¿Te acerca ya tu cita de rutina con el ginecólogo y no estás segura de los exámenes que necesitas? Pues entérate de las nuevas guías para las pruebas de control del cáncer cervical, que están muy relacionadas con tu edad y con tus antecedentes médicos y tus antecedentes familiares.
Nuria acaba de recibir un recordatorio de su centro ginecológico de que es hora de hacer una cita para su chequeo periódico. ¿Tan pronto?, se pregunta Nuria. Le parece que fue ayer la última vez que fue a hacerse la prueba del cáncer cervical (cuello de la matriz o cuello del útero), pero es que con el trabajo y los quehaceres de la casa el tiempo se le pasa volando. Antonia, por su parte, tiene dos hijas adolescentes y se pregunta cuándo será oportuno que ellas también comiencen a chequearse. Esa es una de las varias preguntas que quiere hacerle al ginecólogo en su próxima visita.
Es muy importante que las mujeres estén muy al tanto de cuándo necesitan hacerse la prueba del cáncer cervical y cuándo empezar a hacerlo. Y más ahora que esas recomendaciones han cambiado.Ten en cuenta que, según afirma el propio CDC (o el Centro de Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos), el cáncer cervical es el cáncer femenino más fácil de prevenir si se realizan las pruebas de detección con la frecuencia indicada. Además, actualmente también tenemos una vacuna te recomiendo que le preguntes a tu médico acerca de ella también, especialmente para las adolescentes.
Hasta hace poco, los profesionales de la salud recomendaban la prueba de Papanicolau cada tres años en las mujeres de entre los 21 y los 65 años. Pero estas guías han sido revisadas y se han modificado. Una versión actualizada de un estudio realizado por el U.S. Preventive Services Task Force, publicado en líneaen Annals of Internal Medicine en 2003, tiene nuevas recomendaciones sobre el cáncer cervical (o del cuello del útero) para las mujeres, de acuerdo a su edad.
Según esta nueva versión (cuyos resultados son similares a los de otras organizaciones para la salud, como la Asociación Americana del Cáncer), si estás entre los 30 y los 65 años y no tienes antecedentes ni alto riesgo de cáncer cervical, tienes la opción de combinar el Papanicolau (PAP) con la prueba del virus del papiloma humano (VPH). Si ambos dan resultados negativos, es perfectamente seguro esperar un intervalo de cinco años entre un examen y otro, en lugar de que se realice cada tres años como se recomendaba previamente. (Ojo, eso no significa que no es necesario que te hagas exámenes ginecológicos con mayor frecuencia, estamos hablando del Papanicolau exclusivamente).
La razón es que ciertas cepas o tipos del virus del VPH son la causa principal del cáncer cervical, pero la infección tiene que persistir durante varios años para causar daños. Por lo tanto, puedes esperar más para hacerte el próximo examen. Además, las pruebas muy frecuentes pueden hacer más daño (por la mayor posibilidad de obtener resultados anormales, que conduzcan a otros exámenes, a veces, invasivos), que los beneficios que reporta la detección temprana de cambios precancerosos de crecimiento lento en el cuello del útero. A menudo, estos cambios precancerosos desaparecen sin ningún tratamiento, sobre todo en las mujeres jóvenes.
Pero no es obligatorio que te orientes por las nuevas guías. ¿Prefieres seguir el modo tradicional y optas por hacerte solamente el Papanicolau? La decisión es tuya, pero en ese caso, sí debes repetir la prueba cada tres años.
Las pruebas y la edad
Las mujeres deben empezar a hacerse el Papanicolau a los 21 años, o tres años después de empezar su vida sexual activa (lo que ocurra primero). No se ha encontrado evidencia de que los exámenes en las mujeres antes de los 21 años reduzca el diagnóstico de cáncer cervical o la muerte por ese motivo.
En cuanto a la prueba del virus del papiloma humano (VPH o HPV en inglés), el estudio no lo recomienda para las mujeres entre los 20 a los 29 años, porque en este grupo las infecciones debido a ese virus suelen curarse por si solas. Sólo se recomienda si los resultados del Papanicolau tienen alguna anormalidad.
Las mujeres de más de 65 años pueden suspender los exámenes si han tenido al menos tres Papanicolau negativos, y al menos dos pruebas del virus del papiloma humano (VPH) negativos en los últimos 10 años. La excepción es si tienes un diagnóstico de células precancerosas más avanzadas, en ese caso, debes continuar haciéndote los exámenes al menos por 20 años.
De acuerdo con las nuevas guías, las mujeres de cualquier edad que se han hecho una histerectomía, con la eliminación del cuello del útero, por lo regular no necesitan hacerse estos exámenes, siempre que no tengan antecedentes de cáncer cervical y no presenten anormalidades precancerosas avanzadas.
Pero, como mencioné anteriormente, que sea médicamente seguro suspender el Papanicolau y la prueba del VPH o espaciarlos, no significa, que debes dejar pasar años y años sin visitar a tu ginecólogo. Recuerda que el Papanicolau (o Pap smear en inglés) no descarta otros problemas como cáncer del ovario, cáncer de los senos, en fin. Es importante que sigas sus estas recomendaciones, las indicaciones específicas para tu caso particular si hay alguna anormalidad o si tienes antecedentes familiares o personales que lo requieran, y que acudas regularmente a tu cita con el ginecólogo(a) para proteger tu salud y tu vida.
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