Hipnosis o hipnoterapia: ¿magia o ciencia?

¿Qué es la hipnosis?

La hipnosis es una técnica en la que el experto, mediante sugerencias, logra que una persona se relaje y concentre su mente. El objetivo es lograr que la persona logre controlar el dolor, la ansiedad, el estrés, cambiar hábitos como dejar de fumar, en fin. Puede llegar a ser muy poderoso. En seguida encuentras más información.

Tenemos muchas ideas sobre lo que creemos que es la hipnosis y normalmente, gracias a la televisión o el cine, estas ideas son más cercanas a la magia, a los estafadores o a los espectáculos. Por eso, en general creemos que esta técnica es algo superficial, casi un montaje para entretener a la gente.

Sin embargo la hipnosis se ha usado médicamente, en la época moderna occidental, desde hace unos 250 años. Es un método seguro para complementar algunas terapias médicas convencionales (como tratamientos contra el cáncer, procedimientos quirúrgicos, aliviar dolores o corregir problemas de conducta) y si consideramos que varios tipos de hipnosis, trances o alterar el estado de conciencia con objetivos de curación han sido usados desde hace siglos por muchas culturas y tradiciones, la podríamos ver como una terapia con mucho potencial por descubrir.

Su camino a la ciencia

La hipnosis o hipnoterapia moderna fue estudiada y concebida por el médico Franz Anton Mesmer. Él le dio una entrada al mundo de la ciencia y desde ahí, se comenzó a ver como un método válido de curación.

Sin embargo, los estados hipnóticos o de trance se han usado desde siempre. Hay indicios del uso de estas técnicas en papiros egipcios o en culturas como la china, la romana o la griega (en esta última, es famoso el ritual de visitar a los oráculos para conocer su futuro o su suerte, por ejemplo)

En América, muchas de las tradiciones pre hispánicas usaban plantas, enteógenos, meditaciones, baños de vapor o ceremonias para entrar en otros estados de conciencia y traer sanación a sus comunidades. De hecho, la labor de los chamanes en estas tribus era precisamente alterar su estado de conciencia, viajar a otras dimensiones y volver con su gente trayendo mensajes de vuelta para curar a sus enfermos.

Estos ejemplos están más cercanos a la magia que a la ciencia, por eso Mesmer fue el primero en llevar la hipnoterapia del ocultismo a los estudios formales y comprobables.

Las etapas de la hipnosis son tres:

Pre-sugestión: cuando se prepara a la mente para la sugestión en sí.
Sugestión: se dicen cosas específicas, se revisan acuerdos o se hacen preguntas precisas.
Post sugestión: La gente regresa a su estado normal de conciencia y lo que les dijeron durante la hipnosis ya puede entrar en acción.

Para algunos científicos e investigadores la hipnosis activa conexiones entre la mente y el cuerpo e influencia el sistema nervioso, pero lo cierto es que la ciencia aún no sabe con exactitud cómo funciona y aún así se han observado cambios reales en la temperatura de la gente, en su conducta, en su frecuencia cardiaca o en el sistema inmunológico.

Este estado de conciencia se logra cuando el participante eleva su concentración y el terapeuta usa repeticiones verbales o imágenes para llevarlo a un espacio donde su mente está abierta, receptiva y tranquila. La gente se siente relajada y está abierta a lo que el guía le diga o hacia donde lo dirija.

Una sesión de hipnosis típica puede ser más o menos así: el terapeuta te explica detalladamente los pasos del proceso de hipnosis mientras te prepara para llegar al punto de sugestión. Con voz tranquila y gentil (para relajar y hacer sentir segura a la gente) te lleva a estar más receptivo.

El hipnotizador sugiere, por ejemplo, llegar a un objetivo como dejar de fumar o sentir menos dolor y te ayuda a visualizarte ya en ese punto para realmente sentir que has cumplido tu meta. Una vez terminada esta fase, es momento de salir del trance.

Es importante que sepas que la hipnosis no es como se ve en las películas, no hay pérdida de control ni se olvida lo que se vive durante el proceso. Pero es importante someterte a una hipnoterapia con un experto bien calificado, de lo contrario, en ejercicios que te regresan a momentos de tu pasado, por ejemplo, es común que la gente sufra de emociones muy intensas o hasta genere recuerdos que no son reales. Cuida tu fragilidad emocional en este estado y confía sólo en gente que sepa qué hacer en estos casos. Conócelo, pregúntale y elige bien con quien trabajarás.

¿A qué puede ayudar la hipnosis?

Algunas personas son más sensibles que otras, pero normalmente es efectiva para aliviar ansiedad, bochornos en la menopausia, dolores (como el síndrome del intestino irritable, la fibromialgia, problemas de mandíbula, algunos dolores de cabeza e incluso malestares generados por el cáncer o leucemia), náuseas, estrés, problemas de conducta como fobias, para bajar de peso, el insomnio y hasta para dejar de fumar.

Y aunque es muy efectiva para ayudar a los pacientes a lidiar con el estrés y el dolor, muy pocas veces se usa en los hospitales, por ejemplo, como un tratamiento complementario para ayudarlos a afrontar mejor sus procesos médicos (a pesar de que hay estudios con mujeres que se han sometido a biopsias por tener cáncer del seno y han resultado muy positivas)

Algunos reportes sobre oncología integral aseguran también que funciona muy bien para complementar los tratamientos de quimioterapia y reducir el estrés en pacientes con cáncer. Además, es segura porque no hay efectos secundarios directos.

De cualquier forma, la hipnosis no es buena para todos, por ejemplo, para la gente que tiene problemas psiquiátricos severos. Y si este es tu caso, debes consultar a tu médico antes de mezclar otro tipo de terapias con tus tratamientos convencionales.

Mal conducida, puede causar dolores de cabeza, confusión, mareos, ansiedad o crear memorias falsas.

La hipnoterapia, como muchos terapias de este tipo, funciona mejor si estás más receptivo y abres tu mente. Así que ya sabes cuál es tu primer paso si es que crees que este tipo de tratamiento es una buena opción para ti.