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El cacao desde hace más de 3000 años, cuando llegó desde la Amazonia a Centroamérica y México, es considerado un alimento divino. Tanto así que su nombre científico significa en latín alimento de los dioses. De acuerdo con la leyenda azteca, Quetzalcóatl les regaló esta bendición en forma de semilla. Era tan importante que fue utilizado como moneda.

¿Cómo llegamos al chocolate?

De acuerdo con los antropólogos todo partió con la bebida Cacahuatl” (jugo amargo en náhuatl, idioma azteca) o Xocolatl (agua caliente en maya), hecho con los granos de cacao curados y molidos (generando la pasta de cacao), harina de maíz y chiles mezclados con agua caliente. Este era un ofrecimiento a los dioses y solo los nobles lo bebía. Actualmente para producir el chocolate como lo conocemos se utiliza la pasta de cacao mezclada con azúcar. Tal como lo definió el Chef Francés J. A. Brillat-Savarin en 1896. 

Coincidiendo con el Día Internacional del Chocolate, que se celebra el 13 de septiembre, el Dr. Ramón Estruch, presidente del comité Científico del Observatorio del Cacao en España, señala que el cacao tiene altos valores para la salud. Unido a la dieta mediterránea puede estar asociado a la protección contra enfermedades cardiovasculares y del sistema nervioso. 

Los tipos de chocolates se pueden clasificar en 5 según su cantidad de cacao:

  • Negro o amargo: Posee sobre el 60 por ciento de cacao y tiene bajos niveles de azúcar, pero algunos lo llaman sin azúcar de todos modos.
  • Semi-amargo: En algunos casos también se le llama chocolate negro. Posee entre 40 y 59 porciento de cacao, aumentando el nivel de azúcar.
  • Con leche: Entre 24 a a 39 por ciento de cacao. Tiene lácteos a la mezcla, normalmente leche en polvo. 
  • Blanco: No se utiliza como tal pasta de cacao, más bien se utiliza manteca (los aceites, es decir, grasa vegetal) de cacao, azúcar y lácteos. 

El chocolate rubí, lanzado al mercado hace muy pocos años, no corresponde a un tipo de chocolate en relación con su porcentaje de cacao. Más bien, es un chocolate producido por una variante de cacao que es naturalmente de color rosa.

Dentro de sus componentes beneficiosos están:

  • Los polifenoles, con una gran capacidad antioxidante y antinflamatoria. El Dr. Estruch señala que protege en muchas enfermedades crónicas.
  • La teobromina, únicamente encontrado en el cacao, que funciona como la cafeína, estimulando a nuestro sistema nervioso para estar más alerta (por ejemplo, al estar estudiando) y de paso liberar neurotransmisores que nos hace sentir feliz y a gusto con un rico trozo de chocolate. 
  • Magnesio, un mineral cordal para el buen funcionamiento del Sistema Circulatorio, nervioso y la contracción muscular. Se encuentra en altas cantidades en este alimento

Negro y mejor con moderación

Ahora, no todo es miel sobre hojuelas. El Dr. Estruch puntualiza que los beneficios se observan en chocolates que tengan más de un 70 por ciento de Cacao (chocolate amargo). Hay que tener en cuenta que a medida que disminuye el cacao, aumenta la cantidad de azúcar refinado, nutriente que en altas dosis se asocia con altas tasas de obesidad y enfermedades cardiovasculares.

Entonces, un trocito de un rico chocolate con más del 70% es una gran opción para darse un gusto y disfrutar de todos sus beneficios.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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Imagen: ©Shutterstock / Ketta

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