En un mundo ideal, las relaciones sexuales deberían ser de mutuo acuerdo, placenteras y felices. Pero la realidad es que en el mundo en que vivimos existe la maldad, la injusticia y la violencia y millones de personas se ven sometidas a relaciones sexuales a la fuerza, con sus secuelas tanto físicas como psicológicas. Si eres víctima de un asalto sexual o de una violación, busca ayuda médica inmediata y denúncialo. Solamente así evitas ser víctima por partida doble: de tu agresor y del silencio.
Aunque la violencia sexual afecta a ambos sexos, las mujeres son las más afectadas. Según datos proporcionados por los CDC (Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades en Estados Unidos), 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 71 hombres han sido víctimas de una violación en algún momento de su vida. El agresor, por lo general, es hombre y alguien conocido por la víctima, ya sea un vecino, un compañero de trabajo, un amigo o hasta un miembro de la propia familia.
Dolor, vergüenza, confusión, temor, asombro y hasta negación…. son las sensaciones que dejan en la víctima el haber sufrido un asalto sexual. Se puede entender y solamente quien ha pasado por la experiencia puede imaginarse el trauma que se sufre. Sin embargo, hay que tener presente lo siguiente:
- No importan las circunstancias, cualquier asalto o violación sexual constituye un crimen y no es culpa de la víctima.
- Es vital superar el sentimiento de culpa o vergüenza y buscar ayuda médica lo antes posible y reportar a las autoridades lo ocurrido.
Es importantísimo hacer esto por las siguientes razones:
- Al buscar ayuda médica se pueden evaluar y tratar de inmediato los golpes y las heridas y recibir la terapia contra un embarazo potencial y/o el contagio de enfermedades
- Evitar que el agresor repita su crimen con otras personas
- Proporcionar alivio emocional a la víctima
Lo normal es que la persona quiera borrar de su mente y de su cuerpo cualquier rastro del asalto pero, aunque es difícil, es fundamental:
- Evitar bañarse, lavarse o darse una ducha
- No cambiarse ni de ropa ni de zapatos
- Ni peinarse ni cepillar el cabello
Tan pronto como sea posible, hay que dirigirse a un centro especializado en el tratamiento de víctimas de violaciones, o al departamento de emergencias del hospital o centro médico más cercano. Allí se realizará una evaluación física completa de la persona. Quizás resulte molesta y difícil de soportar pero esta evaluación es vital, por varias y valiosas razones:
1. Recopilación de evidencias. No solamente se registrarán las pruebas físicas de la agresión, sino que pueden reunirse fuentes de ADN (cabellos, líquidos corporales, restos de piel) que puedan servir para identificar al agresor y usarse legalmente en su contra. Toda esa evidencia se recoge en lo que se conoce como el paquete de violación.
2. Evaluación de lesiones internas, que no puedan verse a simple vista y que requieran un examen profundo realizado por profesionales.
3. Prevención de embarazo. Si la mujer no estaba tomando anticonceptivos orales, en la mayoría de los casos se le ofrece la opción de un anticonceptivo de emergencia (a base de progestina solamente que tiene menos efectos secundarios que las pastillas con progestina y estrógeno) para reducir las probabilidades de un embarazo como consecuencia de la agresión.
4. Tratamiento de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Las probabilidades de contraer una infección a través de una violación van de un 5 a un 10%. Para evitarlo, se administran medicamentos contra la clamidia, la gonorrea y la sífilis y, si la persona no está vacunada, una vacuna contra la hepatitis B (con una serie de inyecciones a lo largo de dos meses).
5. Prevención del VIH. Aunque las probabilidades de contraer el VIH a través de una violación son menos de un 1%, y el virus no se manifiesta inmediatamente, se hace la prueba del VIH para comenzar el tratamiento de inmediato si el resultado es positivo (en este caso el contagio fue previo al ataque). Si el resultado de la prueba es negativo, ésta se repetirá a los 3 meses. Al cabo de los 3 meses de obtener resultados negativos, se considera que no hay infección por el virus.
6. Comenzar la ayuda psicológica y emocional. Un evento tan traumático como la violación requiere la ayuda de profesionales para reducir el estrés y el sentimiento de culpa de la víctima y elevar su autoestima.
Denunciar lo ocurrido a las autoridades es el próximo paso a seguir. Muchas personas se abstienen pensando que no les creerán, que quedará sobre ellas la mancha o el estigma de lo ocurrido, o temen las represalias del agresor, sobre todo si es alguien que conocen. Es un error. Ante un crimen, el silencio es la peor opción. Nadie tiene derecho a forzar a otro a tener una relación sexual y cuando esto ocurre, se trata de un crimen que merece ser castigado. Como víctima, tienes derecho a proteger tu cuerpo y a pedir justicia. Hazlo por ti misma(o) y para que no le ocurra a otro(a) lo que te pasó a ti.
Recuerda la violación es un crimen. El asalto sexual es un crimen. La violencia doméstica es un crimen. Si tú o alguien que conoces está en una relación abusiva busca ayuda. Existen muchas organizaciones comunitarias en los diferentes países que te puede ayudar y asesorar. En Estados Unidos puedes hacer clic aquí para la Línea Nacional Sobre la Violencia Doméstica, el teléfono es 1-800-799-SAFE (7233).
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