“La mamá de mi vecina ya estaba muy bien, le habían curado el cáncer en menos de un mes y hasta dejó el tratamiento, pero después…” si has escuchado frases como esta, ¡ten cuidado! En Vida y Salud te decimos cómo protegerte de los charlatanes.
¿Has escuchado alguna vez una frase similar? Es importante que huyas de algún supuesto “médico” o curandero que te sea recomendado a partir de testimonios como ese.
Nadie puede negar el carácter misterioso que algunas veces presentan las enfermedades, pero lo cierto es que ninguna patología se cura por arte de magia.
Es importante saber reconocer a un charlatán. A veces resulta difícil identificarlos y también es complicado resistirse a sus milagrosas prácticas, las que prometen devolverte la salud de una manera sencilla. Es necesario huir inmediatamente y no dejarse atrapar por promesas falsas, sobre todo si esta práctica sugiere el abandono de la medicina científica.
Cuando estás enfermo, no sólo tus defensas físicas están bajas — también las psicológicas — y ante la desesperación por recuperar la salud es fácil que te convenzan. Es muy normal que lo único que busques sea el bienestar para ti o tu familia.
Para algunas personas el resistirse a estas dulces promesas resulta difícil, porque la imagen que maneja el charlatán es el de una persona segura de sí misma, carismática, que te asegura resultados con toda la convicción posible. Busca brindarte confianza para arroparte y aprovecharse de tu vulnerabilidad cuando padeces una enfermedad y te sientes débil emocionalmente.
Sin embargo estos personajes actúan de manera cruel, sin escrúpulos al aprovecharse de la desesperación de los pacientes.
En la mayoría de los casos los falsos curanderos aparecen cuando se busca la solución a enfermedades crónicas (aquellas de larga duración, las que no podemos saber cuánto tiempo van a durar o si van a curarse o no) entre estas personas, es en donde encuentran más víctimas, puesto que los enfermos quizá llevan mucho tiempo en busca de su recuperación sin conseguirla a través de los métodos científicos y consideran que ya no tienen nada que perder. Por ejemplo, el charlatán asegura conocer remedios infalibles para la artritis o el cáncer.
El padecer una enfermedad crónica no tiene porque enfermar también tu espíritu, al abandonarte ante cualquier desconocido y entregarle tu cuerpo a un falso salvador, te abandonas a ti mismo, no lo hagas. Será más difícil recuperarte. Y jamás actúes bajo la idea de “ya no tengo nada que perder”. Es muy importante que sepas cómo reconocer a un charlatán. No todo lo que brilla es oro. A veces esas “curas milagrosas” te hacen perder dinero, o peor, enferman o aumentan las complicaciones.
Nota de la Dra. Aliza: Puede que te preguntes por qué he puesto este artículo en la sección de Medicina Natural. Sencillamente porque muchos charlatanes dicen que sus curas son “naturales”. Yo creo en la medicina natural siempre y cuando se hayan hecho estudios científicos confiables que muestren su efectividad. Recuerda que hay cosas naturales, como el tabaco y el cianuro, que matan. Cuídate mucho.
Imagen © Thinkstock / Andrew Safonov
Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2009.