Frente a las dudas que existen sobre los tratamientos con hormonas sintéticas para la menopausia, las hormonas bioidénticas se han vuelto populares en los últimos años, especialmente porque se dice que son “naturales”. Algunos dicen que son más seguras, pero hay expertos que no las recomiendan. ¿Qué puedes creer? En Vida y Salud te ayudamos a aclarar esta confusión.
Las hormonas bioidénticas son hormonas químicamente idénticas a las que produce nuestro cuerpo. Su diferencia con las hormonas sintéticas, es que no son elaboradas en un laboratorio de forma artificial sino que son extraídas de fuentes naturales, especialmente de los químicos de algunas plantas. Por eso se consideran “naturales”.
Antes de saber si estas hormonas son mejores que las sintéticas, primero es necesario aclarar una confusión sobre lo que son las hormonas bioidénticas, pues actualmente existen dos grupos, y hay que saber identificar cuál es cuál para poder elegir sabiamente.
En el mundo científico se consideran hormonas bioidénticas a las “hormonas naturales”, que se venden con receta médica en presentaciones aprobadas y reguladas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EEUU (FDA en inglés), ya que se hicieron todos los estudios necesarios, con los compuestos y las dosis para determinar tanto sus efectos benéficos, como sus riesgos y sus posibles efectos secundarios y se sabe exactamente qué viene en cada pastilla o parche. Algunos ejemplos son el Estrace y el Prometrium (en pastillas), así como el Climara y el Vivelle-Dot (en parches). Estos son los nombres comerciales.
Por otro lado, algunas farmacias y algunas tiendas preparan unos compuestos a los que también les llaman hormonas bioidénticas que NO han sido aprobadas por la FDA. Estos productos se llaman “compuestos”, pues son una combinación de varias hormonas, la mayoría provenientes de fuentes naturales. Generalmente usan una combinación de tres hormonas, dos estrógenos débiles – que por cierto no producen los ovarios – y una (estradiol) que si producen, y es la que usan los compuestos comerciales. Se pueden conseguir muy fácilmente pues son de venta libre, no requieren receta médica.
La característica principal de los “compuestos” es que te dicen que son hechos a la medida para ti, con el interés de brindarte la cantidad exacta de hormonas que tu cuerpo necesita. Esta medición la definen de acuerdo con una prueba hormonal realizada en una muestra de tu saliva.
A veces también te venden otras hormonas de progesterona provenientes de soya o de batata o camote en forma de cremas que resultan buenas para hidratar la piel del brazo donde te la aplicas nada más. En realidad no tienen efectos hormonales en tu cuerpo (a pesar de lo que te prometen los que te la venden) porque nuestra piel carece de las enzimas necesarias para extraer a la hormona de la planta.
¿Cuál es la diferencia entre los dos? La regulación de la FDA hace una gran diferencia. En el caso de las hormonas bioidénticas que se venden con receta médica, la FDA asegura que se han hecho pruebas con estas medicinas, que se ha comprobado su eficiencia, su potencia y su pureza. La dosis nunca varía. Hay ciertos lineamientos que se tienen que seguir antes de que puedan salir a la venta.
En cuanto a los compuestos de las hormonas bioidénticas que preparan a la medida, aunque los ingredientes estén aprobados por la FDA, la combinación que recibes no lo está y puede variar cada vez que vas por tu receta. Por lo mismo, no se puede hablar con certeza de ellas y hasta el momento no se han hecho las investigaciones necesarias para saber si realmente son eficientes. Además, como su fabricación no está regulada por la FDA, es difícil garantizar que los ingredientes usados sean de calidad, o que la mezcla no se haya contaminado en el proceso.
Y yendo más allá, hay muchas dudas sobre estas fórmulas hechas a la medida. En primer lugar, al medir los niveles hormonales de la mujer a través de su saliva, no se tiene en cuenta que estos niveles cambian en nuestros cuerpos varias veces durante el día y que por lo mismo siempre van a dar una medición diferente. No son tan exactos como los de la sangre. Y en segundo lugar, cuando la dosis de las hormonas cambia puede ser peligroso para tu cuerpo.
Ahora sí… ¿en cuanto a que si las hormonas bioidénticas son mejores que las hormonas sintéticas que se usan frecuentemente en los tratamientos hormonales para la menopausia? Después de haber aclarado lo anterior, aún no hay una repuesta exacta a esta pregunta.
Hasta la fecha lo único que se ha podido comprobar es que las hormonas bioidénticas aprobadas por la FDA, que se venden con prescripción médica, son efectivas en la reducción y el tratamiento de los síntomas de la menopausia. Pero no se ha podido comprobar si son mejores o peores que las sintéticas. Y en cuanto a los “compuestos”… ni que hablar, pues no se sabe ni siquiera si son eficientes o seguros.
Aunque la decisión final de tomar hormonas bioidénticas en vez de hormonas sintéticas es una decisión personal de cada mujer, la Sociedad Norteamericana de la Menopausia (North American Menopause Society) te recuerda que las hormonas siguen siendo hormonas, sean sintéticas o naturales, y seguirán teniendo efecto en tu cuerpo. No tenemos evidencia de que las bioidénticas o “naturales” sean más o menos seguras. Por lo tanto, no deben tomarse sin la vigilancia de un médico y sin saber si han sido producidas con todas las garantías de seguridad.
Antes de tomar cualquier producto (sea natural o no), toma precauciones, infórmate bien y verifica de donde obtienes esa información. Si tienes dudas consulta a tu médico y si es necesario, pide una segunda opinión.
Publicación original: 2010
Ultima revisión: 2017
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