Hay atletas para quienes un maratón no es suficiente. Y entonces, se apuntan a un ultramaratón, es decir, una carrera o recorrido que supera los 50 km/31 millas. Este tipo de evento se ha vuelto cada vez más popular entre los amantes de los deportes intensos, que representan un enorme reto tanto físico como mental. Hay que estar en buena forma física para intentarlo y de hecho, según estudios realizados, las personas que participan en ellos tienden a tener mejor salud que el promedio. Pero aún así, hay que tomar precauciones.
Básicamente, el ultramaratón (ultrafondo o ultradistancia), es una carrera que requiere correr una distancia mayor que la de un maratón tradicional (42 km y 195 m / 26 millas y 639 pies).
Hay dos tipos de ultramaratones: los que cubren una distancia específica (por lo regular 50 o 100 kilómetros/31 o 62 millas), y los que tienen lugar durante un tiempo específico (por ejemplo, 12 horas). En estos últimos, el ganador es el participante que cubre la mayor distancia en ese tiempo.
La popularidad de los ultramaratones ha aumentado mucho en los últimos años. En Estados Unidos, por ejemplo, la participación en ellos ha subido de 15,500 en 1998 a más de 63,500 en 2012, de acuerdo a la revista UltraRunning. Pero a pesar de eso, no se sabía mucho de los beneficios para la salud de esta forma de actividad física tan intensa. Con ese objetivo, se está realizando un estudio a largo plazo sobre los participantes en carreras extremadamente largas.
El estudio, dirigido por el Dr. Eswar Krishnan, epidemiólogo y profesor de Stanford University School of Medicine, analizó unos cuestionarios realizados en línea que respondieron más de 1,200 participantes de este tipo de carrera. En los cuestionarios se hacían preguntas sobre el entrenamiento que siguieron, su salud general y las lesiones que pudieron haberse presentado durante los 12 meses anteriores. Los investigadores planean hacer el seguimiento de los participantes durante 20 años.
Según los resultados obtenidos hasta ahora, publicados en la revista PLoS One, en general, los ultrafondistas están más saludables que el norteamericano promedio. Durante el año anterior, faltaron al trabajo o a la universidad sólo dos días debido a alguna enfermedad o lesión, en comparación con cuatro días en las personas de la población general.
Por otra parte, la mayoría de las visitas al médico de los ultrafondistas (el 64% ) se debió a lesiones provocadas por el ejercicio. Más de las tres cuartas partes sufrieron de una lesión causada por los ejercicios en el año anterior, y 65% perdieron al menos un día de entrenamiento debida a una lesión. Igual que en todos los corredores, la mayor parte de las lesiones tenían que ver con las rodillas, las piernas y los pies.
Vale decir que las lesiones fueron más frecuentes entre los corredores más jóvenes, que tenían menos experiencia. En el próximo cuestionario, los investigadores esperan averiguar si ciertos conocimientos o formas de adaptación ayudan a los corredores más experimentados a protegerse de las lesiones.
Según el Dr. Krishnan, ocurre como con los choferes. Los novatos tienen más probabilidades de provocar accidentes que los experimentados. De igual modo, los ultrafondistas que acaban de empezar tienen más probabilidades de sufrir lesiones que los veteranos.
Los investigadores descubrieron otra cosa: el 5% de los ultrafondistas tuvieron que hospitalizarse después de un evento competitivo durante el año anterior, y en más de la mitad de esos casos la causa fue deshidratación, trastorno de los electrólitos (los minerales del cuerpo) o por una insolación. Y alrededor del 20% se debió a fracturas o dislocaciones.
Además, el 11% de los ultrafondistas sufrían de asma y 25% de alergia, comparados con el 7% y el 8% respectivamente de la población general, que padecía de estas afecciones.
Sin embargo, el mayor nivel de alergias entre los ultrafondistas tal vez se deba a que pasan más tiempo en el exterior, y tienen por lo tanto más contacto con el polen y otros alérgenos. En cuanto al asma, podría estar relacionada precisamente con las alergias.
Como ves, a pesar de las indudables ventajas para la salud que se derivan de correr en los ultramaratones, no todo es color de rosa. Si estás planeando correr en alguno, debes hacerte antes un chequeo médico completo para ver si tu organismo está en condiciones de hacerlo. Y si el médico te da su aprobación, empieza despacio y guíate estrictamente por los consejos de tu entrenador para evitar lesiones y otro tipo de problemas de salud que se puedan prevenir.
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