Revisa el asiento del auto, la cuna, ropa y, sobre todo, los accesorios del bebé… Ya sea que la fecha de parto esté cerca o que te estés adaptando a la vida con un bebé, mantener saludable a tu familia comienza en tu hogar. Sigue algunos pasos básicos que pueden ayudar a establecer buenos hábitos para que tu niño crezca sano y fuerte.
Considera limpiar los ductos de aire: La mayoría de los propietarios no tiene idea de que los ductos de aire pueden ser un lugar de cultivo para el moho, la suciedad, las partículas y los agentes alergénicos como el polen, polvo y la caspa de las mascotas. Al limpiar los ductos del hogar con regularidad, ayudarás a reducir el riesgo de que tus niños contraigan alergias y asma e, incluso, reducirás el gasto de energía. Los estándares industriales recomiendan que hagas inspeccionar los ductos de aire cada dos años para asegurarte de que no estén sucios, y que realices una limpieza, en promedio, cada 5 a 7 años.
Limpia con regularidad los juguetes, artículos para la dentición de los niños y superficies de juego: Los bebés adoran explorar y se llevan todo a la boca. Al incorporar un ritual semanal para los chupetes, juguetes de plástico favoritos, bandeja de las sillas para comer y columpios, optarás por una manera fácil de reducir la propagación de los gérmenes. Tal como se indica, desinfecta los artículos que se manipulan frecuentemente con un producto registrado en la EPA que sea efectivo contra la influenza tipo A.
Cambia las sábanas de la cuna con mayor frecuencia de la que quisieras: Generalmente, esperamos a que el bebé vomite o tenga un accidente en el pañal para cambiar las sábanas, lo que agrega otro artículo más a nuestra lista de lavado. Sin embargo, que las sábanas se vean limpias no significa que no estén albergando gérmenes. Lava la ropa de cama de su bebé una vez a la semana y usa blanqueador para ropa de color.
Limpia con anticipación el recipiente de pañales sucios: Además de pañales sucios, el recipiente de pañales acumula gérmenes y olores. Para reducir las bacterias y desodorizar el recipiente de pañales, límpialo con un producto para estos efectos antes de desinfectarlo. Enjuágualo con agua y déjalo secar.
Lávate, lávate, lávate las manos: Toda persona que desee cargar a tu bebé debe lavarse las manos, ¡incluyéndote a ti! Como evidencia de la efectividad del lavarse las manos, un estudio publicado en la revista médica, The Lancet, comprueba que el lavarse las manos con agua y jabón puede reducir la incidencia de infecciones respiratorias agudas en los niños menores de cinco años en más de un cincuenta porciento.1
1 The Lancet, July 16, 2005