Si eres una de las muchas víctimas de la migraña, te alegrará saber que el remedio está al alcance de tus manos. Los tratamientos preventivos pueden reducir la frecuencia y la intensidad de los ataques en pacientes con migraña, y los medicamentos no sólo existen, sino que no son difíciles de conseguir. ¿El problema? La mayoría de los pacientes no los usan.
¿Qué es la migraña exactamente? Por lo general, un dolor de moderado a intenso y punzante, que se presenta en forma de latidos (dolor palpitante) en un lado de la cabeza. Suele iniciarse en la frente, hacia la sien, y abarca un ojo. A veces se extiende al otro lado de la cabeza, y puede durar de cuatro a 72 horas. Con frecuencia el dolor se acompaña de náuseas, mareos, visión borrosa e intolerancia al ruido y a la luz. A veces se presentan también vómitos, diarreas, desmayos y auras en la visión, que son como manchas o destellos luminosos. El dolor y los síntomas que lo acompañan se van agravando de manera gradual, y pueden llegar a ser tan fuertes, que dificulten las actividades normales de la vida diaria.
La migraña es tres veces más común en las mujeres que en los hombres, y casi siempre aparece entre los 10 y los 30 años. En algunos casos, desaparece después de los 50 años. Aunque el promedio de los ataques de migraña es de unos tres al mes, a veces se presentan varias veces a la semana… ocasionalmente, durante toda la vida. Son varios los factores que pueden desencadenar los ataques de migraña. Entre ellos: hambre, cansancio, insomnio, café, chocolate, vino tinto, embutidos, ciertos quesos, salsa de soya y alimentos que contienen glutamato monosódico (MSG).
Pero hay soluciones a la vista. Según la Academia Nacional de Neurología (American Academy of Neurology), conocida comoAAN por sus siglas en inglés, ha determinado que existen siete medicamentos que son efectivos para prevenir los ataques de migraña, y hay otros que probablemente ayudan también a controlarlos. Ya se había publicado una revisión de los tratamientos preventivos de la migraña en el año 2000, realizada por la AAN y la Sociedad Americana de Dolores de Cabeza (American Headache Society), en donde se mencionaron varios medicamentos incluyendo los que se consiguen sin receta (y suplementos a base de hierbas). Pero el reporte más reciente que apareció en el número de abril 24 de Neurology que está más actualizado. Por cierto que el reporte no determina en si el grado de eficacia de ninguno de los tratamientos, sólo determina la evidencia en relación a si son mejores que el placebo o no.
Entre los medicamentos en el Nivel A (que indica la mejor evidencia de que son eficaces para prevenir o combatir la migraña, al menos en dos pruebas de alta calidad) están los siguientes. Todos estos requieren receta médica:
- Divalproex sódico (Depakote).
- Valproato sódico (Depacon).
- Topiramato (Topamax).
- Metoprolol (Lopressor, Toprol-XL).
- Propranolol (Inderal).
- Timolol (Blocadren, aunque ya no se vende con ese nombre en los Estados Unidos).
- Frovatriptan (Frova).
Otros medicamentos que requieren receta que se clasificaron como probablemente efectivos, en base a una prueba de alta calidad o dos de calidad moderada incluyen:
- Amitriptilina
- Venlafaxine (Effexor)
- Triptaminas (Axert, Zomig)
- Bloqueadores beta (Atenolol, Nadolol)
Entre los medicamentos recetados que probable o posiblemente no son eficaces están los siguientes:
- Lamotrigina (Lamictal)
- Clomipramina (Anafranil)
- Acebutolol (Sectral)
- Clonazepam (Klonopin)
- Nabumetona (Relafen)
- Oxcarbazepina (Trileptal)
- Telmisartan (Micardis)
- Montelukast (Singulair)
Este estudio contiene una lista de otras medicinas en donde no existe suficiente información o los datos son conflictivos para apoyar o rebatir su uso para la prevención de las migrañas.
Según los investigadores, aproximadamente 38% de las víctimas que padecen de migraña se beneficiarían del tratamiento preventivo, que puede reducir la frecuencia o la intensidad de los ataques, pero la mayoría no lo utiliza. Sólo alrededor de una tercera parte de los pacientes que podrían utilizarlo reciben algún tipo de tratamiento preventivo para la migraña.
Un caso citado es el de Gina Gjorvad, que empezó a tomar medicamentos sin receta a los 11 años. Estos medicamentos no hicieron mucho por aliviar su dolor. Ya de adulta, su médico le recomendó nortriptilina, como tratamiento preventivo diario, pero tampoco le ayudó a reducir significativamente la frecuencia ni la severidad de los ataques de migraña. Más tarde su médico le recomendó topiramato, que redujo a la mitad la frecuencia de los ataques, lo que aun la dejaba con 8 o 10 ataques de migraña al mes. Sólo fue cuando otro neurólogo le aconsejó aumentar la dosis del medicamento, que la frecuencia de los ataques se redujo a unos tres al mes.
El caso anterior es típico de las víctimas de migraña. Generalmente empiezan a tomar analgésicos que no requieren receta médica, y que en muchos casos son inútiles o no son suficientes para aliviar el dolor o la frecuencia de los ataques. Si padeces de migraña, y el medicamento que tomas no te está funcionando, consulta con tu médico. Es posible que estés tomando uno que no sea el correcto para tu problema, o que lo estés tomes en dosis demasiado bajas para que sea efectivo. Pero no cambies de medicamento ni aumentes la dosis por ti misma(o). Sólo tu médico puede decidir cuál es el tratamiento preventivo que te conviene para evitar o para hacer más leves y menos frecuentes los ataques de migraña. Recuerda: encontrar el medicamento y la dosis que sí funcionan para prevenir y tratar las migrañas es posible.
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