Una fractura de cadera, especialmente en las mujeres de más de 70 años, podría significar algo más que un episodio que les dificulta o que les impide su capacidad de caminar. La hospitalización, la cirugía y la inmovilidad que conlleva la fractura, pueden traer complicaciones que implican un mayor riesgo de muerte a los pocos meses después del incidente. La solución más efectiva es prevenir las fracturas a toda costa.
Poco después de cumplir los 50 años de edad, Elsa fue al consultorio de su médico de familia, preocupada por la posibilidad de tener una condición que debilita los huesos denominada osteoporosis y que, en el momento menos pensado, se le fracturara (rompiera) la cadera. Tenía tan presente el recuerdo de su abuelita que no quería repetir la historia: la anciana era muy activa hasta que se tropezó con una silla mal ubicada en la cocina y al caer se quebró la cadera. Luego del accidente nunca se recuperó y en menos de un año falleció.
Lo que le pasó a la abuela de Elsa después de la caída ocurre a menudo entre las mujeres mayores, aunque claro está que no todas fallecen al poco tiempo. Sin embargo, parece existir una relación entre ambos hechos y, en busca de precisiones, un grupo de científicos del Centro de Investigación sobre la Salud de Kaiser Permanente en Portland, Oregón, en Estados Unidos, analizó a 1.116 mujeres que sufrieron fracturas de cadera y las comparó con casi 4.500 mujeres con un estado de salud similar pero que no habían sufrido fractura (todo eso, como parte de un estudio más grande que aún continúa, sobre casi 10 mil mujeres mayores de 65 años).
Los investigadores encontraron que las mujeres de 65 a 69 años de edad que se fracturan la cadera tienen cinco veces más probabilidades de morir en un plazo de un año que las mujeres de la misma edad que no han sufrido una fractura, mientras que el riesgo se duplica cuando el hueso se rompe luego de los 70 años de edad.
A partir de los 80, en cambio, las mujeres demostraron el mismo riesgo de muerte en un plazo de un año, independientemente de si se habían roto una cadera o no, aunque a partir de esa edad, para las mujeres que tenían una salud excelente, una fractura de cadera casi triplicaba su riesgo de morir en un plazo de un año.
Asimismo, según estos resultados, que fueron publicados en la versión online del la revista Archives of Internal Medicine, entre las mujeres que se fracturaron la cadera, más de la mitad de las muertes a corto plazo ocurrieron durante los tres meses después de la fractura, y casi el 75 por ciento en los primeros seis meses posteriores al episodio.
Si bien estos datos son alarmantes, es importante tener en cuenta que muchas personas con fractura de cadera logran recuperarse y rehabilitarse después de recibir los cuidados necesarios, que en general, requieren una cirugía. El pronóstico es mejor para quienes gozan de buena salud, se mantienen móviles y son activos antes de fracturarse. Es muy importante que quienes sufren una fractura de cadera sigan estrictamente las instrucciones de su médico y realicen los tratamientos indicados para que logren una buena recuperación.
El estudio y sus conclusiones son un incentivo más para evitar las fracturas de cadera y difundir estos datos, para que cada vez más mujeres (y también los hombres) puedan cuidarse de tener un problema mayor que, generalmente, se produce por un accidente que se puede prevenir, como le ocurrió a la abuela de Elsa.
Para ello, por ejemplo, los expertos de la Fundación Nacional de Osteoporosis (National Osteoporosis Foundation) recomiendan que todas las mujeres a partir de los 65 y las que tienen mayor riesgo de tener osteoporosis, consulten a su médico para hacerse los estudios necesarios para determinar si tienen más posibilidades de fracturarse. Un peso corporal bajo, fumar y el uso de esteroides a largo plazo se asocian con un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis.
Existen dos maneras de prevenir una fractura de cadera: manteniendo tus huesos fuertes y evitando las caídas. ¿Cómo puedes lograrlo? He aquí algunas sugerencias:
- Para fortalecer los huesos, tanto los hombres como las mujeres de cualquier edad deberían hacer ejercicios físicos de resistencia y ejercicios de equilibrio y consumir suficiente calcio y vitamina D.
- No fumar.
- Asegurar la vivienda contra caídas. Por ejemplo: instalar barras para sujetarte, utilizar alfombras de goma antideslizantes en la bañera, disponer de una iluminación adecuada y eliminar obstáculos y exceso de muebles en las áreas de mayor tráfico dentro de la casa. Tu médico puede brindarte información adicional sobre cómo prevenir caídas.
Empieza a cuidar tus huesos desde ahora, especialmente si tienes factores de riesgo para desarrollar osteoporosis. Y si en tu familia hay mujeres mayores de 65, adviérteles del peligro que implica una fractura de cadera y ayúdalas a prevenirla. Es el mejor regalo que puedes hacerles: el de su seguridad e independencia en la tercera edad.
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