Si eres de los que piensa que la clase de gimnasia es una hora perdida en la escuela, este artículo te hará cambiar de opinión. Varias investigaciones parecen indicar que el ejercicio físico también ayuda a mejorar el rendimiento escolar. De ser así, los programas de actividades podrían rediseñarse para acompañar y complementar a las materias teóricas.
Uno de los lemas dice que para mantener una vida saludable es necesario combatir el sedentarismo, tan característico de la sociedad actual. Esto se puede lograr con una rutina de ejercicios diarios que mantengan a tu cuerpo en movimiento.
Tal como te hemos contado en otros artículos de www.vidaysalud.com, el ejercicio no sólo te ayuda a mantenerte en forma y a perder esos kilos (libras) de más, sino que también puede ayudarte a mantenerte joven por más tiempo, haciendo entre otras cosas que tus músculos se mantengan fuertes y así ayuden a proteger a tus huesos. También es bueno para aliviar los dolores de cuello, hombros y espalda, o los provocados por la fibromialgia y la artritis; es excelente para la salud del corazón, para ayudar a las personas con esclerosis múltiple, para prevenir el resfrío y hasta para la prevención del desarrollo del cáncer.
¿Te parece poco? Pues hay más: al parecer, el ejercicio físico también ayuda a mejorar el rendimiento escolar. Si pensamos que es bueno para mantener una buena memoria, entonces no es tan descabellado pensar que, del mismo modo, puede potenciar las capacidades para el aprendizaje. Además, también ayuda a combatir el insomnio y se ha probado que dormir mejor también ayuda a mejorar tus calificaciones en el colegio.
En busca de datos más precisos sobre este tema, un grupo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Vrije en el Instituto EMGO de Investigación sobre la Salud y la Atención en Ámsterdam, en los Países Bajos, revisó varios estudios hechos previamente (la mayoría en los Estados Unidos pero también en Canadá y en Sudáfrica), y encontró que mientras más físicamente activos son los niños en edad escolar, mejor es el rendimiento académico en el aula.
Para llegar a estos hallazgos, que fueron publicados en la edición de enero de la revista especializada Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, los especialistas holandeses analizaron catorce estudios que variaban en tamaño y contenían datos de 50 a 12 mil niños que tenían entre 6 y 18 años.
Según los investigadores, el aumento del flujo de sangre y oxígeno que llega al cerebro gracias al ejercicio físico podría estar relacionado con la mejoría detectada en el rendimiento académico. Además, se cree que mantenerse activos aumenta los niveles de hormonas responsables de controlar el estrés y mejorar el estado de ánimo, al mismo tiempo que causa que se establezcan células nerviosas (o sea, neuronas) nuevas.
Del mismo modo, un estudio desarrollado por investigadores del Foro Itálico de la Universidad de Roma, en Italia, detectó que tras una clase de 50 minutos de ejercicios de resistencia, los alumnos demostraban una mejoría notable en su rendimiento académico y su capacidad de concentrarse. Además, los investigadores encontraron que este beneficio no se producía cuando los niños debían realizar ejercicios para desarrollar el control de las habilidades motoras y perceptivas, como aprender nuevas pruebas con la pelota.
Estos resultados fueron publicados a fines del 2011 en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise, y se obtuvieron mediante el análisis de los datos de 138 niños de 8 a 11 años, que estaban físicamente saludables y no tenían problemas de atención ni aprendizaje.
Estos hallazgos sugieren que la actividad física puede ayudar a mejorar el rendimiento académico, la atención y el aprendizaje. Incluso dejan ver que algunos tipos de ejercicios podrían ser más efectivos que otros.
Por eso es necesario que las investigaciones continúen buscando datos más precisos sobre esta relación para que, en un futuro, puedan diseñarse programas de actividad física en los colegios que se integren con los programas académicos de las materias teóricas, y ayuden a los niños a desarrollar sus capacidades cognitivas.
Mientras tanto, es un hecho comprobado que el ejercicio físico tiene incontables beneficios para la salud. No te olvides de estimular a tus niños para que practique deportes o actividades al aire libre y en grupo para que se mantengan en movimiento, de esa forma se evita y/o combate la obesidad infantil y sus enfermedades asociadas y, como dice la conocida frase: tendrán una mente sana en un cuerpo sano.
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