El sentido del oído es fundamental durante los dos primeros años de vida de los bebés, pues sienta las bases para el desarrollo adecuado del lenguaje. Si tu bebé no oye bien es indispensable tomar medidas al respecto lo antes posible. Aquí hablo sobre la pérdida de la audición en los niños, cómo identificarla y los tratamientos disponibles.
Cuando nace un bebé, siempre le contamos los deditos de las manos, de los pies, vemos si tiene dos orejitas, dos ojos, la boquita intacta, los brazos y las piernas. Cuando en apariencia todo está bien, los papás respiran tranquilos. Sin embargo, hay cuestiones de la salud de los niños que no se pueden determinar a simple vista.
Por ejemplo, ¿cómo saber si tu bebé oye bien? Existen una variedad de exámenes médicos enfocados a evaluar la capacidad auditiva. El tipo de examen depende, por lo general, de la edad del niño o bebé. Cuando son muy pequeñitos o recién nacidos, se usan pruebas con métodos objetivos que pueden identificar la capacidad auditiva del bebé sin que éste tenga que intervenir activamente. Estos exámenes son rápidos, no duelen y se ejecutan cuando el bebé duerme. El resultado lo indica un lector de ondas cerebrales que evalúan la reacción del bebé ante un sonido. A medida que los niños crecen, ya pueden participar indicando cuándo escuchan determinado sonido.
Para saber si tu bebé o tu niño(a) escucha bien, también debes estar alerta a las señales que pueden indicarte que existe un problema auditivo. Toma nota:
- El bebé o niño(a) no reacciona ante ruidos fuertes
- El bebé o niño(a) no puede identificar de dónde proviene un sonido en particular
- El bebé puede balbucear pero luego deja de hacerlo
- El balbuceo no evoluciona a una comunicación verbal comprensible y coherente
- El bebé o niño(a) no reacciona a las voces, especialmente cuando no está en brazos
- El niño(a) no sigue lo que se le indica o lo malinterpreta
- El niño(a) expresa frustración mediante su comportamiento.
¿Qué pasa si hay un problema auditivo? Es necesario tomar medidas para ayudar a remediarlo o aliviarlo. Mientras más rápido se actúe para buscarle soluciones al problema, mejor. Si tu hijo(a) tiene un problema de audición irreversible, es indispensable que se adquieran los instrumentos de ayuda para la audición lo antes posible para evitar un retraso grave en el desarrollo del habla. Si los instrumentos de ayuda como los audífonos no suficientes, se deben estudiar otros métodos alternativos o complementarios para ayudar al niño mientras aún se encuentra en la fase crítica del desarrollo del lenguaje hablado, es decir, antes de los dos años.
Es muy importante tener en cuenta que no todos los problemas auditivos tienen la misma causa. Por eso mismo, la solución varía dependiendo del caso.
Para algunos niños las ayudas auditivas como los audífonos les son suficientes, mientras que a otros les caería de maravilla los implantes cocleares, también conocidos como “oído biónico”. Estos últimos son dispositivos que se instalan mediante cirugía para aquellos niños cuyos problemas de audición se originan en el oído interno o cóclea. La cóclea es un tubito en forma de caracol que se conecta con el nervio auditivo. Su trabajo consiste en recoger las señales eléctricas que provienen de las ondas sonoras para transmitirlas al nervio auditivo, encargado de conducirlas hasta el cerebro donde las ondas son interpretadas como sonidos reconocibles.
El implante coclear lo que hace es estimular artificialmente al oído interno mediante señales eléctricas que luego envía al nervio auditivo para que el usuario pueda oír. Es decir, que hace las veces del caracol o cóclea. Si bien la calidad del sonido no es igual que para aquellas personas que oyen sin problemas, estos implantes permiten a quienes tienen problemas de audición oír sonidos que de otra forma jamás escucharían. ¿No es maravilloso? Avances como este cada día se mejoran para que la calidad del sonido sea más natural.
Recuerda que cada caso es diferente y que tu hijo(a) se beneficiará de acuerdo a su caso. Si nació sordo(a) o perdió la audición después, el tratamiento variará. Tu médico te indicará cuál es el mejor dependiendo de su caso particular.
Tu labor, mientras tanto, es estar alerta ante las señales que indiquen un problema auditivo para acudir al especialista lo antes posible y devolverle el regalo de la audición a tu pequeño(a).
Imagen © iStock / Sharon Dominick