El acné es la pesadilla de la mayoría de los adolescentes, pero puede afectar incluso a los adultos. Y tampoco se conforma con brotar en el rostro. Puede presentarse en otras áreas del cuerpo, como el pecho, la espalda, los hombros y los glúteos. Este acné corporal, al igual que el del rostro, repercute negativamente en la autoestima, pero no hay que sufrirlo en silencio ya que tiene tratamiento y alivio. Sigue estos consejos para mantenerlo a raya.
Si tienes granitos y marcas en los hombros y en la espalda, y por eso ni se te ocurre ir a la playa o a la alberca (piscina). Y ni hablar de un vestido escotado. O te preguntas: “¿Por qué me sucede esto a mí?”. No estás sola (o). No se conoce exactamente la causa del acné corporal, aunque se piensa que tiene un componente genético: si alguien en tu familia lo tuvo o lo tiene, las probabilidades de que lo tengas tú aumentan mucho más.
Lo que sí se sabe es por qué se produce. De las condiciones que afectan la piel, el acné es la más común y ocurre cuando los folículos de la piel se ocluyen (tapan) con sebo y las células muertas de la piel, forman granos y espinillas.
Ciertos factores pueden estimular la actividad de las glándulas sebáceas (las que producen el aceite o sebo que lubrica nuestra piel), lo que a su vez desencadena o empeora los casos de acné:
- El aumento de la actividad hormonal (como sucede durante la adolescencia), o fluctuaciones hormonales ya sea durante el embarazo o cuando se toman anticonceptivos orales.
- El uso de algunos medicamentos, como los de tipo esteroide (corticosteroide), o los que contienen andrógenos o litio.
- Una dieta con alto contenido en productos lácteos o carbohidratos (alimentos en general con un alto índice glucémico) puede estimular o empeorar el acné.
Además se sabe, que a pesar de lo que muchos creen, ni los alimentos grasosos ni el chocolate influyen en el acné. Tampoco la suciedad. Por el contrario, la limpieza excesiva de la piel o con productos demasiado fuertes, puede no solamente irritar la piel, sino empeorar los brotes de acné.
Muchas de las personas afectadas por el acné facial también tienen acné corporal, pero es posible que éste último se presente por sí solo. Puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, con la excepción de las palmas de las manos y las plantas de los pies (ya que carecen de folículos sebáceos), y es más común que brote en el pecho, la espalda, los hombros y los glúteos. Como la piel del cuerpo es más gruesa y tiene poros más grandes, los brotes de acné son, por lo general, son más pronunciados y severos.
El acné corporal puede tratarse y controlarse de forma efectiva, pero no se puede garantizar una cura completa y definitiva. El tratamiento depende de muchos factores: la edad, el sexo, la severidad de los brotes de acné y el tiempo que se haya padecido. Pero existen varias opciones para el tratamiento:
- Los casos de leves a moderados de acné corporal pueden combatirse a base de lociones o cremas de venta libre que contengan como elemento activo peróxido de benzoilo, azufre, resorcinol o ácido sulfúrico, acompañadas por un antibiótico tópico (aplicado en la piel). El objetivo de estos medicamentos es reducir la inflamación, el enrojecimiento y la posible infección con bacterias (que provocan pus). Sigue las instrucciones del envase y evita usar ácido sulfúrico y peróxido de benzoilo a la vez. Se constante y comenzarás a ver mejoría, aunque no de forma inmediata. Es posible que ocurra alguna reacción, como irritación la piel, resequedad y descamación de la piel.
- Si tu caso de acné corporal es más severo, lo mejor es que el tratamiento lo indique y supervise un dermatólogo. Él o ella te recetará lociones o cremas más potentes y/o antibióticos orales, tratamientos a base de rayo láser o terapia de luz, “peelings” y otros procedimientos para eliminar los quistes muy profundos y evitar las marcas y las cicatrices.
Además del tratamiento que te indique el dermatólogo(a), hay varias medidas que puedes tomar para mejorar tu caso de acné corporal. Entre ellas se encuentran:
- La fricción empeora el acné. Evita usar ropa muy apretada o llevar mochilas a la espalda para reducir presión y el roce sobre los hombros y la espalda.
- Usar ropa holgada, de preferencia de algodón, que absorba la humedad del cuerpo y te mantenga fresco(a). Los brotes de acné corporal se empeoran con el uso de ropa sudada o húmeda.
- Cuando te bañes o tomes una ducha, evita usar jabones o geles muy fuertes o abrasivos. Usa un jabón o gel antibacteriano, uno indicado para pieles delicadas o productos específicamente para los casos de acné.
- La eliminación de las células muertas también te ayuda. Usa productos para exfoliar delicadamente la piel (evita frotar las lesiones o granitos que se hayan inflamado recientemente).
- Después del baño, aplica la loción o crema para el acné ya sea recetado o de venta libre.
- Evita tocar, apretar o exprimir los granitos para no irritar más la piel y minimizar la aparición de marcas y cicatrices.
- Aunque el estrés no produce acné, si ya lo tienes, lo empeora. Por lo tanto, contrarresta las situaciones que te provoquen estrés con un buen descanso, con ejercicio o con un pasatiempo relajante.
- Lleva una dieta rica en frutas y vegetales, evitando los alimentos con concentraciones altas de carbohidratos, por ejemplo, los productos refinados (azúcar, pan, arroz blanco) tienen un índice glicémico elevado y no te convienen.
- Mantén tu ropa de cama y tu ropa interior bien limpia y fresca.
- Si eres mujer y tienes el cabello largo, llévalo recogido lo más que puedas o llévalo corto para evitar más irritación si tienes brotes en los hombros o en la espalda.
Tanto el acné facial como el acné corporal no son condiciones serias pero sí pueden afectar directamente tu autoestima. Busca remedio hoy mismo y si los productos de venta libre no son suficientes, visita a un dermatólogo.
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