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Con el avance de la ciencia, actualmente se pueden hacer cirugías reconstructivas en partes del cuerpo que antes ni se consideraban, como la vagina. Muchas veces, la cirugía de reconstrucción vaginal permite mejorar problemas de nacimiento o de salud pero en otras ocasiones, hay mujeres que quieren someterse a una cirugía vaginal o vaginoplastia por cuestiones puramente estéticas, ¿se recomienda? En este artículo te contamos de qué se trata la cirugía de reconstrucción vaginal, cuándo vale la pena hacerla y cuáles son los riesgos que corres.

Algunas personas harían cualquier cosa por verse más bellas, aun cuando ya lo sean. Hay mujeres que se obsesionan con sus pechos, otras con la cola, las arrugas, las estrías, la celulitis, la papada… A cada quien le preocupa lo suyo, y aunque a alguien pueda llamarle la atención, hay mujeres que quieren embellecer su vagina, aunque no existe una forma que se considere mejor que otra. Sin embargo, esta operación puede ser muy riesgosa, ¿realmente, vale la pena arriesgarse tanto por una cuestión estética?

La cirugía de reconstrucción vaginal puede recomendarse e incluso es necesaria en algunos casos específicos en los cuales hay problemas físicos o de salud, el ejemplo más común es la agenesia vaginal (un defecto de nacimiento que afecta a pocas mujeres pero que, a menos que se corrija, puede imposibilitar el desarrollo de la vida sexual y la maternidad). En casos como este, la cirugía se utiliza para curar tejidos que estaban dañados y mejorar las funciones de ciertas partes del cuerpo.

Por el contrario, cuando se trata de embellecerse, se está modificando la forma normal y natural del cuerpo. Por eso, cuando se trata de operaciones complejas y riesgosas, como puede ser en la vagina, hay muchas objeciones y advertencias al respecto. Así, por ejemplo, el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (American College of Obstetricians and Gynecologists –ACOG) no recomienda hacer esta cirugía por cuestiones estéticas.

Existen distintos tipos de cirugías vaginales. Las principales son la vaginoplastia (un proceso a través del cual se busca estrechar la piel de la vagina que ha perdido elasticidad con la edad o después del parto) y la labioplastia (una cirugía estética en los labios que rodean la vagina, ya sea el superior o el inferior, para cambiar su tamaño o su forma). Estas dos operaciones pueden hacerse juntas o separadas.

Otros tipos de cirugías de reconstrucción vaginal permiten:

  • Quitar el tejido que normalmente cubre el clítoris.
  • Inyectar colágeno en la pared frontal de la vagina, teóricamente para incrementar el placer (ya que se cree que allí se ubica el denominado “punto G” femenino que brinda placer durante el acto sexual).
  • Volver a unir el himen, que es el tejido en la entrada de la vagina que normalmente se rompe la primera vez que una mujer tiene relaciones sexuales. Esta opción, en general, se elige por con cuestiones culturales y religiosas, y es una de las más cuestionadas y polémicas.

En todos los casos, las cirugías de reconstrucción vaginal son peligrosas y riesgosas ya que pueden causar complicaciones y problemas como:

  • Infección (que incluye: pus, dolor, irritación y enrojecimiento de la zona).
  • Sangrado y demora para que la herida provocada por la operación se cierre.
  • Cicatrices.
  • Incontinencia.
  • Pérdida de las sensaciones o cambios permanentes en la forma de sentir.
  • Dolor continuo o durante la relación sexual.

Si estas preocupada por cómo se ve tu vagina y estás considerando someterte a una cirugía estética de la vagina, se recomienda que lo consideres muy seriamente y que te asesores mínimo por dos especialistas para que estés bien informada y que tomes una decisión que te deje tranquila. Por eso, además, debes ser muy franca con tu médico, responder con honestidad a las cosas que te pregunte y que te responda a todas tus dudas y tus miedos, pregunta sin vergüenza ni prejuicios. Por ejemplo, algunas de las preguntas que deberías considerar con el o la especialista son:

  • ¿Cuáles son los riesgos y las complicaciones que pueden aparecer a largo plazo debido a la cirugía de reconstrucción vaginal?
  • ¿Cuáles son los beneficios que me brinda esta cirugía?
  • ¿Perderé las sensaciones que tengo en la vagina o el clítoris luego de la cirugía, qué posibilidades hay de que esto ocurra?
  • ¿Afectará la cirugía mi capacidad de tener orgasmos, qué posibilidades hay de que esto ocurra?
  • ¿Podré utilizar productos higiénicos como tampones luego de la cirugía, qué cuidados especiales deberé tener?
  • ¿Me afectará la cirugía si en el futuro quedo embarazada y quiero tener un parto vaginal?
  • ¿Son realistas mis expectativas con respecto a la cirugía?
  • ¿Qué otras alternativas tengo para evitar la operación?

Recuerda que eres única y tu cuerpo es especial. Por eso es importante que lo cuides y siempre te asesores antes de tomar decisiones tan importantes como la de someterte a un cirugía de reconstrucción vaginal, sobre todo si es por cuestiones estéticas. Al fin de cuentas, para que tu cuerpo sea bello, antes que nada debe estar sano.

 

Ultima revisión: 2017

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Imagen © iStock / Stockphoto4u

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