Para reducir sus probabilidades de sufrir cáncer de mama
Comer frutas y vegetales nos beneficia a todos. Pero un estudio nuevo publicado en Pediatrics nos brinda una razón más para insistir en que las niñas, especialmente, los incluyan en su dieta desde temprana edad. Éstos las ayudan a reducir el riesgo de desarrollar enfermedad benigna del seno, una variedad de condiciones no cancerosas, algunas de las cuales aumentan las probabilidades de sufrir cáncer de mama.
Sabemos que las frutas y los vegetales son importantes en una dieta balanceada y para una buena salud. Generalmente son ricos en minerales, vitaminas y fibra y, tienden a ser bajos en calorías, por lo que contribuyen a nuestra nutrición sin perjudicar el peso. En www.vidaysalud.com ya te hemos explicado que su consumo se ha relacionado con la longevidad y con la salud del corazón desde la infancia.
Pero si quieres una razón más para traerlos a tu mesa, aquí la tienes. Un estudio, encabezado por la investigadora Caroline Boake, asociada de posgrado en la Channing Division of Network Medicine en el Brigham and Women´s Hospital y la Harvard School of Public Health, en Boston, Estados Unidos, afirma que las niñas que consumen frutas y vegetales ricos en carotenoides tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedad benigna del seno más adelante en la vida, lo que a la larga reduce también el riesgo de sufrir cáncer de mama.
¿Sabes en qué consiste la enfermedad benigna del seno? Se les llama así a una serie de condiciones no cancerosas, pero no menos molestas, que afectan a los senos. A menudo, se presentan como una masa – a la que se le llama nódulo, bulto o protuberancia- cuya área suele ser muy sensible al tacto. Las probabilidades de que esa masa sea benigna son mayores entre más joven sea la mujer.
Muchas detectan los nódulos o protuberancias mientras se duchan o bañan, o cuando realizan un autoexamen de los senos. Otras veces los descubre un médico, o el ginecólogo, durante un examen de rutina. La causa más común de las masas en los senos son los fibroadenomas, y una combinación de fibrosis y quistes (conocidos como cambios fibroquísticos). No importa la edad en la que aparezcan, deben ser evaluadas por un profesional de la salud para descartar que se tratan de un cáncer.
¿Te imaginas tener el poder de reducir su incidencia a través de la alimentación de tus hijas o de tu alimentación? Este poder te llega a través de los carotenoides, que son los pigmentos que les dan a las frutas y a los vegetales los colores naranja, rojo o verde oscuro, como la zanahoria, el boniato dulce (batata o camote), el melón, la espinaca, los pimientos (ajíes) y la col (berza), entre otros. Sus propiedades antioxidantes protegen contra el desarrollo del cáncer, ya que absorben sustancias peligrosas llamadas radicales libres que dañan a las células.
Ya existían estudios previos sobre la relación de los carotenoides y el cáncer de seno que, a pesar de haber arrojado resultados mixtos, en su mayoría sugerían que, efectivamente, los carotenoides tienen un efecto protector ante la condición. Así que el equipo dirigido por Caroline Boeke se propuso analizar los efectos del consumo de frutas y vegetales ricos en estos pigmentos en un grupo de niñas que participaron en un estudio que comenzó en 1996. Durante la investigación, se revisaron sus informes de alimentación desde 1996 hasta 1998. Posteriormente analizaron informes de alimentación de los años 2005, 2007 y 2010, tomados de un grupo de niñas que habían recibido un diagnóstico de enfermedad benigna del seno después de haberse sometido a una biopsia. La evaluación incluyó en total a unas 6,600 niñas y de ellas, 122 tuvieron un diagnóstico de la condición.
Al analizar el consumo de alimentos ricos en carotinoides, encontraron que las probabilidades de desarrollar enfermedad benigna del seno en las que consumían la mayor cantidad de betacaroteno (un tipo de carotinoide que da el color amarillo o naranja) eran alrededor de la mitad de las que ingerían la menor cantidad de frutas o vegetales ricos en este pigmento. Las niñas del grupo de consumo más grande consumían de 2 a 3 porciones de alimentos ricos en carotinoides a la semana.
De ahora en adelante, tu reto es lograr que tus hijos en general, y muy especialmente las niñas, consuman más vegetales y frutas. La Academia Americana de Nutrición y Dietética y la Organización Mundial de la Salud recomiendan que se consuman unas 5 porciones de frutas y vegetales al día, pero algunos expertos recomiendan incluso añadir 2 más, haciendo un total de siete. Las siete porciones permiten recibir al día más del mínimo ofrecido por las cinco porciones recomendadas originalmente.
Para poder calcular rápidamente una porción, es la cantidad de fruta o verdura que cabría en la palma de tu mano. La cantidad es importante, pero también la variedad. En lugar de un solo vegetal o fruta, trata de ofrecerles opciones para que reciban la mayor cantidad posible de minerales, vitaminas y carotinoides necesarios para una buena salud.
¿Te parece imposible conseguirlo? Tus hijos o hijas no son los únicos a los que se les hace difícil consumir este tipo de alimentos. Te recomiendo que explores las deliciosas recetas a base de vegetales y frutas que ofrecemos en www.vidaysalud.com, cuidando su preparación para conservar todo su valor alimenticio. Con un poco de paciencia y perseverancia, mejorarás su alimentación y los estarás protegiendo de condiciones como la enfermedad benigna del seno y otras que son prácticamente una epidemia, como la diabetes o las enfermedades cardíacas que pueden llegar a ser serias cuando sean adultos.
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