La fiebre o temperatura alta es uno de los síntomas más comunes, especialmente cuando hay una infección.
Si tienes fiebre, evita cubrirte o meterte debajo del cobertor. Si te cubres cuando tienes escalofríos, la temperatura sube más. También es importante tomar muchos líquidos y alguna medicina para bajar la fiebre.
En los niños y jóvenes menores de 19 años no se recomienda la aspirina sin consultar con su médico (puede causar síndrome de Reye). En ellos es mejor usar el acetaminofén que se conoce, entre otros, como Tylenol o paracetamol.
Si la temperatura es mayor de 102, se pueden usar paños de agua fría, no helada o, tomar un baño de agua tibia. No hay que usar las friegas de alcohol porque se puede absorber a través de la piel y pasar a la sangre, especialmente en los bebés, y puede ser peligroso.
La fiebre hace que sudes y pierdas líquidos. Es importante reponerlos para evitar la deshidratación. Especialmente si hace calor, o si tienes vómito o diarrea.
Si la fiebre persiste por más de 24 a 48 horas consulta a tu médico. Pero no te esperes si el niño está somnoliento, si tienes dificultad para despertarlo, o si existen otros síntomas como dificultad para respirar, convulsiones, vómito o diarrea.
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