Nuevos lineamientos sobre la presión arterial normal y la hipertensión
Sin descanso, segundo a segundo, el corazón bombea la sangre que circula por el cuerpo. Impulsada por el corazón, la sangre ejerce presión sobre las paredes de las arterias. La medida de esa fuerza es lo que se conoce como tensión o presión arterial. Lo ideal es mantenerla dentro de los límites normales con un estilo de vida saludable, porque cuando se excede por encima de esos límites (hipertensión), o por debajo (hipotensión), puede tener consecuencias negativas para tu salud y tu calidad de vida. Aquí encontrarás un pequeño resumen sobre la presión arterial, los nuevos lineamientos sobre los parámetros normales y anormales y los síntomas que indican que anda fuera de control.
Cada vez que vas al médico, habrás notado que invariablemente te pesan, toman tu temperatura y tu presión arterial. Y lo mismo hacen con todos los que van a la consulta. Eso te da una idea de lo importante que es este dato para evaluar la salud del paciente, cualquiera que sea su edad. La presión o tensión arterial, es la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias cuando el corazón la bombea. Para medirla, el doctor o la enfermera usan un aparato que se llama esfigmomanómetro o tensiómetro, una especie de manguito que se coloca en el antebrazo cuando estás relajado. A través de ese aparato, se hace la lectura o se toma de la presión. Esta cuenta con dos números:
- El número más alto, o superior, representa la presión de la sangre en las arterias cuando el corazón la bombea (cuando el músculo del corazón se contrae) y es lo que se conoce como presión sistólica.
- El número más bajo, o inferior, mide la presión en las arterias entre un latido y otro, o sea, cuando el músculo del corazón se encuentra en reposo. Esta es la presión diastólica.
La presión arterial: cómo se interpretan los números
La presión arterial o tensión sanguínea se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) con el número que identifica la presión sistólica arriba y el de la presión diastólica abajo (por ejemplo, 120/80 mm Hg). Se considera que la presión está dentro de los niveles normales cuando la cifra de la presión sistólica es menos de 120 mm Hg y la presión diastólica es menos de 80 mm Hg.
La siguiente tabla enseña los nuevos lineamientos (noviembre del 2017) sobre la presión arterial normal en el adulto según las especificaciones de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) y la Academia Americana de Cardiología (American College of Cardiology). También enseña los números que indican un mayor riesgo de tener problemas de salud.
Valores de la presión arterial en los adultos (en mm Hg o milímetros de mercurio)
Categoría |
Sistólica |
|
Diastólica |
Normal |
Menos de 120 |
y |
Menos de 80 |
Pre hipertensión o presión elevada |
Entre 120 y 129 |
y |
Menos de 80 |
Presión arterial alta | |||
Fase 1 |
Entre 130 y 139 |
o |
Entre 80 y 89 |
Fase 2 |
140 o más |
o |
90 o más |
Si la presión sistólica está arriba de los 180 y/o la presión diastólica está arriba de los 120, se considera una crisis hipertensiva y hay que ver al médico inmediatamente.
Debes tener en cuenta que la presión arterial, aunque sea normal, no es igual a todas horas. Disminuye cuando duermes y aumenta cuando te despiertas (por eso es frecuente que los ataques cardíacos se presenten en la mañana, por ejemplo). Durante el día puede aumentar con el ejercicio, o cuando te sientes ansioso o nervioso.
Por esa razón, para tener una lectura confiable, debes relajarte durante unos minutos antes de tomarla. Tampoco te debes tomar la presión cuando te sientas con estrés, si has consumido cafeína o fumado en la última media hora, o has hecho ejercicio recientemente. O, al menos sabrás que durante esos periodos tu tensión arterial estará más elevada.
Con la edad, la presión sistólica tiende a ir en aumento, mientras que después de los 60 años, la presión diastólica por lo general comienza a bajar, debido a que los vasos sanguíneos se endurecen.
Un aviso: la pre hipertensión o presión elevada
Si tus lecturas de la presión arterial son de 120/80 o superiores pero por debajo de 130/80, tienes pre hipertensión. Esto significa que tienes muchas posibilidades de padecer hipertensión o presión alta. En ese caso, debes realizar todos los cambios posibles en tu estilo de vida para evitar llegar a la siguiente etapa: la hipertensión.
Hipertensión o presión arterial alta
La presión alta puede dañar muchos órganos, como el cerebro, los ojos, el corazón y los riñones, además de las arterias de todo el cuerpo. Si tienes hipertensión sin diagnosticar o no la tratas adecuadamente, tienes más riesgos de tener un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular o sufrir insuficiencia renal.
¿Quiénes tienen hipertensión? Como viste en la tabla anterior, las personas con valores de presión sistólica entre 130 y 139 y/o presión diastólica entre 80 y 89 tienen lo que se denomina hipertensión de etapa 1. Cuando la presión sistólica está por encima de 140 y/o la presión diastólica por arriba de 90, se trata de hipertensión de etapa 2. ¿Cómo puedes saber si sufres de hipertensión? Es difícil a menos que te hagas chequeos regulares, ya que en general, la presión sanguínea elevada o presión arterial alta no causa síntomas, por eso muchos la llaman el “asesino silencioso”. Cuando los síntomas aparecen, podrías sentir:
- Dolores de cabeza.
- Mareos.
- Cansancio.
- Zumbido en los oídos.
Si al medir tu presión, los números son elevados en varias tomas, debes acudir al médico cuanto antes. Si la hipertensión se detecta en el consultorio, quizás durante una visita por otro motivo de salud, el médico te indicará otros exámenes para determinar si la presión alta ha dañado algún órgano (ojos, corazón, riñones, por ejemplo). Si los exámenes demuestran que no has tenido hipertensión durante mucho tiempo, el médico te pedirá que regreses al consultorio en dos ocasiones más como mínimo para medir la presión antes de diagnosticarte hipertensión, ya que cualquiera puede tener una lectura alta y aislada.
¿Y si te diagnostican hipertensión? Es imprescindible comenzar cuanto antes un plan para controlarla. Este por lo general incluye cambios en el estilo de vida (dieta, ejercicios), pero muchas personas necesitan además, tomar medicamentos para un control más eficaz.
Los medicamentos antihipertensivos incluyen diuréticos, beta bloqueadores, inhibidores de la ECA, bloqueadores receptores de la angiotensina, bloqueadores de los canales de calcio y bloqueadores alfa. Si por casualidad tienes diabetes, enfermedad en los riñones o del corazón, el tratamiento con medicamentos es más intenso y agresivo para evitar complicaciones más serias.
Recuerda que es importante:
- Comenzar el tratamiento de la hipertensión lo antes posible para prevenir daño a órganos importantes.
- En personas con diabetes, la presión arterial se debe mantener por debajo de los 130/85.
- Las personas con insuficiencia renal y/o enfermedad cardíaca, la presión arterial debe mantenerse controlada al nivel más bajo posible.
Hipotensión o presión arterial baja
En muchas ocasiones la presión arterial baja se puede deber a que estés deshidratado y puede no ser un asunto serio. En otros casos, podrías tener síntomas que no pasan desapercibidos y necesitas tomar acción. De hecho, cuando la hipotensión es severa, puede hacer que el oxígeno y los nutrientes que lleva la sangre no lleguen a los órganos vitales y muy peligrosa.
La presión arterial baja, además, puede ser una señal de otras condiciones de salud más preocupantes, como enfermedades del corazón, problemas endócrinos o desórdenes neurológicos, en especial en adultos mayores. Y es importante establecer si hay un problema y tratarlo. A veces puede ser el efecto de una medicina.
Los síntomas más comunes de la hipotensión son:
- Mareos.
- Desmayos.
- Visión borrosa.
- Respiración rápida.
- Dificultad para concentrarse.
- Sed.
Si no tienes síntomas, la presión arterial baja no es un problema. Pero si tienes alguna señal de alerta, debes llamar al médico o buscar ayuda rápidamente para poder tomar medidas al respecto. El tratamiento para la presión arterial baja dependerá de las causas.
A veces, si la historia clínica no establece la causa, es necesario hacer una serie de estudios. Electrocardiograma, análisis de sangre, ecocardiograma, prueba de esfuerzo, la maniobra de Valsalva, la prueba de la mesa inclinada, entre otros.
Por ejemplo, el médico podría recomendarte lo siguiente:
- Tomar mucha agua y limitar el alcohol para evitar la deshidratación.
- Llevar una dieta sana (si te pide que aumentes el consumo de sodio o sal, hazlo con precaución).
- Usar medias elásticas.
- Comer pequeñas comidas que contengan carbohidratos varias veces al día.
- Evitar cambios de posición rápidos.
- En ciertos casos, es necesario recetar medicamentos como la fludrocortisona.
El llevar un estilo de vida sano podría ayudarte a mantener tu presión bajo control. Por ejemplo:
- Haz ejercicios aeróbicos de manera regular.
- Limita tu consumo de sal y bebidas alcohólicas.
- Lleva una dieta rica en frutas y verduras y baja en grasas saturadas.
- No fumes.
- Mantén un peso sano.
Estos son algunos datos generales acerca de la presión, alta y la presión baja. Si tienes dudas al respecto o alguna señal de alerta, pide asesoramiento profesional para que un especialista pueda indicarte el tratamiento adecuado en tu caso particular.
Ultima revisión: 2017
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