- Las estrías son resultado de un sobre estiramiento de la piel a un ritmo más alto del que la dermis es capaz de reaccionar, impidiendo que se produzca suficiente colágeno y elastina, por lo que se rompen. Produciendo un rasgado de la piel.
- La aparición de estrías, y cómo estas se reducen posteriormente, tiene un gran componente genético. Esto hace muy difícil que tratamientos caseros o el uso de cremas de venta libre puedan reducirlas o ayudar a prevenirlas.
- Los tratamientos contra las estrías deben ser realizados por dermatólogos que estimulan a la piel para que produzcan colágeno y elastina, sin embargo no hay certezas de que puedan ser efectivas. La abdominoplastia solo puede quitar a las que se encuentran debajo del ombligo.
Constantemente la sociedad nos pide la perfección, y si ‘no la tenemos’ existe toda una industria relativa a solucionarlo. En Vida y Salud te hablamos sobre diferentes acciones de belleza que buscan mejorar aspectos del cuerpo. Las estrías son consideradas una de estas ‘imperfecciones corporales’. Estas modificaciones normales de la piel están envueltas en tabú, mitos y prejuicios. En este artículo queremos hablarte de los mitos, las realidades, así como los tratamientos y prevenciones que se pueden tomar si lo eliges.
Las estrías son normales
La piel tiene una gran capacidad de adaptación, pero tampoco es infalible. Cuando la piel se estira más rápido de lo que se puede soportar, se rompe el colágeno y elastina. La tensión sobre la piel no le da tiempo para reforzarse o crecer, llevando a que se abra la primera capa de la piel. Al inicio puede verse enrojecido, para luego, al cicatrizar se ve pálido y brillante.
Existen algunos mitos sobre las estrías:
- Sólo las embarazadas las tienen: Aunque son comunes en el embarazo, de un tipo muy característico (líneas horizontales alrededor del ombligo), también pueden ocurrir durante la pubertad, al aumentar el volumen corporal (grasas o músculo), en cambios y tratamientos hormonales (que pueden debilitar la piel), ciertas condiciones médicas (como Cushing) y algunos fármacos (como los corticoides). Esto afecta a ambos sexos sin distinción.
- Las estrías son signo de poca salud o cuidado: Se conoce que la aparición de estas cicatrices presenta un gran componente genético. Eso significa que, incluso al tomar medidas preventivas, puede que aparezcan igual. Por otro lado, si aparecen por un problema de salud o un medicamento, tampoco debería ser razón para estigmatizar.
- Las estrías son permanentes e intratables: Al producirse las estrías juegan muchos factores como la genética y el contexto en el que nos encontramos (física, mental y nutricionalmente) por lo que es posible que las estrías se reduzcan e incluso desaparezcan con el tiempo. Pero es cierto que en la mayoría de los casos, las estrías no se van por si solas, dejando espacio para los tratamientos que así lo prometen.
Los tratamientos disponibles
Podemos dividir los tratamientos en preventivos y de reducción (minimización) de las estrías cuando ya ocurrieron. Las primeras buscan acelerar la producción de colágeno antes que se produzca la rasgadura; la segunda busca reactivar la piel para que se regenere la dermis. A partir de estos conceptos, existen algunas ideas populares:
- Las cremas de venta libre pueden impedir que se produzcan las estrías: La respuesta corta es que no existe evidencia que alguna crema pueda lograrlo. Existiendo un componentes genético fuerte, es muy probable que la potencia no sea suficiente para tener un efecto en todas las personas. Es necesario hablar con un dermatólogo para elegir el mejor tratamiento de prevención.
- Los remedios caseros reducen las estrías cuando aparecen: La cebolla se ha reconocido como un gran ayudante en la cicatrización incluso en las estrías. Efectivamente, junto a los aceites, el aloe vera y el karité, pueden ayudar a la hidratación, pero no logran tener resultados estadísticamente significativos.
Los productos comentados previamente funcionan como buenos complementos a algunos tratamientos médicos que sí han mostrado mayor efectividad:
- Retinoles: Las cremas con prescripción de retinol pueden ser unos gran activadores de la producción de colágeno y la textura de la piel. Un dermatólogo debe elegir la concentración, porque un sobre uso puede producir daños especialmente si se expone a la luz. También últimamente se ha propuesto el uso de geles que podrían ofrecer resistencia extra mientras se está estirando, pudiendo reducir el daño del colágeno.
- Microagujas: Se realizan microdaños en las zonas con estrías usando agujas muy pequeñas. Así se fuerza a la piel a recuperarse rápidamente, estimulando la producción de colágeno y elastina. Debe ser realizada por un profesional y no es recomendable para todas las personas.
- Láser: Similar al usado para la depilación definitiva, pero en otras frecuencias de luz. Se busca atacar las capas internas de la piel para estimular la producción de colágeno y reducir la descoloración de las estrías. Igual que las anteriores no asegura una total eliminación.
- Cirugía: Las estrías del abdomen pueden ser eliminadas, señalan desde la Sociedad Americana de Cirugía Plástica en Estados Unidos, con abdominoplastia únicamente si se encuentran debajo del ombligo. Por encima recomiendan el uso de otros tratamientos como los presentados anteriormente.
Definitivamente, en la búsqueda de la perfección debemos preocuparnos en aquello que podemos controlar. Las estrías no duelen y tampoco desde un punto de vista corporal generan alguna afectación. Celebremos y aceptemos las estrías como son: algo natural.
Por Carlos Diego Ibáñez
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