- La soledad se ha transformado en una epidemia. Cada vez es más difícil encontrar conexiones significativas en nuestro entorno físico cercano, especialmente porque el concepto del vecino se ha perdido, más allá de ser personas que viven donde también lo hacemos nosotros.
- La soledad tiene muchos efectos negativos en nuestro cuerpo: desde un mayor peligro de suicidio hasta un aumento en la probabilidad de padecer problemas cardiovasculares. Esto que hace imperioso fortalecer los lazos sociales, conectando con personas que comparten experiencias similares a nosotros. Es en ese contexto donde aparecen los vecinos como pieza clave en la formación de redes de apoyo mutuo.
- La soledad debe ser combatida con círculos sociales fuertes. Acercarse a la comunidad local en festivales y mercados, unirse a grupos de apoyo y actividades comunitarias facilitan la formación de amistades. Todo parte con romper el hielo y saludar cordialmente.
Con la agitada vida que sucede especialmente en las grandes ciudades hace que nos podamos sentir perdidos y aislados. Aunque tenemos una cultura muy social, cada día nos está costando más trabajo tener un sentido de pertenencia y conexión en donde vivimos. Especialmente si quizá enviudamos, nuestros hijos ya se han ido de casa o tuvimos que migrar. En este artículo continuaremos profundizando sobre la lucha contra la soledad y la importancia de los vecinos en los lazos sociales significativos.
La soledad es una epidemia
En agosto del 2023, el Cirujano General de los Estados Unidos (CG) definió como una “epidemia de soledad y aislamiento” lo que está sucediendo en el país, porque casi la mitad de los adultos se sienten solos, especialmente los jóvenes. Si bien tener tiempos de soledad es muy importante para el crecimiento humano, sentirnos solos sin desearlo, como sucede en 1 de cada 3 adultos mayores, es muy negativo para nuestra salud:
- Aumenta el riesgo de muerte prematura de forma equivalente a fumar 15 cigarrillos al día.
- La soledad crónica produce un mayor grado de inflamación a nivel corporal, además de que se debilita el sistema inmune, lo que aumenta la susceptibilidad a contraer enfermedades virales, especialmente las respiratorias.
- Produce un aumento en la probabilidad del suicidio. Como te contamos hace poco, en Estados Unidos han aumentado en un 8% los casos suicidio en los mayores de 65 años, aunque esto también está ligado a las dificultades que se encuentran al llegar a la vejez.
- Es mayor la probabilidad de padecer Alzheimer. La soledad hace más difícil reconocer los síntomas y además aumentan los factores de riesgo que lo pueden desencadenar.
- Aumenta en casi un 30% la probabilidad de enfermedades cardiacas y de accidentes cerebrovasculares.
Como te contamos previamente, es muy común que al migrar afloren muchos sentimientos de tristeza, soledad y de no pertenecer, tal como sucede al perder a nuestra pareja o cuando nuestros hijos se van del hogar. Por ello es clave construir una red de vecinos y amistades que son un bálsamo contra la sensación de aislamiento.
Hacer comunidad comienza con los vecinos
Los vecinos, además de compartir una dirección, desempeñan un papel crucial en la creación de un sentido de hogar y comunidad. Ya el Chavo del 8 nos mostró que en una vecindad hay un compromiso emocional y de apoyo mutuo. Sin contar que los vecinos sirven para avisarnos sobre nuestros familiares que viven solos.
Esto se hace más patente luego de la pandemia por COVID. La directora de Enfermedades Infecciosas en la Universidad de Michigan, la Dra. Preeti Malani, le comentó a la periodista Fran Kritz que las personas siguen con miedo del virus, por lo que tienden a separase de los demás, aumentando la soledad ya que se pierden los contactos y actividades ‘presenciales’.
Por ello, el Cirujano General pidió que se formaran estructuras sociales para luchar contra ello en 6 pilares:
- Aumentar la infraestructura social
- Incrementar las políticas que permitan conectar con otro
- Movilizar a los sectores de la salud para que reconozcan quienes en la sociedad se sienten solos
- Reformar los ambientes digitales para que no nos distraiga de las conexiones físicas con sentido
- Cultivar la cultura de la conexión y cómo nos relacionamos con los demás”.
Nosotros podemos hacer mucho, partiendo desde la relación con nuestros vecinos:
- Acercarnos a los eventos comunitarios: Asistir a festivales, ferias y eventos culturales. Esto permite conocer las personas que viven cerca nuestro y quizá establecer nuevas amistades. También puede ser en organizaciones que trabajen para el beneficio de la comunidad, lo que te acerca a personas con intereses afines y además contribuyes a tu bienestar general.
- Crear grupos de apoyo: Quizá te das cuenta de que en tu barrio hay muchas personas que tienen cosas en común, pero están solas. Hacer grupos de apoyo, de cocina, música o deporte para dar el espacio que las personas necesitan para conectar y compartir su pasión.
- Simplemente iniciar una conversación: Una acción sencilla como saludar a los vecinos y entablar conversaciones informales puede ser el primer paso para construir relaciones más profundas. La proactividad requiere que no esperes que las conexiones ocurran de forma natural, simplemente hay que tomar la iniciativa para invitar a vecinos a eventos o proponer actividades para acelerar el proceso de construcción de relaciones.
Los vecinos, y el potencial social que significan, pueden ser un faro de luz que disipan la oscuridad que trae la soledad no deseada. Hacer comunidad es muy importante, por lo que la soledad no necesariamente es un destino inevitable; quizá lo que nos falta es hacernos la idea de ser los primeros en hablar. De todos modos ¡siempre podemos partir con una mascota!
Por Carlos Diego Ibáñez
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