La salud de los riñones no se debe tomar por descontado. La “Mayo Clinic Health Letter” trata sobre los factores de riesgo para enfermedades renales y las diferentes maneras de mantener a los riñones cumpliendo con su importante función de filtrar los desperdicios y el exceso de líquido del organismo.
Varios factores aumentan el riesgo de sufrir enfermedades renales, de las cuales algunos son imposibles de controlar, como el hecho de tener 65 años, antecedentes de enfermedad renal, o pertenecer a la raza negra, india americana o asiática americana. En cambio, otros factores, como diabetes, hipertensión, enfermedad cardíaca, tabaquismo, obesidad y colesterol alto, pueden recibir atención mediante algún tratamiento o con cambios en el estilo de vida.
Vale la pena hablar con un médico sobre los factores personales de riesgo pues ese profesional podría recomendar pruebas simples, tales como medir la presión sanguínea o un examen de sangre y orina, para ver cómo funcionan los riñones. Cuando la insuficiencia renal se detecta pronto, es posible hacerla más lenta o hasta detenerla con cambios en el estilo de vida y tratamiento de las enfermedades subyacentes.
Mayo Clinic Health Letter le ofrece las siguientes sugerencias para mantener funcionando a sus riñones:
Controlar estrechamente la diabetes, que es la causa más común para enfermedad renal crónica. Cuando los niveles de glucosa sanguínea son altos, los riñones sufren daños.
Controlar la hipertensión que puede ser la causa para una enfermedad renal crónica, pero que también puede derivar de ella. Cualquiera que sea el caso, mientras más cerca del objetivo esté la presión sanguínea, mejor es la situación para los riñones. La hipertensión daña los pequeños vasos sanguíneos renales e impide que el riñón funcione adecuadamente.
Realizar actividad física a diario, comer alimentos sanos para el corazón y perder peso en caso necesario también ayuda a controlar la presión sanguínea. Aparte, también podría ser necesario tomar medicamentos.
Evitar consumir mucha cantidad de analgésicos porque su uso prolongado y en gran medida puede ocasionar daños en los riñones. Entre estos analgésicos están la aspirina, el acetaminofén (Tylenol y demás), el ibuprofeno (Advil, Motrin y demás), el naproxeno (Aleve, Naprosyn y demás), así como el inhibidor de COX-2 colecoxib (Celebrex).
Alimentarse de manera sana para los riñones y a fin de lograrlo, ayudaría limitar la cantidad de sodio y potasio. Un especialista en dietética puede hablar con usted sobre estos puntos y respecto a otros cambios que le ayudarían a alimentarse sano y detener una enfermedad renal.
No fumar porque el tabaquismo empeora la enfermedad renal.
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