condición congénita, es decir, que ocurre durante el desarrollo del feto. Aunque puede variar en su profundidad y gravedad, el principal efecto supone una falla en la fusión del labio superior y/o el paladar; algo que sucede normalmente en el primer trimestre.

Se observa un surco o depresión cutáneo y muscular a lo largo del lugar donde ocurre el hundimiento. Puede ser en un lado o en ambos; unilateral y bilateral respectivamente, apunta el Dr. Enrique Amarillas, Cirujano Maxilofacial de la Universidad Autónoma de México.

Se estima, de acuerdo al Instituto Nacional de Investigación Craneofacial y Dental de Estados Unidos, que 1 de cada mil bebés nacen con algún grado de hundimiento del paladar y/o el labio. En el mundo, por otro lado, la incidencia es un tanto mayor con 1 caso cada 400 bebés nacidos, aproximadamente. “La proporción entre hombres y mujeres afectadas es de 3:1, agrega el Dr. Amarillas.

Tratamientos y detección

  • Técnicas de imagen intrauterinas: La mejora en la definición y profundidad de observación no invasiva ha permitido detectar hasta los casos más leves; preparando a los padres y médicos para las intervenciones necesarias.
  • Cirugía y cicatrización: La corrección maxilofacial ha tenido muchos avances en las últimas décadas; permitiendo mantener el área activa para un normal crecimiento. Por otro lado, se han perfeccionado las técnicas de cicatrización, pudiendo, aunque no hasta la desaparición total, una leve marca que puede pasar desapercibida.

Es muy importante tratar y corregir el defecto, principalmente en los casos más extremos, por los desafíos físicos y emocionales que pueden suponer:

  • Aspecto físico: Cómo discutimos previamente, aún el  entendimiento de la condición por parte de las personas es reducido, generando estigma y discriminación. Esto puede afectar a la autopercepción y dificultar el proceso de desarrollo emocional requerido.
  • Problemas dentales: Los niños con labio y paladar hundido al parecer tienden a tener una mayor predisposición a caries dentales. Este fallo estructural puede hacer difícil comer e incluso tragar ya que algunos alimentos pueden moverse a la nariz.
  • Cambio en la voz: Es común asociar esta malformación con una forma particular de hablar llamada ‘del tipo nasal’. Efectivamente eso puede traer consigo una dificultad para comunicarse, e incluso desistir de hablar.

Mitos

Desafortunadamente, desconocimiento y estereotipos sobre el labio leporino persiste. Veamos algunos conceptos que podemos disipar:

  • El tener un problema en el cierre del labio y/o paladar no afecta en absoluto a la inteligencia o capacidades; tal como lo demuestran los ejemplos que señalamos previamente.
  • De la misma manera como no hay ninguna afectación a nivel cognitivo, tampoco lo tiene a nivel social. Lo que sí sucede es que los afectados se sienten estigmatizados, dificultando la inserción social y poder madurar estos procesos.
  • Existen diferentes niveles de afectación, así como lugar que tiene el hundimiento. Llamar labio leporino supone dejar de considerar a aquellas personas que es su paladar el hundido.
  • Aunque no hay formas específicas para prevenirlo, si se han descrito factores de riesgo, pero que no tienen un completo consenso. Algunos son: exposición al humo de cigarrillo, ciertos medicamentos e insecticidas, alcohol, obesidad maternal y la diabetes.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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