Si te gusta hacer ejercicio y vas al gimnasio o practicas algún deporte en grupo, te habrás dado cuenta de que los hombres parecen empezar a sudar más rápido que las mujeres. ¿Por qué? Sigue leyendo para que te enteres de esta curiosidad a la hora de hacer ejercicio.
Cuando hace mucho calor, nos damos cuenta de que sin tengamos que hacer nada, empiezan a correr por nuestro cuerpo gotas de sudor. Lo mismo sucede cuando hacemos ejercicio. Al cabo de un rato de hacer movimientos, el cuerpo empieza a sudar para ayudar a refrescar al cuerpo. Y ni qué decir de cuando hacemos ejercicio y hace calor al mismo tiempo. Entonces quedamos mojados como si hubiéramos tomado una ducha. ¿Te ha pasado? Si llevas un estilo de vida activo, apuesto a que sí.
El cuerpo humano es tan sabio que usa el mecanismo de sudar para mantenerse fresco. El sudor es un líquido salado que se libera a través de las glándulas sudoríparas (cuya función es la de sudar) que se encuentra en las axilas, en los pies, las palmas de las manos y en las plantas de los pies.
El número de glándulas sudoríparas determina qué tanto suda cada individuo. Tenemos aproximadamente entre 2 y 4 millones de glándulas sudoríparas, las cuales se activan durante la pubertad. Y aunque las mujeres tienen más glándulas sudoríparas que los hombres, las de éstos últimos son mucho más activas.
Esto significa que los hombres no sólo sudan más, sino que, de acuerdo a un estudio realizado por unos científicos japoneses, lo hacen de forma mucho más eficiente.
Para su investigación, los científicos de la Universidad Internacional de Osaka y de la Universidad Kobe reclutaron a 4 grupos integrados por hombres y mujeres atléticos y hombres y mujeres que no estaban en forma. Les pidieron que hicieran bicicleta estática por una hora, sin parar, incrementando la intensidad con intervalos y en un ambiente con clima controlado.
Los resultados del estudio demostraron que, efectivamente, los hombres son más eficientes a la hora de sudar. ¿Qué significa esto? Que durante el ejercicio los hombres sudan más rápido que las mujeres, lo cual hace que sus cuerpos se mantengan a una temperatura más baja y puedan así tener más resistencia.
Si bien el ejercicio activa el sudor en las personas de ambos sexos, las mujeres necesitan mucho más calor y movimiento antes de empezar a sudar y esto las pone en desventaja por una sencilla razón: el sudor refresca la piel. Si esto no sucede, se acaloran más y les cuesta más seguir adelante con el ejercicio.
Quienes presentaron los peores resultados a la hora de sudar, fueron las mujeres que no están en forma.
Si eres mujer, tal vez no tengas mucho problema con el tema ahora que se viene el invierno. Es más: es una buena temporada para aumentar la intensidad y la frecuencia de los ejercicios que practicas para aclimatarte mejor cuando venga la temporada de calor.
Si haces ejercicio en un ambiente en donde hace mucho calor, bebe mucha agua. Las mujeres tienen menos líquido en su cuerpo y por lo tanto, se deshidratan más fácilmente. No esperes a que esto suceda. Antes, durante y después del ejercicio, ten una botellita de agua a tu lado para que resistas más el calor y puedas controlar mejor la temperatura de tu cuerpo durante la actividad física.
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