Nadie niega que bajo situaciones estresantes, todo es más difícil. Desde una tarea cotidiana, hasta algo tan complejo como quedar embarazada. Por eso, si estás intentando concebir sin éxito, es recomendable que le pongas atención a tus niveles de estrés. No sea que las preocupaciones y la ansiedad se estén interponiendo entre tú y tu deseo de ser mamá.
“Tranquila, cuando menos lo pienses, sucederá”. “¡Váyanse de vacaciones y olvídense del asunto!”. “No te preocupes, porque entre más lo haces, menos posibilidades tendrás”. Estas son frases que tal vez muchas personas que te rodean te han dicho si es que estás intentando quedar embarazada hace meses y no lo has logrado.
Es muy probable que te sientas triste y frustrada cada vez que te llega el período menstrual, porque es el indicador más claro de que no estás esperando un bebé. Esa ansiedad que te causa la frustración, sumada a los deseos que tienes de ser mamá, pueden crear estrés y afectar tu capacidad para concebir. Imagínate, cada vez que tienes relaciones sexuales estás pensando en si vas a quedar embarazada, y probablemente eso no te deja disfrutar a pleno del momento de intimidad con tu pareja.
En otros casos, incluso puede pasar que el período menstrual no llegue, lo que se denomina amenorrea. Si esto sucede, es un indicador de que algo no anda bien con la ovulación y esto también tiene que ver con el estrés.
En resumidas cuentas, es una realidad que el estrés sí puede ser un causante de la infertilidad tanto en los hombres como en las mujeres. La buena noticia es que se puede tratar. Según Sarah Berga, profesora de la Universidad de Emory en Atlanta, en Estados Unidos, entre un cinco y un diez por ciento de los casos de las mujeres que no tienen el período menstrual está relacionado con el estrés.
Los resultados de un estudio al respecto fueron presentados recientemente por Berga y sus colegas en el Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, los cuales indican una correlación entre las hormonas del estrés, como el cortisol, y las hormonas reproductivas, lo cual causa la desaparición del período menstrual. A este fenómeno se le denomina amenorrea funcional hipotalámica.
El estudio, que se presentó en Praga durante el Congreso, se hizo entre 16 mujeres entre los 20 y los 35 años, a quienes se les había diagnosticado dicha condición. Para medirles los niveles de estrés les tomaron una prueba de sangre para evaluar el nivel de cortisol. Luego, se las dividió en dos grupos: uno recibió durante 20 semanas terapia cognitiva de comportamiento, la cual incluía programas de nutrición, ejercicio y otras vías para reducir el estrés. La otra mitad no recibió ningún tratamiento.
Los resultados fueron muy claros: el 80% de las mujeres que recibieron el tratamiento, volvió a ovular. Además, dos de las pacientes quedaron embarazadas luego de concluir el estudio.
Otras investigaciones, como una publicada en la revista Human Reproduction, también describen la influencia del estrés en la fertilidad. Los autores de dicho estudio compararon la tasa de embarazo en parejas que reportaron estar estresadas y aquéllas que no lo estaban. Los resultados indicaron que el embarazo ocurrió con más frecuencia entre las parejas que reportaron sentirse felices y relajadas. En cambio, el embarazo tuvo menos posibilidades de ocurrir si las parejas reportaban sentirse tensas y ansiosas.
Pero esto no es sólo es cierto cuando se trata de embarazos que ocurren de manera espontánea. Unos médicos de Israel presentaron unos hallazgos sorprendentes en cuanto a las mujeres que se someten a fecundación in vitro en el congreso europeo. Con el objetivo de comprobar la teoría de que la relajación aumenta las posibilidades de lograr el embarazo, los médicos de Israel dividieron a sus pacientes en dos grupos, a un grupo, le enviaron a un payaso para que las entretuviera durante su recuperación. La respuesta de las mujeres que recibieron la visita del payaso, fue maravillosa: un tercio de ellas lograron un embarazo exitoso, comparado con un 19 % que no logró concebir.
Por eso, si estás teniendo problemas para quedar embarazada, piensa en tus niveles de estrés y toma medidas para combatirlos: ejercicio, yoga, meditación, risa, diversión e incluso acupuntura quizá te pueden ayudar. ¡Buena suerte!
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