Tal vez sea el último tema del que quieras hablar con tus amigas, tus familiares o tu médico. Pero el flujo vaginal es algo normal en las mujeres y merece tu atención porque cuando cambia, es un indicador de que algo puede no estar bien. Toma nota sobre qué puede cambiar el flujo vaginal y cuándo debes ir al médico.
Cuando se inicia la pubertad, es normal tener cierta cantidad de flujo vaginal o sea, secreciones provenientes de la vagina. De hecho, es posible que los notes entre 6 meses a un año antes de que te empiece tu periodo menstrual. Esto se debe a los cambios hormonales. En el cuello del útero se encuentran unas glándulas que producen un moco transparente que se puede volver blanco o amarillento cuando sale del cuerpo al entrar en contacto con el aire. Este flujo ayuda a mantener lubricada y limpia tu vagina. El flujo vaginal normal no huele a nada y es una parte natural de ser mujer.
A lo largo de tu ciclo menstrual, la cantidad y la consistencia del flujo vaginal varía dependiendo de tus niveles hormonales, es decir, por ejemplo, de cuánto estrógeno circula por tu cuerpo. También puedes notar cambios en el flujo vaginal que son normales debidos factores como:
- Ovulación
- Excitación sexual
- Embarazo
- Estrés
¿Existe el flujo vaginal anormal?
Sí. Para que entiendas mejor, debes estar atenta a tres aspectos en los cuales las secreciones de la vagina pueden presentar cambios y que te dan señales que sugieren que podría haber algún problema:
- Color: transparente, blanco, turbio, amarillo, verde
- Consistencia: espeso, pastoso, líquido
- Olor: normal, sin olor, de mal olor
¿Qué pasa cuando hay cambios en el flujo vaginal?
Si notas que de repente el flujo vaginal normal aumenta significativamente (y tú vas a conocer lo que es normal para ti, porque cada mujer es diferente) o cambia de consistencia, de olor o de color, puede ser que tengas algún tipo de infección.
Las causas más comunes de flujo vaginal anormal son las siguientes. Toma nota:
- Vaginosis Bacteriana: Se produce cuando las bacterias que viven normalmente en la vagina aumentan (se reproducen en exceso), lo cual causa que las secreciones de tu vagina se vuelvan grises y con un olor similar al del pescado.
- Enfermedades de Transmisión Sexual como Clamidia, Gonorrea, Tricomoniasis y otras.
- Olvido de algún objeto dentro de la vagina (como un tampón, por ejemplo)
- Cáncer del cuello uterino o cáncer de la vagina
- Vulvo-Vaginitis infecciosas
- Vaginitis atrófica (en mujeres después de la menopausia o cuando los niveles de estrógenos están bajos)
Pero más allá de estar atenta a los cambios del flujo vaginal, también debes prestar atención a ciertos síntomas y actuar de acuerdo a ciertas circunstancias. Debes consultar con tu médico si:
- Además de los cambios en el flujo vaginal, tienes dolor abdominal o pélvico, o si tienes fiebre.
- Tienes dudas sobre si pudiste haber contraído una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) o estás segura de haber estado expuesta a un compañero sexual infectado con una enfermedad venérea (ETS).
- Tienes ampollas en la vagina o en la vulva.
- Te arde o te duele al orinar.
- Los síntomas empeoran o duran más de una semana
El flujo vaginal no es normal en una niña que aún no ha llegado a al pubertad. Si se presentara, es importante contactar al doctor.
¿Cómo puedes prevenir los cambios en el flujo vaginal?
Ahora que tienes más información sobre el flujo vaginal, te preguntarás qué puedes hacer para evitar que cambie y te cause problemas. Estadísticamente, la mayoría de las mujeres tendrán una infección vaginal alguna vez en su vida. Sin embargo, como las causas de las infecciones vaginales que alteran el flujo son diversas, hay medidas que puedes tomar para prevenirlas:
- Mantén tus genitales limpios y secos. La higiene siempre contribuye a una buena salud.
- No uses duchas vaginales ni jabones perfumados. Tampoco te apliques aerosoles, perfumes o talcos en el área genital.
- Usa SIEMPRE condón para tener relaciones sexuales.
- Evita usar pantalones apretados. Procura que tu ropa interior sea de algodón para facilitar que el aire fluya libremente y evita el sudor excesivo que atrae bacterias y causa irritación.
- Si tienes diabetes, procura controlar tus niveles de azúcar en la sangre. Recuerda que las mujeres diabéticas son más propensas a padecer de infecciones vaginales por hongos.
Una nota final que no debes olvidar: si cuando tu médico te dice que los cambios en el flujo vaginal se deben a una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) debes informarle a tu(s) pareja(s) sexual(es) para que reciba(n) tratamiento aunque no tenga(n) síntomas, no sólo para que no te transmita(n) la enfermedad nuevamente a ti, sino para que no se la transmita(n) a otra(s) persona(s). Y otra cosa importante, un flujo vaginal anormal no debe descuidarse, hay Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) que si no se tratan pueden no sólo causar problemas serios de salud, también pueden causar infertilidad.
Ultima revisión: 2018
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