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¿Sabías que hay dentistas que se especializan en atender a los niños? Se llaman dentistas u odontólogos pediátricos y están capacitados para ayudarlos a quitarles los miedos y brindarles la asistencia especial que necesitan. Aquí te contamos por qué es importante que tus hijos los visiten de manera periódica.

El cuidado de la boca y los dientes es importante en todas las edades. Claro que a los niños puede darles miedo ir a un odontólogo o dentista (nada extraño si consideras que muchísimos adultos también temen ir a la consulta). Sin embargo, es necesario que tanto unos como otros se hagan controles periódicos de la boca. Los niños son los que más pueden beneficiarse, ya que los cuidados de la salud bucal deben comenzar en la infancia para evitar posibles complicaciones futuras.

¿Cuándo deben tus hijos visitar a un dentista u odontólogo? Los especialistas están de acuerdo en que el cuidado dental periódico debe comenzar al año de edad, acudiendo al dentista al menos dos veces por año, o más en algunos casos. Por su parte, la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda una visita al dentista después de que aparece el primer diente en las encías del niño.

Ahora bien, ¿te cuesta trabajo convencer a tus hijos que vayan al dentista y debes implementar todo tipo de estrategias para logarlo? Pues no te preocupes.  Es común que los niños le tengan miedo a su consulta odontológica (con el dentista), pero afortunadamente hay dentistas especializados en tratar con estas situaciones. Se trata de los dentistas u odontólogos pediátricos.

Así como los pediatras son médicos que se especializan para atender a los niños, un dentista pediátrico es un odontólogo especializado no sólo en la salud de los dientes y la boca, sino que también está capacitado para atender a los niños de todas las edades, dándoles confianza y quitándoles los miedos a los instrumentos del dentista y sobre todo, a sentir molestia y dolor.  Su objetivo es ofrecer soluciones a los problemas de los dientes y a prevenir enfermedades dentales, teniendo en cuenta la psicología infantil relacionada con el tratamiento oral (de la boca).

Entre otras funciones, el dentista pediátrico sigue el crecimiento de los dientes de leche, que algunas personas piensan no es tan necesario porque finalmente se van a caer.  Recuerda que los dientes de leche son muy importantes porque le permitirán -al bebé primero y al niño después- masticar la comida y alimentarse bien, así como aprender a hablar y pronunciar las palabras correctamente. Además, guardan el espacio para que luego crezcan sanos los dientes definitivos o permanentes. Por ejemplo, si un diente de leche tiene caries, puede lesionar al diente definitivo que lo sustituirá, que cuando llegue el momento puede aparecer con manchas o debilitado.

La visita al dentista pediátrico ayuda, justamente, a prevenir la formación de caries en los dientes y otras enfermedades de las encías que podrían afectar a un niño. Además, los odontólogos pediátricos educan a los niños sobre la importancia de mantener una buena higiene oral y les dan recomendaciones a los padres acerca de cómo ayudar a sus hijos a mantener la salud de los dientes, las encías y la boca en general.

Por todo esto, no te olvides de llevar a tus niños  al odontólogo o dentista pediátrico con frecuencia.  No esperes a que sean “más grandes” para hacerlo, ya que los cuidados deben iniciarse desde que son bebés.

Ahora, los miedos y los temores ya no sirven de excusa Busca en tu área a un odontólogo(a) especializado(a) en niños y anima a tus hijos a visitarlo(a) regularmente.  Es una de las claves para que sus dientes se desarrollen sanos.

 

Imagen © iStockphoto.com / Mark Bowden

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