Si recientemente has pasado por un tratamiento contra el cáncer posiblemente tengas problemas para descansar, aunque sea de tanto en tanto. Si es así, los resultados de una nueva investigación indican que tal vez el yoga podría ayudarte a recuperar el sueño. Sigue leyendo y descubre más detalles sobre estos hallazgos.
Unos estudios nuevos suman evidencias sobre los beneficios que puede tener el yoga para la salud. En este caso, un grupo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rochester, en Nueva York, Estados Unidos, ha detectado que ciertos ejercicios de yoga podrían ayudar a los pacientes que han pasado por un tratamiento contra el cáncer, a dormir y a descansar mejor.
Los investigadores advierten que es necesario asesorarse bien antes de comenzar con una rutina de estos ejercicios, ya que los tipos de yoga aeróbicos y algunos híbridos, como el hot yoga y el spin yoga tienen movimientos y posturas que pueden no ser recomendables en estos casos. Por otro lado, 75 minutos de yoga de baja intensidad, dos veces por semana, podrían ayudar a equilibrar las emociones y a conciliar el sueño, ya que eso es lo que se desprende de un ensayo hecho al azar, según el cual los participantes lograron reducir en un 21 por ciento el uso de medicamentos para dormir, comparado con los pacientes que siguieron cuidados estándares, que en cambio debieron aumentar un 5 por ciento el uso de medicinas.
Para llegar a estas conclusiones, que fueron publicados en el Journal of Clinical Oncology, los investigadores analizaron los datos de más de 400 pacientes que habían tenido cáncer y que reportaron tener problemas para dormir (que describieron de moderados a severos), entre 2 a 24 meses luego de haber recibido el tratamiento contra el cáncer.
Las participantes, ya que la mayoría (el 96 por ciento) eran mujeres de 54 años en promedio, provenían de 12 ciudades distintas de Los Estados Unidos. El 75 por ciento de ellas había recibido tratamiento contra el cáncer de mama.
Para el estudio, los investigadores les pidieron a los participantes que estaban recibiendo los cuidados habituales luego del tratamiento, que practicaran sesiones de yoga de 75 minutos, dos veces por semana, durante cuatro semanas. Las clases se podían tomar en distintos centros de la comunidad y habían sido especialmente elaboradas para mejorar el sueño de los pacientes que habían tenido cáncer. Incluían elementos de Hatha yoga y yoga restaurador, técnicas de respiración consciente, meditación y estiramientos suaves.
Al evaluar los resultados, los investigadores encontraron que el 90 por ciento de los participantes que tomaron las sesiones de yoga notaron que estas les ayudaron a mejorar la calidad del sueño, el 63 por ciento de ellos, incluso, dijo que podría recomendar la técnica a otros pacientes que hayan pasado por una situación similar.
Esto puede ser de mucha ayuda, si se considera que, entre el 30 y el 90 por ciento de las personas que han sobrevivido un cáncer afirman tener alguna molestia para dormir, que puede durar meses e incluso años.
¿A ti te ha pasado? Si es así, tal vez tú también podrías probar el yoga, para mimar a tu cuerpo y a tu alma, y quizá así logres descansar mejor y tener dulces sueños.
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