El DHEA es la abreviatura de una hormona que secretan las glándulas suprarrenales, su nombre completo es dehidroepiandrosterona y el cuerpo lo usa para producir la testosterona y los estrógenos, o sea, las hormonas sexuales. Lee un poco más y conoce el fantástico juego que juegan las hormonas en nuestro organismo para mantenernos vivos y sanos, específicamente el DHEA. Cómo se usa, se aplica, para qué sirve y cómo lo utilizamos para mantenernos sanos.
Las glándulas suprarrenales se encuentran en la parte superior de los riñones. Está íntimamente relacionada con lo sexual, por lo que su nivel más alto es a los 25 años (es cuando hay más DHEA en nuestro cuerpo) y a medida que vamos envejeciendo, los niveles empiezan a bajar (también parecen bajar cuando estamos deprimidos) Para que te des una idea, los adultos de más o menos 70 años tienen como 80% menos DHEA que la gente joven.
Por este mismo motivo, muchos investigadores han querido asociar el DHEA con tratamientos contra el envejecimiento sin tener aún resultados definitivos, en la Clínica Mayo, por ejemplo, se examinaron suplementos comerciales de DHEA usados por un grupo de adultos mayores durante dos años y no se encontró mejoría en su calidad de vida, en su masa muscular, en sus niveles de insulina, ni en su desempeño físico.
La hormona también se ha usado para aumentar el tono muscular en los atletas o en la gente que practica deportes pero actualmente se ha prohibido por la Asociación Atlética Colegial Nacional (National Collegiate Athletic Association o NCAA) y los médicos creen se puede asociar a varios problemas de salud.
Los estudios realizados hasta la fecha son mixtos en relación a la habilidad del DHEA de ayudar en casos de osteoporosis, disfunción eréctil y lupus, por ejemplo, en algunas personas, pero se necesitan más estudios para corroborar su eficacia.
De hecho, hay una planta, el ñame silvestre, que contiene también DHEA y que suelen promover como una especie de “DHEA natural” pero al parecer no tiene el mismo efecto en el cuerpo humano como para que se pueda sintetizar y realmente se puedan aumentar los niveles de DHEA en la gente.
Así que aparentemente, esta hormona no beneficia ni retrasa el paso de los años en las personas mayores. No se recomienda que se use para retrasar el envejecimiento y nunca debes suplantar una vida saludable, con un peso adecuado, una alimentación sana y balanceada, practicar algún deporte y en general, cuidar tu salud.
Entonces, ¿para qué sirve?
Hay varios estudios que han hallado que el DHEA es posiblemente eficaz para ayudar a combatir la esquizofrenia.
Un estudio que se llevó a cabo en 2004 en Suecia, encontró que un tratamiento con pequeñas dosis de esta hormona ayudaba a las mujeres con lupus a mejorar su salud mental, su bienestar general y su libido. Aunque los estudios son prometedores, todavía necesitamos mas investigación para confirmar que la evidencia es sólida para su uso en el lupus. Lo mismo es cierto en lo que se refiere al tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.
La depresión se encuentra en el mismo dilema: mientras algunos estudios sugieren que el DHEA podría ayudar, todavía se requieren más estudios para confirmarlo. Como en el caso de otros suplementos, pero especialmente porque se trata de un precursor a una hormona, no se recomienda que lo tomes sin recomendación y supervisión médica.
No hay suficiente evidencia que apoye y de hecho la evidencia es dudosa de que el DHEA ayude en casos de: insuficiencia suprarrenal, de problemas con el funcionamiento sexual, los síntomas o trastornos de la menopausia, del VIH/SIDA, del Síndrome de Fatiga Crónica, de las enfermedades del corazón, de la osteoporosis, de la infertilidad, de la disfunción eréctil, la diabetes, la enfermedad de Parkinson o del envejecimiento de la piel.
Y la evidencia científica actualmente demuestra que probablemente no funciona en la fibromialgia, ni para mejorar la fortaleza muscular, ni la memoria. Para todo esto se necesitan más estudios. Quizá halla algunos estudios preliminares que sugieran algo, pero para todas estas condiciones se requieren más estudios que lo confirmen.
¿Es segura?
Aparentemente usar DHEA por periodos cortos es seguro, pero no se sabe a ciencia cierta qué efectos puede tener por periodos más prolongados.
Puede causar hirsutismo en las mujeres (exceso de vello que puede aparecer sobre los labios, en la barbilla o en el pecho) y para saber esto, es necesario medir el sulfato de dehidroepiandrosterona y así determinar si esta hormona es la que está causando las características viriles en el cuerpo de la mujer o si debe a una enfermedad de las glándulas suprarrenales, de la hipófisis, etc.
El DHEA también puede causar en las mujeres: piel grasosa, cambios en el tono de voz (más profunda), caída del cabello (especialmente en la parte superior de la cabeza, aumento de peso en el área de la cintura, menstruaciones irregulares y senos pequeños. En los hombres: puede causar calvicie, disminución en el tamaño de los testículos, agresión, acné. En ambos: problemas para dormir, dolor de cabeza, picazón en la piel o náuseas, además puede afectar los niveles de la insulina, del colesterol bueno y de otras hormonas.
El problema principal, es que falta mucha información sobre los efectos a largo plazo de tomar DHEA y algunos científicos sospechan que pueda asociarse con un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer en los ovarios, cáncer en los senos, cáncer en los testículos o cáncer en la próstata. Por eso, no se recomienda tomarla sin supervisión médica. Pero recuerda que aún con supervisión, como no tenemos la información, eso no te protege.
También puede elevar la presión arterial, así que si estás tomando algún medicamento para regular la presión arterial, debes estar alerta. Como puede tener interacciones, debes tener precaución si estás tomando antidepresivos, bebes alcohol, tomas anticonceptivos en pastillas, corticosteroides, cortisona o esteroides, anticoagulantes, morfina e incluso si consumes alimentos con soya. Si tienes problemas en el hígado los puede empeorar.
Es delicado usarla en mujeres durante el Síndrome Premenstrual, en pacientes con problemas de tiroides, del corazón o con trastornos alimenticios. Como afecta los niveles hormonales, no se recomienda tomarla durante el embarazo o la lactancia tanto por la salud de la madre, como los riesgos que puede implicar para el bebé.
Las dosis varían, pero normalmente no se recomienda tomar más de 500 miligramos diarios.
En conclusión. Si bien es cierto que los niveles de DHEA disminuyen con la edad, y que los niveles bajos de DHEA se han asociado con osteoporosis y algunas otras condiciones relacionadas al envejecimiento, no se ha demostrado que la disminución del DHEA cause estas condiciones ni que el dar DHEA las prevenga ni las mejore. Por otro lado, sabemos que el DHEA es un precursor hormonal que puede tener muchos efectos secundarios (incluyendo aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer) y varias interacciones y no conocemos todos los efectos a largo plazo. Ten mucha precaución antes de tomarlo, habla con tu médico y nunca lo tomes sin su supervisión.
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