Con la explosión de los medios audiovisuales, la lectura entre los adolescentes ha quedado relegada a un segundo plano. Los jóvenes que se dedican a leer en ocasiones son vistos como “bichos raros” por los demás, que pasan la mayoría del tiempo escuchando música y viendo películas. Pero un estudio demuestra que los adolescentes lectores tienden a estar más alegres, mientras que aquellos que pasan muchas horas escuchando música, podrían estar deprimidos.
Ana tiene 16 años y confiesa que lo que más le gusta hacer es leer. Como buena adolescente, ya se leyó toda “La saga crepúsculo” una serie de tres libros de historias de amor entre vampiros (Eclipse, Crepúsculo y Luna nueva). Ahora se está interesando por la literatura latinoamericana, luego de que se devoró todos los libros de Harry Potter. Sus padres recalcan que Ana lee como si fuera un ser extraterrestre. Pero es que en esta época en la que los adolescentes pasan tanto tiempo expuestos a medios como la televisión, el cine, los juegos de video y la música, a veces parece que Ana sí fuera de otro planeta.
Igual, ella es feliz. La lectura, según los investigadores, exige que el cerebro se involucre de una manera activa y esto hace que la persona se sienta bien, le da una sensación de bienestar y de alegría. En contraste, un pequeño pero importante estudio realizado hace poco por la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, habla de que los adolescentes que pasan mucho tiempo escuchando música, podrían estar deprimidos.
Esto no significa que la música los deprima, o por lo menos, no queda claro en el estudio. Se sabe que la música es un bálsamo para el alma y que es una parte importante de la vida en todas sus etapas. Lo que este estudio encontró es que los adolescentes que pasan mucho tiempo pegados a sus canciones, son más propensos a desarrollar depresión severa. Tal vez buscan en la música un refugio para sus tristezas. Quizá el oír esa canción que les gusta, una y otra vez, los tranquiliza.
El estudio que fue publicado en la revista Archives of Pediatric and Adolescent Medicine (Archivos de pediatría y medicina adolescente) encontró que los jóvenes que pasan más tiempo leyendo, no son propensos a la depresión. Participaron 106 adolescentes, 46 de los cuales fueron diagnosticados con depresión severa. Además, se encontró que aquellos adolescentes expuestos a más horas de música fueron 8.3 veces más vulnerables a estar deprimidos comparado con los que escuchan menos música.
Los investigadores también encontraron que los adolescentes que leen revistas, libros y periódicos (diarios) tuvieron 0.1% menos posibilidades de estar deprimidos que los jóvenes que no leen.
Lo que el estudio no pudo determinar es qué vino primero: si la depresión o escuchar música. Es una pregunta interesante que podría llevar a desarrollar otros estudios sobre la salud mental y emocional de los adolescentes en el futuro.
Si eres padre o madre de un adolescente, es importante que observes su comportamiento. Recuerda, la música no es mala, sólo se encontró una posible relación entre el tiempo que los jóvenes pasan escuchándola, y un estado emocional de tristeza.
Mientras tanto, vale la pena que los motives a que pasen tiempo leyendo, ya que estimula la sensación de bienestar y la alegría entre los adolescentes.
Por algo la música y los libros son compañeros importantes en la vida.
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