- Un estudio revela que algunos adolescentes varones pueden volverse agresivos si sienten que no cumplen con las expectativas de género de la sociedad.
- Los adolescentes que participaron en un experimento reaccionaron con más agresión cuando se les dijo que eran “atípicos” para su género.
- Los chicos más presionados para cumplir con normas de masculinidad tradicional tenían padres con creencias más conservadoras sobre el poder masculino.
- El estudio destaca cómo entender estas presiones puede ayudar a reducir la agresión y promover un desarrollo más saludable entre los adolescentes.
Un nuevo estudio científico ha descubierto que algunos chicos adolescentes pueden volverse agresivos si sienten que no cumplen con lo que piensan que la sociedad espera de ellos como hombres. Este estudio, realizado por investigadores en Estados Unidos, incluyó a 207 adolescentes varones de entre 10 y 14 años de diferentes lugares del país.
Los chicos participaron en un “juego” y luego recibieron comentarios sobre su rendimiento. A algunos se les dijo que sus resultados eran “típicos” para su género, mientras que a otros se les dijo que eran “atípicos” (diferentes de lo que se espera de un hombre). Los investigadores querían ver si estos comentarios afectaban su conducta.
Los resultados mostraron que los jóvenes que estaban en una etapa más avanzada de la pubertad (es decir, que ya estaban creciendo y cambiando hacia la adolescencia) reaccionaron con más agresión cuando les dijeron que eran “atípicos”. Esta reacción agresiva fue especialmente fuerte en los chicos que sentían que tenían que ser “típicos” porque otros, como sus padres y amigos, así lo esperaban.
¿Por qué algunos chicos se sienten presionados?
Los investigadores también descubrieron que los jóvenes que sentían más presión para ser “típicos” eran aquellos cuyos padres creían en ideas tradicionales sobre la masculinidad, como que los hombres deben ser más fuertes o tener más poder que las mujeres. Estas creencias eran más comunes en familias que vivían en áreas conservadoras, tenían menos educación formal y menores ingresos.
Este estudio es importante porque ayuda a entender mejor por qué algunos chicos reaccionan con agresión en ciertas situaciones. Además, da pistas sobre cómo los padres y la sociedad pueden influir en las conductas de los chicos. Comprender esto puede ser el primer paso para ayudar a reducir la agresión y fomentar un desarrollo más saludable en los adolescentes.
El Dr. Antonio Guillamón, catedrático emérito de Psicobiología en la UNED, dice en declaraciones al Science Media Center de España que los resultados de este estudio son interesantes porque “en los niños en los que la motivación de la respuesta no es autónoma se encuentra una correlación con ‘no enfadar a los padres’ y el entorno respecto a su masculinidad. Los padres con una visión hegemónica de la masculinidad residen en áreas geográficas más conservadoras, poseen una menor educación y tienen menores ingresos”.
Desde su punto de vista, “es un estudio original, bien planteado, con control metodológico cuidado, que demuestra la influencia del entorno socioeconómico en el que se desarrolla en su autonomía (se podría pensar que ya se sabía o sospechaba, pero en el trabajo se demuestra)”.
¡Ahora ya sabes un poco más sobre por qué algunos adolescentes varones pueden actuar de manera agresiva y qué podemos hacer para ayudarles a sentirse mejor consigo mismos!
Por Karla Islas Pieck
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