Blanca, Adán, Speed, Georgia Home Boy, Cacho… ¿Te dicen algo esos nombres? No son súper héroes ni los apodos de los amigos de tu hijo. ¡Son drogas! Que no te agarren desprevenido estas palabras en el lenguaje de tus hijos adolescentes. Aprende a reconocerlas para poder identificar a tiempo cuando tus hijos pueden estar en riesgo de usarlas.
¿A veces sientes que tus hijos están hablando en ruso o en japonés? ¿No entiendes nada cuando hablan de Avatar, Twitter, Vimeo, Wii, Emo o Jonas? No es nada del otro mundo. Ellos simplemente están hablando en el lenguaje de su realidad, de las cosas que les gustan, de la película de moda o del juego electrónico más popular.
En cierta medida eso es normal. El mundo de tus hijos es diferente al que tú viviste cuando eras joven, y no tienes por qué saberlo todo. Pero, cuando algunas experiencias pueden poner en riesgo la salud y la vida de tus hijos, es importante que estés alerta y te pongas al día.
Especialmente cuando se trata de las drogas. Los jóvenes hoy en día usan muchas palabras o apodos para disfrazar el nombre de las drogas. Y si no estás al día con el vocabulario que usan tus hijos, es muy probable que un día empiecen a hablar de “la pepa” o “la nieve” sin que te des cuenta. ¡Esta es una señal de alerta para los padres! Estas podrían ser las primeras señales de que tus hijos se están acercando al mundo de las drogas o que están ya directamente abusando de ellas.
Las drogas de las fiestas
Aunque parezcan totalmente diferentes, las fiestas de los jóvenes buscan lo mismo que cualquier otra fiesta: la diversión. El problema es que actualmente existen muchas drogas nuevas creadas justamente para eso, para pasarla bien de una forma artificial. Hoy en día, en las discotecas y los “raves”, las drogas más comunes son el éxtasis, las anfetaminas (como Ritalín y Adderall), el GHB (gamahidroxibutirato) y el Rohipnol (Flunitrazepam).
El éxtasis y las anfetaminas son estimulantes, sirven para “sentirse bien”, con mucha energía, intensidad y euforia. El problema es que aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y pueden hacer que se pierda la conciencia o pueden provocar un estado de coma por sobredosis. A largo plazo, pueden crear una adicción psicológica, pues muchos jóvenes creen que las necesitan para pasarla bien.
El GHB y el Rohipnol, también pueden hacer que la persona se sienta bien por su efecto sedante, pero se usan más comúnmente para las “violaciones en una cita”, es decir, para hacer que una chica pierda la conciencia y puedan abusar sexualmente de ella.
Si tus hijos están empezando a ir a fiestas y escuchas que hablan de los siguientes nombres, debes estar alerta:
- Éxtasis: Adán, éxtasis líquido, E, X, XTC
- Anfetaminas: anfetas, meta, pastilla, Speedy, “uppers”,
- GHB: éxtasis líquido, G o “George Home Boy”
- Rohipnol: roche, “roofies” o rufi
Las drogas de la vieja escuela
Sí, muchos jóvenes también usan las drogas de la vieja escuela, las que se usan desde hace varios años. Por ejemplo: la cocaína, el crack, la heroína, el LSD y la marihuana.
Las primeras cuatro drogas son estimulantes y alucinógenas. El problema es que son altamente adictivas y peligrosas para la salud, pues aceleran el corazón, aumentan la presión arterial y la temperatura del cuerpo, y pueden provocar un infarto o una insuficiencia respiratoria. Además, cuando se inyectan, aumentan el riesgo de que la persona contraiga enfermedades como el VIH o la hepatitis B o C cuando se comparten agujas infectadas por estos virus.
La marihuana, al contrario, mejora el estado de ánimo transitoriamente y es relajante. Pero puede volverse adictiva y causar problemas de concentración y depresión.
Debes estar alerta cuando escuches los siguientes nombres:
- Marihuana: yerba, hierba, maría, porro, cacho, caño
- Cocaína o crack: coca, polvo, nieve, blanca, pase, perico, soplo, líneas
- Heroína: chino, caballo, jaco, azúcar morena, H
- LSD: ácidos, tripi, sellos
Las medicinas que tienes en la casa
Algunos jóvenes se han vuelto adictos a las medicinas que pueden encontrar fácilmente en su casa o en la farmacia:
- Antidepresivos, como Valium o Xanax
- Calmantes para el dolor, como Vicodin, Percocet, OxyContin, Codeina
- Medicinas para la tos que contienen dextrometorfano (DM o DMX), como Coricidin, Contact Cold, Tylenol, Theraflu, Robitussin y otros jarabes para la tos.
Ellos creen que son más seguras porque las venden legalmente o porque se necesita receta médica. Pero su abuso puede causar adicción, problemas respiratorios y hasta la muerte, especialmente cuando las combinan con bebidas alcohólicas.
Debes estar alerta cuando tus hijos hablen de esa medicinas o cuando los veas buscándolas en el Internet. Y asegúrate de que el botiquín de tu casa no esté nunca al alcance de tus hijos.
Para evitar que tus hijos caigan en las drogas, además de hablar acerca de ellas con ellos y sus consecuencias, aprende cómo las llaman y cómo se usan. Al estar en la jugada, podrás evitar graves problemas a tiempo y proteger la salud de tus hijos.
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