¡Ay, la adolescencia! Esta etapa de cambios en tus hijos(as) trae muchas emociones encontradas y también, mucha negatividad. Comentarios negativos o simplemente “no” son el menú de cada día. ¿Cómo hacer para lidiar con la negatividad de los adolescentes?
Laura tiene 14 años y siempre ha sido muy cariñosa con su papá y su mamá. Pero de un tiempo para acá, si alguno de ellos le va a dar un abrazo o un beso, Laura los rechaza de manera enfática, además, con una advertencia: ¡no me vuelvas a dar besos delante de mis amigos!
Para los padres de Laura, aunque sus comentarios son hirientes, es una etapa que afortunadamente, terminará algún día. Sin embargo, Laura se ha vuelto muy negativa, se queja por todo, nada le gusta y tiene una expresión de descontento constante en su cara. Esto causa estrés a sus padres y los cansa emocionalmente.
¿Qué hacer para lidiar con la negatividad del adolescente?
Primero, entender que es una etapa de rebelión contra los padres, pues están creciendo y necesitan sentirse independientes. Pueden cerrarse emocionalmente y no contarte que en la escuela la pasaron mal. Sin embargo, su manera de expresarlo puede ser criticando la comida que preparaste o diciendo que no quieren ir de paseo el fin de semana porque les parece aburrido.
Es decir, que a pesar de que lo expresan de manera negativa, por lo menos están dejando salir de alguna manera sus preocupaciones y sus miedos. La clave es que los padres no reaccionen a esta negatividad con ansiedad y estrés, pues se crea un círculo vicioso.
Aquí te doy algunos consejos para superar esta situación en casa:
- Tu hijo(a) es un ser independiente de ti. Es decir, que tú no eres responsable por sus sentimientos y sus comportamientos, a pesar de que lo sientas así. Entender que es un individuo que no se parece a nadie, te hace aceptarlo(a) como es y no exigirle ser algo que no es. Claro, siempre dentro de los límites de los valores que le hayas inculcado y dándole a entender que su negatividad les afecta a todos. Aunque tú no puedes elegir cómo se sienten ellos respecto a una situación, sí puedes elegir cómo reaccionar ante esos sentimientos.
- No reacciones de manera negativa a su negatividad. Por ejemplo, si tu hijo(a) dice que la ropa que le compraste es horrible, simplemente dile que sientes que no le guste y que la puede cambiar. No reacciones, simplemente, escucha.
- Ponle un límite a las quejas. Si tu hijo(a) se queja por todo y no habla más que de eso, dile que ya es suficiente, que sólo puedes escuchar una cosa negativa al día y que trate de enfocarse en alguna actividad que lo distraiga de ese mal humor. Cambia de tema y pregúntale sobre algo positivo que le haya pasado ese día.
- Busca un momento de tranquilidad para hablar con tu hijo(a) adolescente. Tal vez entonces puedas entender qué es lo que le preocupa de verdad. Abre los caminos de comunicación y ayúdalo(a).
- Y por último ¡no pierdas la paciencia! Recuerda que la adolescencia es un período difícil de cambios físicos y emocionales. Tu hijo(a) necesita mucho amor y esta etapa pasará.
Si sientes que alguna situación se te sale de las manos, busca ayuda profesional. Un psicólogo puede ayudarte a lidiar con la negatividad de tu hijo(a) adolescente sin flaquear o darte por vencido(a) en el intento.
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