El asma es una enfermedad que requiere de cuidados especiales, pero tú puedes contribuir a que tus hijos disfruten del juego, los tiempos divertidos y que tengan una mejor calidad de vida. En Vida y Salud te invitamos a reconocer la enfermedad, a actuar con prontitud y a divertirte con tus hijos.
Cuando eres pequeño y eres diagnosticado con asma puedes sentir que tus horas de ir al parque, de juego y de prácticas deportivas han llegado a su fin. En Estados Unidos el asma es la principal causa por la cual los niños faltan a la escuela.
El asma se presenta cuando hay dificultad para respirar debido a la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, específicamente de los bronquios. En ciertos casos algunos niños son sensibles a algunos estímulos del medio ambiente y su cuerpo reacciona de forma exagerada haciendo que sus bronquios se inflamen y contraigan. Por esta razón les es difícil respirar. Puedes estar atento(a) a algunos de los síntomas principales:
- Sensación de opresión en el pecho
- Falta de aire
- Silbidos al respirar (especialmente al exhalar)
- Tos
Se desconoce con exactitud qué produce el asma y tampoco se ha encontrado cura. Se sabe que existen factores genéticos que aumentan la predisposición de que la persona desarrolle asma, por eso con frecuencia se ve en varios miembros de una familia, y los factores del entorno como la contaminación tienen una gran influencia también.
La forma en como el sistema inmunológico del niño reacciona al polen, al moho, a los ácaros del polvo, y a la caspa de las mascotas, entre otros estímulos, va a determinar lo que desencadena los síntomas del asma, en él. Pueden ser uno o más alergenos (la sustancia a lo que es alérgico). Y la reacción puede ser leve, moderada o severa. También los cambios del clima o la temperatura, el estar en lugares con corrientes de aire frías, el aire contaminado de las grandes ciudades e inclusive el hacer algún tipo de actividad física pueden desencadenar los síntomas del asma. Afortunadamente la realidad de los niños con asma puede ser muy diferente si se tienen los cuidados adecuados. Tú puedes ayudarlos a vivir mejor.
Cada caso de asma es diferente. Lo mejor es prevenir los ataques. Por ello es necesario que recurras a tu médico para que cuentes con ayuda profesional. Él o ella puede recomendarte el uso de inhaladores. Tu médico te enseñará cómo, cuándo y de qué manera debe usarlo. Por ejemplo: existen dos clases de inhaladores. Aquellos que controlan la inflamación deben ser usados a largo plazo aunque no aparezcan los síntomas del asma y el niño se sienta bien. Por otra parte, están los inhaladores que bronco-dilatan que son aquellos que combaten los síntomas del ataque agudo pero que no se recomiendan para uso diario durante mucho tiempo. También hay medicinas tomadas e inyectadas. Tu médico diseñará el mejor plan de acción para tu hijo. Sólo basta seguirlo al pie de la letra. Lo último que quieres es que entre en una situación de emergencia que incluso pueda ser peligrosa. En la mayoría de los casos se puede prevenir y controlar.
Tú también puedes ayudar a que tus hijos vivan en un ambiente más amigable si padecen de alergias.
- Mantén tu casa libre de polvo; aséala periódicamente por lo menos una vez a la semana.
- Es preferible vivir en espacios sin alfombras.
- Elige cortinas y persianas que sean lavables.
- Cambia periódicamente las fundas de las almohadas, las sábanas, los protectores de los colchones y todos aquellos elementos con los cuales tus hijos mantienen un contacto directo y permanente.
- Evita las corrientes de aire frío en tu casa y mantén bajos niveles de humedad.
- Si tus hijos son alérgicos a la caspa de las mascotas, de ser posible, no tengas mascotas en tu casa o pregúntale a tu médico cuál es la mejor.
Tu médico puede sugerirte otras alternativas específicas que ayuden a tu hijo a controlar el asma. El ejercicio es estupendo en general, y si deseas, puedes llevarlo a que aprenda también ejercicios de yoga que mejoran la respiración y técnicas de relajación, que son especialmente útiles para ayudarle a aliviar el estrés y la tensión si este es un factor contribuyente en el inicio de sus ataques. En la mayoría de los casos, el tratamiento adecuado logra el control de los síntomas.
Un estilo de vida saludable (idealmente de toda la familia) también ayudará a mejorar la calidad de vida de tu hijo. La obesidad puede empeorar los síntomas del asma. Mantén un régimen de ejercicios adecuado a las necesidades de tu hijo. Si se tiene al asma bajo control, tu hijo puede disfrutar de la actividad física. Recuerda que el humo del cigarrillo es otro elemento que puede desencadenar los síntomas del asma. Sin embargo, sin importar si tus hijos sufren o no de asma es importante que te comprometas a mantener un ambiente sano y libre del humo del cigarrillo. Esto es bueno para tu propia salud y la de toda tu familia.
No permitas que el asma aleje a tus hijos de la diversión. Mantente atento(a) a las situaciones de alerta, reduce los factores de riesgo y disfruta del juego y la diversión con tus hijos.
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