Cuando los niños pequeños y en edad preescolar tienen problemas emocionales y de comportamiento, podrían además, tener dificultades para conciliar el sueño, lo que crea un círculo vicioso que empeora la situación. Un buen descanso siempre es la clave para una buena salud mental en los pequeños. No dejes de leer.
El buen descanso es necesario para tener una salud óptima, no importa la edad que tengamos. En el caso de los niños pequeños y en edad preescolar, dormir suficiente es muy importante para su crecimiento y para su salud física y emocional.
Sin embargo, los pequeños no siempre pueden descansar tanto como es necesario. Un estudio nuevo encontró que las dificultades para conciliar el sueño son comunes entre los niños pequeños y en edad preescolar que tienen problemas de conducta (comportamiento). Asimismo, dormir poco se asocia con hiperactividad, problemas de atención, dificultades para ajustarse a la escuela, y por supuesto, somnolencia durante el día.
Según los autores de este estudio publicado en la revista Child Psychiatry & Human Development, unos pediatras del hospital Bradley en Providence, Rhode Island, generalmente, los problemas del sueño en los pequeños no se diagnostican ni se reconocen, y menos cuando hay problemas de conducta o emocionales.
El estudio analizó a 183 niños de seis años o menos que estaban en tratamiento por algún problema psiquiátrico. Los autores del estudio, examinaron cuál era la prevalencia de trastornos del sueño en esos pequeños y encontraron que los problemas para quedarse dormidos, irse a la cama y despertar con frecuencia por la noche fueron los más comunes. A dichos problemas se les conoce en el mundo especializado como “insomnios conductuales”.
De dichos insomnios conductuales, el más común de todos es la dificultad para conciliar el sueño y se presentó en el 41 por ciento de los niños. Adicionalmente, el estudio encontró que los problemas del sueño se presentaban con más frecuencia en los niños que tenían problemas de comportamiento y en general emocionales, como ansiedad y cambios en su estado de ánimo.
De hecho, la falta del sueño podría ser una consecuencia de los problemas conductuales (de comportamiento) y emocionales, y también contribuir a los mismos. Por eso, estos pequeños podrían estar atrapados en un círculo vicioso que hace más difícil solucionar estos trastornos.
Reconocer que un buen descanso puede influir en las emociones y la salud mental, y que sufrir de algún desequilibrio en esa área a su vez, afecta el descanso, puede ser el primer paso para buscar soluciones.
De acuerdo a los investigadores, los problemas del sueño pueden complicar el tratamiento para conductas como la agresividad y problemas del estado de ánimo y que sin duda alguna, empeoran estas condiciones.
Este estudio es importante porque les recuerda a los padres y a los especialistas en salud, la importancia de conocer la información acerca de los patrones de sueño de los niños. Unas breves preguntas por parte de los médicos, como cuántas horas duerme, qué tanto tarda en dormirse, etc., pueden brindar información muy valiosa para determinar las causas de los problemas emocionales y de la conducta.
Así mismo, los padres de familia deben estar atentos a los patrones de sueño de sus pequeños, pues pueden darles la respuesta a muchas preguntas acerca de su comportamiento y sus emociones.
Recuerda que un buen descanso es indispensable para estar sanos. Si tienes dudas, consulta con tu pediatra.
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