Parece increíble, pero la pérdida de visión y el colesterol alto no solo afectan nuestra calidad de vida, también podrían aumentar el riesgo de desarrollar demencia, según un nuevo estudio publicado en la reconocida revista The Lancet. Este informe revela que reducir estos factores de riesgo podría ayudar a prevenir hasta el 7% de los casos de demencia. Si bien hay otros factores que también influyen, como la inactividad física o el aislamiento social, este descubrimiento resalta la importancia de cuidar nuestra salud visual y cardiovascular desde temprano.
¿Qué es la demencia y por qué nos debería importar?
La demencia es una enfermedad que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento, complicando tareas cotidianas y relaciones personales. A medida que la población envejece, cada vez más personas se ven afectadas. La buena noticia es que casi la mitad de los casos de demencia se podrían evitar o retrasar si controlamos los factores de riesgo. ¡Así que manos a la obra!
El colesterol alto, especialmente el conocido como “malo” o LDL, puede bloquear las arterias y dificultar la circulación de sangre hacia el cerebro, lo cual no es nada bueno. Por su parte, la pérdida de visión puede reducir la actividad física y el contacto social, lo que también es un problema. Este estudio sugiere que ambos factores podrían tener un papel más importante del que pensábamos en el desarrollo de la demencia.
Cómo protegernos de la demencia
Mantener un estilo de vida saludable es clave. Aquí te compartimos algunos consejos que puedes empezar a aplicar hoy mismo:
- Ejercicio regular: Mantenerse activo no solo es bueno para el cuerpo, sino también para la mente.
- Alimentación saludable: Una dieta balanceada, rica en frutas, verduras y grasas saludables, ayuda a controlar el colesterol.
- Cuidado visual: Visitar al oftalmólogo regularmente y usar gafas adecuadas puede prevenir problemas mayores.
- Desafíos mentales: Juegos de mesa, aprender un nuevo idioma o leer son actividades que estimulan el cerebro.
Opiniones de los expertos
La Dra. Inés Moreno, profesora de la Universidad de Málaga, menciona: “Hábitos de vida poco saludables, como el sedentarismo o el consumo excesivo de alcohol, pueden aumentar el riesgo de Alzheimer y otras formas de demencia”. Moreno destaca que es crucial cuidar de nuestro cuerpo y mente desde jóvenes.
Por su parte, la Dra. Tara Spires Jones, presidenta de la Asociación Británica de Neurociencias, agrega: “Aunque no todos los casos de demencia son evitables, llevar un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir el riesgo”. Esta experta enfatiza la importancia de mantener el cerebro activo y evitar factores perjudiciales para el corazón.
La importancia de la prevención
Los especialistas coinciden en que adoptar hábitos saludables puede marcar una gran diferencia. Además de seguir los consejos mencionados, es importante que las políticas públicas también se enfoquen en apoyar a la población en riesgo. Es un esfuerzo conjunto que vale la pena.
Aunque no podemos controlar todos los factores que contribuyen al desarrollo de la demencia, sí podemos hacer mucho para reducir el riesgo. Cuidar nuestros ojos, controlar el colesterol y mantenernos activos física y mentalmente son pasos sencillos que todos podemos dar.
FAQs
¿Cómo afecta el colesterol alto al cerebro?
El colesterol alto puede bloquear las arterias, dificultando la circulación de sangre al cerebro y aumentando el riesgo de demencia.
¿Por qué la pérdida de visión aumenta el riesgo de demencia?
La pérdida de visión puede limitar la movilidad y reducir el contacto social, lo que a largo plazo puede afectar la salud mental.
¿Qué otros factores aumentan el riesgo de demencia?
El bajo nivel educativo, la inactividad física, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y el aislamiento social son algunos de los factores.
¿Se puede prevenir la demencia?
No siempre, pero llevar un estilo de vida saludable, controlando los factores de riesgo, puede reducir las probabilidades.
¿Es necesario hacer cambios drásticos en la dieta para reducir el colesterol?
No necesariamente. Aumentar el consumo de frutas, verduras y grasas saludables, como el aceite de oliva, es un buen comienzo.
¿Cuándo debo preocuparme por la pérdida de visión?
Si notas cambios en tu vista, como visión borrosa o dificultad para enfocar, es importante visitar a un oftalmólogo.
Por Karla Islas Pieck
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