Hace años que los investigadores tratan de determinar cómo influyen los videojuegos en la conducta de los jugadores. Ahora un nuevo estudio suma evidencias de que este tipo de entretenimiento puede aumentar la agresividad. Sigue leyendo y descubre más detalles sobre este hallazgo, sobre todo si tus hijos (o quizás tú mismo), los utilizan con frecuencia.
¿Qué efectos tienen los videojuegos sobre las mentes de quienes juegan? Así como se considera que, en ocasiones, los videojuegos pueden ser útiles para ayudar a los niños a aprender y a desarrollar otras habilidades, ¿es posible que en otras ocasiones aumenten la violencia? Hay quienes consideran que sí, por eso los investigadores siguen buscando respuestas más certeras a esta pregunta.
Por ejemplo, un nuevo estudio que aparece publicado en línea como adelanto de la edición impresa de marzo de 2013 de la revista Journal of Experimental Social Psychology ha encontrado que mientras más videojuegos violentos juegan los jóvenes, más agresivos se vuelven.
Para llegar a estos datos, unos científicos de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, les pidieron a 70 estudiantes universitarios de Francia que jugaran con algún videojuego durante 20 minutos al día, en tres días consecutivos. A un grupo le asignaron un videojuego violento, como Call of Duty 4 o Condemned 2, y a otro grupo un videojuego más tranquilo, como Dirt2.
Luego, analizaron las reacciones de los participantes y encontraron que quienes habían jugado con videojuegos violentos tenían expectativas más hostiles y reacciones más violentas, por ejemplo, esperaban que los demás actuaran de manera agresiva, lo que posiblemente los llevaba a estar a la defensiva y a reaccionar de manera más violenta. Mientras que esto no ocurrió en el grupo de jóvenes que participó en los videojuegos sin violencia.
Según este estudio, además, los efectos negativos de jugar videojuegos violentos pueden acumularse con el tiempo y hacer que las personas consideren al mundo como un lugar hostil, aunque no es posible conocer exactamente cuánto podría aumentar la agresividad entre las personas que juegan videojuegos violentos durante meses o años.
Además, si bien este estudio detectó una relación entre estos los videojuegos y la agresividad de los jugadores, no significa que uno sea la causa directa de lo otro. Por eso, todavía es necesario seguir investigando para determinar con más precisión cómo actúan los videojuegos sobre las mentes y las conductas de los jugadores.
Tú conoces a tus hijos, ¿sabes a qué juegan o qué hacen cuando están frente a la computadora?, ¿cuántas horas se pasan frente a la pantalla? Recuerda que es importante que los padres conversen con sus hijos sobre este tema para que puedan orientarlos y ayudarlos a que utilicen responsablemente las nuevas tecnologías, que si bien pueden ser muy útiles y entretenidas también pueden convertirse en una adicción o generar otros problemas como falta de actividad física y un descanso deficiente.
Y si te preocupa el uso de la computadora en tu hogar y tus hijos no cooperan, recuerda que siempre puedes consultar con un psicólogo o con asesor para que te oriente en esta ardua tarea. Mientras tanto, aquí tienes algunas sugerencias para que los videojuegos no se conviertan en el centro de la vida de tus hijos:
- Establece reglas claras sobre cuándo puede jugar, dónde, durante cuánto tiempo y qué tipo de juegos, tan pronto como tu hijo/a comience a utilizar los videojuegos.
- Limita las horas de juego.
- Si no tiene límites, demuéstrale claramente por qué los impondrás e insiste sobre las consecuencias negativas de jugar y jugar sin limitaciones.
- Asegúrate de que tu hijo o hija no están jugando por las noches.
- Pídele que termine las tareas antes de jugar.
- No permitas que tenga los videojuegos en su habitación.
- Trata de mejorar y fomentar una mejor comunicación con tu hijo o hija para detectar si el juego es el resultado de otras inseguridades, por ejemplo.
- Anímalo/a a que realice otras actividades y a que pruebe tareas nuevas que le puedan resultar entretenidas.
Recuerda que los juegos de video son sólo una forma de entretenimiento y que existen muchas otras dignas de explorar. Si el apasionamiento de tu hijo por los videojuegos es excesivo, intenta proponerle actividades compartidas en las que, además de divertirse, los miembros de tu familia puedan reforzar los vínculos de afecto.
Imagen © iStockphoto.com / MotoEd