A muchas mujeres no se les ocurriría empezar el día sin su taza de café. Otras la consideran el broche de oro del almuerzo o de la cena. ¿Pero café para combatir la depresión? Un estudio reciente confirma que las mujeres que consumen cuatro o más tazas al día y por lo tanto reciben dosis más altas de cafeína, son menos propensas a sufrir trastornos del estado de ánimo que las que toman menos cantidad o no beben café en absoluto. Y tú, ¿en qué grupo estás?
Si te encanta el café y te encuentras entre las mujeres que beben cuatro o más tazas al día, hay buenas noticias para ti: toda esa cafeína reduce tu riesgo de sufrir de depresión. La cafeína es una sustancia química perteneciente al grupo de las xantinas, que significa que tiene la propiedad de estimular nuestro sistema nervioso central. En su estado natural, se extrae de los granos y de las hojas de diferentes plantas como el cafeto, el té, la yerba mate y el guaraná, entre otros. Millones de personas en todo el mundo beben café precisamente por las propiedades estimulantes de la cafeína que contiene, y en innumerables versiones: desde porciones pequeñas de potente café solo, a infusiones más diluidas, acompañadas con leche y azúcar. De hecho el 80% de la cafeína que se utiliza en el mundo se consume como café, convirtiéndola en el estimulante del sistema nervioso central más utilizado en el planeta.
Aunque popular y delicioso, nos habían prevenido sobre las consecuencias de consumirlo en exceso, causando: insomnio, ansiedad o problemas gástricos. El estudio realizado en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, Estados Unidos y cuyos resultados aparecen en la publicación Archives of Internal Medicine, hará sentir menos culpables a las amantes del café: cuatro o más tazas diarias de dicha bebida ayudan a reducir el riesgo de depresión en mayor proporción que las que no lo beben en absoluto o solamente beben una tacita al día.
Con anterioridad se han realizado varios estudios para evaluar el efecto de la cafeína en la salud del corazón, la inflamación de los tejidos o su relación con el cáncer, pero se había estudiado poco su relación con el estado de ánimo. Según el autor principal del estudio de Harvard, el doctor Alberto Ascherio, la cafeína tiene efectos positivos a corto plazo sobre los estados emocionales, nos hace sentir con más energía o más alertas a corto plazo, por lo que parecía natural observar si el consumo de café a largo plazo se asociaba con un menor riesgo de desarrollar depresión.
Para comprobar este hecho, los investigadores siguieron a unas 51,000 mujeres con una edad promedio de 63 años, ninguna de las cuales indicó tener depresión o tomar antidepresivos al comienzo del estudio. Las mujeres que bebieron cuatro o más tazas de café al día tuvieron una reducción del 20% en su riesgo de sufrir depresión y las que bebieron de dos a tres tazas de café al día tuvieron una reducción del 15%, en comparación con las que bebían una taza o menos (el uso de café descafeinado no tuvo repercusión alguna en el riesgo de desarrollar depresión). Según los expertos, la relación entre el café con cafeína y la depresión tiene sentido desde el punto de vista biológico. El doctor Ascherio explica que la cafeína afecta la liberación de ciertos neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que se han asociado con la regulación del estado de ánimo y la depresión. Sin embargo, esta relación es a corto plazo, por lo que en realidad los investigadores no saben exactamente a qué se debe la relación con la depresión a largo plazo, es decir, cuando se mantiene el consumo de altas dosis de cafeína a través de varios años.
Es demasiado pronto todavía para recomendar el consumo regular de café para combatir la depresión, pero si ya tienes esa costumbre y la cafeína no afecta ni tus patrones de sueño ni tu estómago, ya puedes encontrarle un ángulo positivo a tu hábito de beber más de una tacita de café. Ahora bien, ¿sabías que a una de cada cinco mujeres se le diagnostica depresión alguna vez en la vida? No se trata de la angustia y la tristeza asociadas con ciertas circunstancias como la pérdida de un ser querido, una enfermedad, o la pérdida del empleo. Esas son razones muy válidas para sentirse triste durante un tiempo. Pero cuando la tristeza y la desesperanza se prolongan demasiado y la persona no puede funcionar adecuadamente en su vida diaria, se trata de depresión y debes aprender a reconocer sus síntomas:
- Sentimientos de tristeza y desesperanza que se prolongan
- Falta de interés en actividades y pasatiempos habituales, sensación de vacío
- Sentimientos de culpabilidad y baja autoestima
- Cansancio y fatiga
- Falta de concentración y de memoria
- Incapacidad para tomar decisiones
- Dificultad para dormir
- Comer en exceso o falta de apetito
- Pérdida del interés en el sexo
- Aumento o pérdida de peso
- Irritabilidad y ansiedad
Si la depresión afecta seriamente y por largo tiempo las relaciones personales, el trabajo y la vida de la persona en general, debe buscar ayuda médica cuanto antes. Esa ayuda puede combinar el uso de medicamentos y la terapia emocional.
Tú, por ser mujer tienes más probabilidades de sufrir de depresión que los hombres, pero ya sabes que hay recursos para combatirla y de manera muy efectiva. No permitas que eche raíces en tu vida. Pero si un día te sientes algo desanimada y agobiada por alguno de esos inevitables problemas cotidianos, desahógate con una amiga entrañable acompañada por un buen café.
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