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El frío, lamentablemente, produce que las personas con dolor crónico vean intensificada su condición. Tanto si se trata de artritis, cáncer, dolor neuropático u otros tipos de dolor crónico, los meses fríos pueden ser especialmente desafiantes. El invierno no solo trae temperaturas bajas, sino también menos luz solar, cambios en la presión barométrica y un aumento de la rigidez muscular, todos factores que pueden agravar los síntomas.

En este artículo, continuando con lo que discutimos sobre la fibromialgia, exploraremos cómo el clima frío afecta a los diferentes tipos de dolor crónico, qué mecanismos están implicados y qué estrategias puedes adoptar para mantener el bienestar durante los meses más fríos.

Por qué el frío agrava el dolor crónico

El impacto del frío en el dolor crónico tiene ltiples explicaciones biológicas. Factores como la reducción del tamaño de los vasos sanguíneos (vasoconstricción), la sensibilidad nerviosa y los cambios en la presión barométrica contribuyen a la intensificación de los síntomas. Estos efectos se ven agravados por la rigidez muscular y la reducción de la actividad física, comunes durante los meses más fríos.

Por ejemplo, la vasoconstricción reduce el flujo sanguíneo a músculos y articulaciones, lo que aumenta la rigidez de estas . Esto puede ser particularmente problemático para personas con artritis reumatoide, que ven empeorada su percepción del dolor.

Asimismo, el frío exacerba la alodinia fría, una condición en la que los nervios dañados o afectados por dolor neuropático, reaccionan de manera exagerada a temperaturas bajas, causando dolor intenso incluso en exposiciones moderadas.

Para más información sobre cómo las condiciones ambientales influyen en la salud, visita estos artículos de Vida y Salud.

Tipos de dolor crónico afectados por el frío

Casi 1 de cada 5 personas en Estados Unidos, unos 50 millones de personas, tiene algún tipo de dolor crónico. Eso significa que poder encontrar una solución debe ser una prioridad para todos.

Dolor crónico en la artritis

El frío y la humedad intensifican la rigidez y el dolor en personas con artritis. Pacientes con osteoartritis o artritis reumatoide suelen reportar que sus síntomas empeoran en invierno, especialmente cuando la presión barométrica fluctúa.

Cáncer

Las personas con cáncer, especialmente aquellas que han recibido tratamientos como la quimioterapia, a menudo experimentan dolor crónico debido a los efectos secundarios del tratamiento y la enfermedad misma. El frío puede intensificar la incomodidad al aumentar la sensibilidad en los nervios y reducir la circulación sanguínea, lo que provoca más dolor muscular y articular.

Dolor neuropático

Las condiciones como la neuropatía diabética y la neuralgia posterior al herpes zoster tienden a empeorar en climas fríos debido a la sensibilidad exacerbada de los nervios dañados. Las personas experimentan sensaciones de ardor, pinchazos o un dolor agudo persistente.

Dolor musculoesquelético

El trabajo en ambientes fríos o la exposición prolongada al clima invernal puede causar espasmos musculares y aumentar el dolor relacionado con tensiones musculares y óseas.

Si tienes dudas sobre el manejo del dolor relacionado con estas condiciones, consulta este artículo de  Vida y Salud.

Estrategias para aliviar el dolor crónico en climas fríos

Mantén el cuerpo caliente

Vestir ropa térmica y usar accesorios como guantes y bufandas puede marcar la diferencia. Complementa esto con mantas térmicas o dispositivos de calefacción portátil para aliviar la rigidez muscular.

Realiza ejercicios regulares

El movimiento es crucial para mantener la flexibilidad y la circulación. Elige actividades de bajo impacto como ciclismo indoor, tai-chi o natación en piscinas climatizadas. Incluso un breve calentamiento diario puede marcar la diferencia.

Alimentación para reducir la inflamación

Sigue una dieta rica en alimentos antiinflamatorios, como los incluidos en la dieta mediterránea. Integra frutas, verduras, aceite de oliva, legumbres y pescados ricos en omega-3, mientras reduces el consumo de carnes rojas y alimentos procesados, así como los con gran cantidad de azúcar o sal.

Considera la vitamina D

Una baja cantidad de vitamina D se ha asociado un menor umbral del dolor y la necesidad de aumentar la dosis de medicamentos analgésicos para que tengan el mismo efecto. Habla con tu médico sobre suplementos si sospechas una deficiencia.

Establece una rutina de hidratación

El frío puede engañarnos a beber menos agua, pero la deshidratación puede empeorar la rigidez y el dolor en las articulaciones. Infusiones calientes o caldos pueden ser alternativas reconfortantes.

Cuida tu postura

Usa mobiliario ergonómico y sé consciente de tu postura al estar sentado o de pie, para aliviar la tensión muscular.

Consulta con un especialista

Un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional puede recomendar ejercicios específicos, dispositivos de apoyo o ajustes ergonómicos que alivien el dolor. Además, evalúa con un profesional médico un plan personalizado de manejo del dolor farmacológico.

Mitos y realidades sobre el frío y el dolor

Mito: “El frío causa directamente el dolor crónico”.

Realidad: El frío no es la causa del dolor, pero puede crear, en aquellos que trabajan o se exponen mucho tiempo a bajas temperaturas, una sensación crónica de hipersensibilidad.

Mito: “Abrigarse más siempre resuelve el problema”.

Realidad: Aunque mantenerse cálido ayuda, también es importante mantener una rutina de ejercicio y un enfoque integral del cuidado ya que necesitamos que exista mayor circulación. Además, es importante el aspecto nutricional y psicológico tambien.

Si bien no podemos cambiar el clima, sí podemos controlar cómo respondemos a él, ayudándonos a sobrellevar los meses más fríos con mayor comodidad y calidad de vida.

Recuerda: Si sientes que el dolor crónico afecta tu calidad de vida más de lo habitual, consulta con un profesional de la salud para explorar nuevas opciones de tratamiento o ajustes en tu plan de manejo del dolor.

FAQ

¿Qué es el dolor crónico y cómo se diferencia del dolor agudo?
El dolor crónico persiste por más de tres meses y puede estar asociado a enfermedades como la artritis, mientras que el agudo es temporal y generalmente resultado de una lesión.

¿El frío realmente empeora el dolor crónico?
El frío no causa dolor, pero puede agravar los síntomas debido a cambios fisiológicos como la rigidez muscular y la sensibilidad nerviosa.

¿Qué ejercicios son mejores para el dolor crónico en invierno?
Actividades de bajo impacto como natación en piscinas climatizadas, yoga, pilates, ciclismo indoor, patinaje y tai-chi son ideales para reducir la rigidez y mejorar la circulación.

¿Es recomendable tomar suplementos de vitamina D para el dolor crónico?
Sí, especialmente en invierno. Consulta con tu médico para evaluar tus niveles y determinar la dosis adecuada.

¿Cómo influyen los cambios en la presión barométrica en el dolor crónico?
La caída en la presión puede hacer que los tejidos se expandan, aumentando la presión en las articulaciones, lo cual agrava los síntomas en personas con artritis.

¿Qué puedo hacer si el dolor afecta mi calidad de vida?
Consulta a un especialista para ajustar tu tratamiento y explorar nuevas opciones terapéuticas, como fisioterapia, medicamentos o estrategias integrales de manejo del dolor.

Por Carlos Diego Ibáñez
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